30 septiembre 2015

Las vidas modernas de Mary y Edith

ALERTA SPOILERS: ¿Cómo vais con la sexta temporada de "Downton Abbey"? ¿Habéis visto lo que le parece a Lady Mary que la llamen "tiíta"?

Sí, "Downton Abbey" puede ser una serie coral y se le puede dar la misma importancia a las tramas de los señores y a las del servicio, pero desde hace tres temporadas, como mínimo, cada vez parece más claro que son las hijas de los Grantham y las mujeres, en general, las que impulsan las historias. Es cierto que, después de la Primera Guerra Mundial, el papel de las mujeres en la sociedad fue cambiando con rapidez (liberarse del corsé fue mucho más importante de lo que parece), y aunque todavía persistían ciertos comportamientos muy tradicionales y, en realidad, en algunas cosas no se ha avanzado gran cosa desde 1900, sí se abrían más oportunidades para que las mujeres de Downton hicieran algo más en la vida que casarse y tener hijos.

La posibilidad de obtener una educación de Daisy, y dejar así de ser una ayudante de cocina, es una de esas oportunidades, y luego están Mary y Edith asumiendo posiciones tradicionalmente reservadas para los hombres. Es cierto que ambas las ocupan porque los hombres que las desempeñaban antes ya no están, pero eso no impide que se las tomen en serio y que quieran que los demás las tomen en serio. Las discusiones de Edith con el editor de la revista que "heredó" de Michael Gregson van por esa línea, aunque ahí también entran consideraciones de clase. Él cree que la hija mediana de un noble rural no tiene la experiencia del mundo ni la visión para dirigir una revista, y Edith intenta que sus ideas se tomen en cuenta. Al menos, estamos viendo a una Edith resuelta, más decidida a tomar las riendas de su propio destino y a no dejarse amilanar por las desgracias. También es que el cupo de las desgracias, por ahora, ya lo llenan los Bates.

En cuanto a Mary, "Downton Abbey" la situó más en el centro de la historia en la segunda temporada, y se ha mantenido más o menos ahí desde entonces. Casi puede decirse que una parte importante de la serie es la educación de Lady Mary, su evolución desde la heredera que no podía heredar si no conseguía un marido que también fuera un Crawley, a la mujer moderna de los últimos episodios. Sin Branson (que se marcha a Boston), ella asume en solitario la gestión de la hacienda de su familia, y lo hace también dispuesta a afrontar las tormentas en forma de escándalos que pueden azotarla. A veces toma decisiones sin pensarlas bien y sin darse cuenta de lo que está pasando a su alrededor, y otras es mucho más consciente de su entorno. Pero lo que está claro es que el resto de su familia no puede mantenerla por más tiempo sin saber que Marigold es hija de Edith, o se van a suceder los malentendidos.

Es una lástima que Mary y Edith no se pongan de acuerdo para trabajar juntas, porque serían un dúo temible, mucho más si de verdad la serie se aproxima a un final "devastador", como han afirmado algunos medios a través de declaraciones de los actores. Es bastante probable que asistamos a la muerte de la Condesa Viuda (Maggie Smith ya ha dicho en varias ocasiones que le sorprende haber llegado tan lejos), y no sería raro que los destinos de Mary y Edith no sean los que podría parecer ahora mismo (que Mary encuentre otro pretendiente y que Edith se quede soltera, por ejemplo). Es cierto que, con la subtrama de la compra del hospital del pueblo por otro más grande y la de esa otra familia noble que se ve obligada a vender su casa y sus tierras, "Downton Abbey" está acentuando aún más ese tema del cambio, del progreso que se lleva por delante la forma de vida a la que estaban acostumbrados los Crawley. ¿Acabará la serie con el cierre de la casa, como lo hizo "Arriba y abajo"?

No hay comentarios: