17 febrero 2015

El duro Bosch

Cualquier estreno de Amazon después de "Transparent" tiene una difícil papeleta por delante. Los elogios de la crítica y los dos Globos de Oro ganados por la serie de Jill Soloway elevan enormemente el listón para el resto de series de la plataforma online, que ha seguido la historia de los Pfeffermann con los músicos de "Mozart in the jungle" y, el pasado viernes, con el noir de Los Ángeles de "Bosch", integrante todavía de aquella segunda tanda de pilotos que hizo que la crítica, sobre todo, empezara a prestar atención a Amazon Studios. "Transparent" les permitió recortar mucho terreno con Netflix, que está entrando en la fase hiperactiva de llenar de contenido nuevo su catálogo, como mínimo, todos los meses, pero sus siguientes debuts a "House of Cards" y "Orange is the new black", como "Marco Polo", no pudieron seguir la inercia de buenas impresiones de esas dos series.

Amazon se encuentra ahora en el dilema de intentar crear su propia inercia, y "Bosch" puede ser una de sus mejores bazas por el pedigrí de quienes estñanm involucrados. Adapta a televisión las peripecias del detective Harry Bosch, creado por uno de los autores de novela negra más reconocidos allí como Michael Connelly (que aparecía en las partidas de póker de "Castle", por cierto), y tiene entre sus productores ejecutivos a Eric Overmyer, viejo socio de David Simon, Las conexiones con "The Wire" no terminan ahí, porque puede verse igualmente a Lance Reddick y a Jamie Hector, que aparca aquí sus papeles de malo para ser el compañero de Bosch, y la serie intenta, además, que Los Ángeles sea un personaje más, algo que, en los dramas de policías americanos, recientemente casi sólo "Life" y "The Closer" habían logrado. Las expectativas puestas en la serie son altas, del mismo modo que lo son para su gran protagonista, un Titus Welliver que da perfectamente el tipo del detective que sigue haciendo su trabajo a pesar de sus problemas personales y con el resto del departamento.

Por ahora, el arranque de "Bosch" presenta una serie sólida y bien hecha. En The Huffington Post decían que era una serie bastante buena pero no grande, lo que puede representar un ligero contratiempo para que Amazon se establezca como una fuerza a tener en cuenta en esto de la ficción de producción propia, pero tampoco hay nada malo en esas series de notable, y ocasional sobresaliente, que es a lo que apunta "Bosch". La conjunción de una vida personal solitaria y, al mismo tiempo, complicada, un antiguo caso que amenaza con hundirlo, una investigación de la muerte de un niño que se entrelaza con la de un posible asesino en serie y la propia personalidad difícil de Harry lo convierten en un personaje típico de este tipo de programas que, al mismo tiempo, resulta interesante de seguir gracias al retrato de Welliver, un secundario que tiene por fin su oportunidad de brillar como centro de una serie.

En el género negro, no importa tanto la trama como el dibujo de la sociedad y de los personajes que se mueven a su alrededor, pero "Bosch" sí parece conservar ese aroma de los escritores policíacos estadounidenses contemporáneos. A Connelly lo adaptó al cine Clint Eastwood en "Deuda de sangre", y Bosch parece a veces sacado de una de sus películas. Para los fans de ese género, puede ser una serie que merezca la pena.

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