30 septiembre 2012

El futuro final

 ALERTA SPOILERS: "Fringe" ha iniciado su tanda de 13 últimos capítulos, una tanda que creo que podría ver sin perderse un espectador que no hubiera visto nada de la serie hasta ahora. Pero si no estáis al tanto de la querencia de los Observadores por cierta frase de los Borg de "Star Trek: La nueva generación", no sigáis leyendo.

El último episodio de la cuarta temporada de "Fringe" cerró la serie como la conocíamos hasta el momento. Los experimentos de William Bell y Walter, el otro universo, los poderes de Olivia (aunque esto espero que volvamos a verlo), el trabajo de los casos de la semana de la división Fringe del FBI... Todo eso ya quedó atrás y terminó con la confesión de Olivia a Peter de que estaba embarazada. Esta quinta entrega es la última de la serie, pero es una historia independiente. No tiene que atar cabos sueltos porque los importantes ya se ataron el año pasado, y aunque seguro que veremos cosas coleando de temporadas anteriores, este futuro es independiente. Es una evolución de todo lo anterior, sí, y les otorga a los Observadores la importancia que apuntaban desde el principio, pero es una historia independiente.

De momento, este primer capítulo de la quinta temporada profundiza en las reglas del juego de este futuro distópico que nos enseñaron en el 4x19, y coloca de nuevo a Walter en una posición prominente, con todas las piezas del rompecabezas para salvar el mundo. Si consiguiera recordarlas. El doctor Bishop parece que va a volver un poco al estado de confusión de la primera entrega, cuando su cerebro guardaba todas las respuestas pero no era capaz de acceder a ellas, y da la sensación de que buena parte de la trama de la temporada consistirá en que vuelva a acordarse de cuál era el plan de Septiembre para acabar con los Observadores (cuando llama a Astrid "Afro" tras ser rescatado es uno los instantes más emotivos que hemos visto de Walter). Por otro lado, esa reunión familiar entre unos Peter y Olivia algo distanciados con Etta, su hija ya adulta, promete grandes momentos para más adelante, del mismo modo que vamos a sumergirnos en un montón de referencias a otras historias distópicas futuristas, "Blade Runner" la primera.

Windmark, el Observador jefe, es tan inquietante y malvado como el principal telépata de los Psi Corps de "Babylon 5", y ese mundo sin esperanza, sin música y todo gris remite a los clásicos más clásicos del género. "Fringe" parece estar posicionándose para darnos una última entrega que homenajee aún más a la ciencia ficción más clásica, y no sería extraño que siga arriesgándose y cambiando, como ha hecho hasta ahora. La exploración de la dinámica familiar entre sus protagonistas, con el añadido de Etta, será seguramente el centro de la historia que realmente quieran contar, porque la serie siempre ha funcionado cuando se ha movido en la escala más personal de los sentimientos de sus personajes, incluso aunque estuviera en riesgo la supervivencia de toda la Humanidad. Ya que nos quedamos sin un crossover con "Alcatraz" que la serie pedía a gritos, ¿podría haber uno con "Revolution"? Imaginaos las posibilidades. Imaginaos qué serie saldría de ahí. O mejor no, si queréis seguir viendo "Revolution".

Música de la semana: Supongo que todos estaréis ya al tanto de que FX tiene en marcha un remake de otro policiaco escandinavo, en este caso, "The Bridge", o "Bron/Broen" según su título original. Esta serie sigue la investigación alrededor de un cadáver que aparece en medio del puente que une Suecia y Dinamarca, y aunque ya hablaremos de ella cuando la termine, sí se puede adelantar que es muy recomendable. De momento, nos quedamos con la canción que suena en sus muy elegantes y sobrios títulos de crédito, "Hollow talk", del grupo danés Choir of Young Believers.

28 septiembre 2012

El investigador excéntrico

El detective, o investigador, muy perspicaz e inteligente pero con alguna excentricidad es uno de los trucos más viejos alrededor de los que construir una historia, incluida una serie de televisión. Variaciones sobre Sherlock Holmes hay muchas, y las excentricidades de su personaje protagonista suelen ser, en muchos casos, el principal punto de enganche a ellas. Uno de los últimos ejemplos en engrosar la lista es el profesor Daniel Pierce de "Perception", que AXN preestrenó ayer en Madrid (a través del BirraSeries) con la presencia de su intérprete, Eric McCormack. En esta serie, estrenada este verano en TNT, Pierce es un profesor universitario de neurociencia (que tiene pinta de ser una mezcla entre neurología y psicología) que ayuda a una ex alumna suya, ahora agente del FBI, a resolver casos en los que hay implicadas personas con algún tipo de trastorno o enfermedad mental. Las peculiaridades de Pierce vienen dadas porque él también tiene un desorden de este tipo, y aunque eso le permite ser muy bueno resolviendo enigmas, también le acarrea determinados problemas.

El investigador excéntrico siempre tiene un compañero que sufre todas sus extrañezas, siendo lo más habitual que nos encontremos aquí con un pareja hombre-mujer, lo que a veces lleva a la consabida tensión sexual no resuelta. No parece que "Perception" vaya a seguir ese camino, pero es uno bastante común en estos casos. Tampoco "Ley y orden: Acción criminal" lo siguió (hasta donde yo sé) entre sus primeros detectives principales, Eames y Goren, y éste último tenía una serie de peculiaridades que la distinguían del resto de títulos de franquicia, y cuya interpretación Vincent D'Onofrio siempre se tomó muy en serio. En CBS veremos otro espécimen más de este tipo en una nueva versión de Sherlock Holmes como es "Elementary", y hasta podríamos decir que Brennan, al principio de "Bones", era el lado femenino de estos investigadores.

Grissom en el inicio de "CSI", Patrick Jane en "El mentalista", Charlie Crews en "Life", hasta Shawn en "Psych" (y "House", claro) se encuadran en este patrón, y que cada uno sea fácilmente distinguible de los demás depende del actor, de las historias que le den en la serie, de su relación con su compañera (o compañero)... En televisión está ya prácticamente todo inventado, y lo que parece nuevo muchas veces no es más que una vuelta de tuerca más o menos ingeniosa a un truco ya probado y empleado con anterioridad. Aunque confieso que, en esta línea de los investigadores excéntricos, lo que de verdad me interesaría es que alguien se animara a hacer una adaptación de Hercule Poirot trasladado a la época actual. David Suchet fue un Poirot estupendo en la televisión británica, pero siempre queda la duda de cómo puede desenvolverse un personaje tan inteligente, pagado de sí mismo y cuidadoso con su aspecto personal como ese detective belga que, además, utlilizaba muy sabiamente en su favor todos los prejuicios de los ingleses de la época hacia los extranjeros.

P.D. podcastero: Perdonad el gran retraso, pero nunca es tarde para dejar por aquí la nueva entrega de "Yo disparé a JR".

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- 0’: Los Emmys.
 - 26’: "The Mob Doctor".
- 37’: "Downton Abbey".
- 53’: "Awkward". 
- 65’: "Boardwalk Empire".
- 82’: PROPUESTA PARA LOS OYENTES.

27 septiembre 2012

El gángster y el cowboy

Ralph Lamb era un ranchero, veterano de la Segunda Guerra Mundial, que fue sheriff de Las Vegas entre 1960 y 1979, la época en la que empezaron a construirse los grandes casinos, la mafia desembarcó allí para intentar ganar dinero y la ciudad creció hasta alcanzar las dimensiones que se pueden ver hoy en los planos aéreos de "CSI". Lamb también es amigo de Nicholas Pileggi, autor de los libros que Martin Scorsese transformó después en "Uno de los nuestros" y "Casino", y punto central del piloto de "Vegas", la serie que Pileggi ha creado, junto con Greg Walker, para CBS. Lamb es un tipo de la vieja escuela y muy estilo sheriff de ciudad fronteriza del Oeste: él es la ley y, como tal, si vas a su ciudad tienes que respetar sus normas, y esos principios se van a ver confrontados por los mafiosos de la costa Este que llegaban a Las Vegas a hacer fortuna en los casinos (algunos de ellos se mudaron allí después de tener que salir corriendo de La Habana durante la revolución castrista).

Uno de esos mafiosos es Vincent Savino, al que envían allí desde Chicago para poner orden en los negocios de su jefe y aprovechar todas las oportunidades de hacer dinero que Las Vegas ofrecía en aquel momento. Tal y como se ve en el piloto, aquellos tipos debían llegar allí como los colonos que iban a California en plena fiebre del oro, pero vistiendo trajes mucho mejores, deseando vivir el sueño americano de hacerse ricos y tener buenos coches y ganarse el respeto de los demás. Casi desde el principio se nota que Savino y Lamb van directos a un enfrentamiento constante, pero en el piloto eso queda diluido en favor de una investigación de un asesinato que ha llevado a muchos espectadores a temer que "Vegas", a pesar de tener los ingredientes para contar una interesante historia sobre gángsters y los policías que los perseguían, pueda acabar siendo otro procedimental más de CBS.

No es fácil saberlo hasta que no veamos más capítulos. Michael Chiklis y Dennis Quaid dan perfectamente el tipo de Savino y Lamb, y los vistazos que tenemos a cómo el crimen organizado, la política y los encargados de perseguir dicho crimen (entre los que figura una recuperada Carrie Ann Moss) estaban relacionados insinúan que "Vegas" puede ser mucho más. Sus responsables han citado en alguna entrevista "The Good Wife" como el modelo que les gustaría seguir de serie con casos autoconclusivos que mantiene de fondo una línea serializada que la hace trascender las barreras de una mera "serie de abogados", pero de ahí a conseguirlo tienen todavía cierto camino por recorrer. Eso sí, James Mangold le da al piloto un gran estilo visual, aprovechando las tomas del desierto y de la calle con tres casinos, rodeada de nada más, que era originalmente la Ciudad del Pecado.

¿Puede terminar "Vegas" siendo una "CSI" en los 60? Existe ese riesgo, igual que existe el riesgo de que derive hacia una "Magic City" sin desnudos gratuitos. Sin embargo, también puede evolucionar hacia algo más interesante y complejo, y por esa posibilidad merece la pena echar un vistazo a algún capítulo más. Tiempo habrá entonces de quejarnos si al final es una oportunidad perdida.

26 septiembre 2012

El mal perder y el mérito en los Emmy

En estos dos o tres días que hemos tenido de resaca de los últimos premios Emmy, sorprende el nivel que han alcanzado las quejas de quienes no están conformes con que "Homeland" ganara el premio a mejor drama (los comentarios de esta entrada dan una idea general de ese sentir). Casi todas esas quejas provienen de fans de "Mad Men" y, especialmente, "Breaking Bad" que sostienen que la quinta y la cuarta temporadas, respectivamente, de esas series fueron infinitamente mejores que los capítulos de estreno del thriller de Showtime, del que sólo les falta decir que hasta una entrega de "Jersey Shore" es mejor que él. Por cada argumentación más o menos racional al respecto hay muchas otras que parecen más una pataleta de fans con muy mal perder. Si se monta esto porque "Homeland" fue la que destronó a "Mad Men", no quiero ni pensar lo que tendríamos que aguantar si lo hubiera hecho finalmente "Downton Abbey".

Lo que todas esas quejas hacen es perder de vista que la serie protagonizada por Damian Lewis y Claire Danes se convirtió el pasado otoño en LA serie de 2011, así, con mayúsculas. Era la que todos los periodistas y blogueros diseccionaban con pasión los lunes, la que se ganó enseguida el interés del resto de la industria hollywoodiense, la que suscitó controversias entre republicanos y demócratas y la que toca un tema (el terrorismo en suelo estadounidense) que toca de un modo muy profundo a los espectadores yanquies. En cuanto a repercusión en todas partes, "Homeland" era una candidata realmente difícil de batir, por mucho descenso a los infiernos que protagonizara Walter White y muchos cambios que Don Draper tuviera que vivir. Además, la gente que hace la serie son todos viejos conocidos de la televisión, empezando por sus actores y terminando por sus guionistas, todos con experiencia como showrunners, y eso aún aumentó más el respeto por ella.

Esto no quiere desmerecer los méritos de "Mad Men" o "Breaking Bad" para llevarse ese Emmy a mejor drama, pero no es justo despreciar "Homeland" por habérselo llevado. Sin ser perfecta, porque casi ninguna serie lo es, sus primeros 12 episodios construyen y mantienen un nivel de tensión realmente admirable, y presentan unos personajes complejos y muy interesantes, que se mueven sobre un filo muy, muy delgado. Con el sargento Brody nunca sabemos si es sincero o no en sus motivaciones, si se cree de verdad ciertas cosas que dice al final de la temporada y hasta qué punto está todavía traumatizado por sus años de prisionero de Abu Nazir. Carrie, mientras tanto, se mueve constantemente al borde del ataque psicótico sin poder confiar en nadie más que en su compañero Saul, dudando hasta de su capacidad mental para resolver la madeja de las operaciones de Nazir. El baile que se da entre esos dos personajes que se estudian, se acechan, se acercan, se necesitan, se comprenden y se traicionan es de lo más destacado que se vio el año pasado en televisión.

Muchas veces hemos comentado cómo funcionan los Emmy y por qué inercias se mueven. La popularidad y visibilidad (y que los académicos crean que votar a determinado ganador es cool, o que les guste de verdad) dan muchos más premios y nominaciones que la calidad, y todo descansa al final sobre los capítulos que se envíen para que sean juzgados. Grandes actores y series han perdido Emmys porque se equivocaron al elegir esos episodios, y otras veces lo han hecho simplemente porque sus competidores mandaron unos que eran mejores y llamaron más la atención de los académicos. "Homeland" es una meritoria ganadora del Emmy al mejor drama. También lo habrían sido "Mad Men" y "Breaking Bad", pero éste no era su año. Hay que saber perder.

24 septiembre 2012

El drama del cambio

Matthew Weiner tuvo que sentirse ayer un poco como Steven Spielberg en los Oscars de 1986, cuando "El color púrpura" estaba nominada a 11 premios y parecía favorita para llevarse unos cuantos. El director y sus estrellas (entre ellas, Whoopi Goldberg y Oprah Winfrey) tuvieron que ver cómo "Memorias de África", "El beso de la mujer araña" y hasta "Cocoon" se iban repartiendo los Oscars principales, hasta que quedó bien claro que ellos no iban a llevarse ninguno. Once nominaciones y ningún premio, que todavía es algo un poquito mejor que las 17 candidaturas sin galardón que tuvo "Mad Men" en estos Emmy que decidieron que su dominio triunfal en las categorías de drama había llegado a su fin. El castigo a la serie de AMC fue tan duro, que esa derrota es la mayor en la historia de los Emmy, y está en consonancia con el modo de operar de estos premios; cuando se olvidan de tí, se olvidan de tí por completo.

Además, que el año pasado "Mad Men" perdiera en todas las categorías por las que aspiraba al premio, excepto en mejor drama, ya hacía presagiar que su buena racha se estaba acabando. Si se hubiera llevado el premio esta vezm habría superado, con cuatro galardones, a iconos de la televisión como "Canción triste de Hill Street" o "La ley de Los Ángeles", y parece que los académicos no estaban por la labor. A cambio, la gran triunfadora de la noche fue "Homeland", la primera victoria de Showtime en el premio gordo de drama, y la señal de que los vientos han cambiado. Por mucho que leamos quejas de que las temporadas de "Mad Men" o "Breaking Bad" eran mejores, ninguna de las dos fue "LA" serie de 2011 como ésta, y está claro que los Emmy no adoran a ninguna de las dos en su totalidad. De "Mad Men" gustan (o gustaban) sus guiones y su "empaquetado" general, pero no sus actores, mientras de "Breaking Bad" gustan sus actores (como Aaron Paul, que se llevó su segundo premio como secundario) pero no el total de la serie. La calidad no es el barómetro, o no el único, por el que se entregan los premios en Hollywood, y cuanto antes entendamos eso, menos disgustos nos llevaremos.

"Homeland", así, arrasó como mejor drama, guión, actor y actriz, y el premio a Damian Lewis, algo inesperado ante el regreso de Bryan Cranston, empezaba a presagiar la que se avecinaba no sólo para "Mad Men", sino para "Downton Abbey", la otra serie de 2011 en Estados Unidos, que consiguió triunfar en cuanto a nominaciones en su salto de miniseries a drama, pero que luego sólo pudo traducir en premio la nominación de Maggie Smith. La gran presencia de británicos entre los candidatos fue objeto de broma por parte de un Jimmy Kimmel que se movió en el estilo de su late show, gag de inicio All-Star incluido, y quizás por reacción a ello en las miniseries se repartieron los premios historias tan estadounidenses como "Game Change" y "Hatfields & McCoys". La primera triunfó como mejor miniserie o tv movie y mejor actriz, entre otros, mientras la segunda vio como dos viejas estrellas de cine como Tom Berengen y Kevin Costner ganaban como secundario y principal. El premio de Jessica Lange fue de las notas previsibles de la gala, una previsibilidad que se notó más en comedias y en el décimo Emmy consecutivo de "The Daily Show" como programa de variedades (Stephen Colbert y Jimmy Fallon intentaron placar a Stewart en el pasillo).

Por supuesto, Amy Poehler volvió a liarla, esta vez "intercambiando" su discurso de agradecimiento con el de Julia Loiuis-Dreyus, mejor actriz de comedia de "Veep". Su victoria, no obstante, no desató tanta sorpresa (e indignación) como la de Jon Cryer, que ya había ganado previamente por "Dos hombres y medio" al mejor secundario. El resto de premios se fueron para "Modern Family", con Julie Bowen y Eric Stonestreet repitiendo galardones y extendiendo la sensación de que, mientras que en drama los nominados parecen ser más fluidos últimamente, en comedia todo el pescado está vendido desde que se anuncian las nominaciones. A pesar de todo, también fue la noche de Louis CK, que se ganó el cachondeo admirado de Ricky Gervais tras ganar al mejor guión de conedia por "Louie" y por uno de sus especiales cómicos creo que en HBO.

El resultado final fue una gala que no sé describir de otro modo más que funcionaral, en la que sólo se dedicaron a dar premios y en la que se tomaron muy en serio lo de durar tres horas exactas (sólo hubo clip de nominados para mejor actriz de drama, lo que fue un poco extraño). Kimmel aburrió a algunos y divirtió a otros, e intentó gastar una enorme broma a través de Twitter a la gente que no estaba viendo la gala. Hubo un par de puntos simpáticos, como el ya tradicional gag de "Modern family", y también algún que otro discurso de agradecimiento inspirado, pero no mucho más. Con esa mezcla de cambio y repetición, los Emmy dejaron ver de nuevo sus idiosincrasias, sus filias y sus fobias, y será interesante ver si "Mad Men" se recupera de ésta.

Y no, no me he olvidado de los trapitos y la alfombra roja, que sufrió al parecer una ola de calor sobre Los Ángeles. Una nota original fue que los fotógrafos sacaran fotos de los ganadores con el teatro de fondo, en lugar de sólo en el tradicional photocall de la sala de prensa, y durante la gala hubo curiosas parejas de presentadores, como Louis C.K. y Amy Poehler, Jimmy Fallon y Kathy Bates, Aziz Ansari y Jane Levy o Jon Cryer y Kat Dennings. También presentaron unas divertidas Mindy Kaling y Melissa McCarthy, Martha Plimpton y el extraño corte de pelo de Jeremy Davies, los ya clásicos Tina Fey y Jon Hamm o unas Ginnifer Goodwin y Emily Van Camp que, como entregaban algunos de los últimos premios de la noche, leyeron el tele-prompter a velocidad de récord Guinness. En cuanto a la alfombra roja en sí, estaban por ahí los muy elegantes David Benioff y Amanda Peet, Jessica Paré a lo griego, Heidi KIum como si estuviera en una película de los 70, una muy de azul Archie Panjabi, Lena Headey, a lo bruja mala, una rubísima Elisabeth Moss, el raro peinado de Connie Britton, el peinado "Arriba España"-Rocíito style de Ashley Judd, Max Greenfield tirando de lo clásico o unos muy guapos Hugh Dancy y Claire Danes, por parar en alguna parte (y por no seguir con el vestido robótico de Lucy Liu o una Emilia Clarke muy poco khaleesi)

23 septiembre 2012

Las (in)decisiones de Jenna

ALERTA SPOILERS: Me parece un poco absurdo avisar de spoilers en una entrada sobre "Awkward", pero como no sé hasta qué punto estaréis sensibilizados con el tema, mejor lo hago.

ABC Family tuvo dos series que la pusieron en el mapa del cable básico, como si dijéramos. Una era "Kyle XY" y la otra era "Greek", toda una máquina de referencias pop que, curiosamente, tenía en común con "Awkward" a otra hija de Kelsey Grammer, Spencer. Una de las mejores referencias que hicieron nunca giraba alrededor de la indecisión de la protagonista sobre el chico que le gustaba, lo que lleva a su amiga a llamarla Meredith Grey y "la palabra con F" (Felicity), dos referencias que se le podrían haber aplicado también a una muy hamletiana Jenna Hamilton en la segunda temporada de "Awkward", que MTV ya ha renovado para una tercera entrega. Jenna se pasa todos los capítulos llena de dudas, sin poder elegir entre Matty o Jake, y que el triángulo amoroso se haya estirado toda la entrega, y quizás hasta un poco más, ha sido de las partes más flojas.

Sin embargo, que al final Jenna vuelva a cuestionarse si ha elegido bien no la desacredita automáticamente como personaje ni acaba con la credibilidad de la serie, como he leído por ahí. Esa última duda, surgida a raíz de la charla que le da su madre para que se vaya a pasar el verano a Europa, implica algo más que su táctica del ping pong entre Matty y Jake. ¿Esta Jenna tomando las decisiones correctas sobre su vida? ¿Se estancará, como le ocurrió a sus padres, o podrá aspirar a algo más? Hay que decir que la exploración de la relación entre sus padres ha resultado ser más interesante de lo que parecía inicialmente, ofreciendo un retrato más humano de su madre, y lo mismo ha ocurrido con uno de los personajes con mayor riesgo de volverse cargantes de la primera temporada, Valerie.

De hecho, Valerie ejemplifica el mejor trabajo de retratar a los secundarios de estos nuevos capítulos, incluyendo a Ming y su disfrutable subtrama de la mafia asiática, y con mención especial para Sadie y Ricky Schwartz. El trío de amigas de Jenna nunca ha fallado a la hora de ofrecer situaciones incómodas y divertidas, y Tamara se ha consolidado en su papel de referente cómico. Si genuina alegría al ver cómo todo el instituto le copiaba su modo de hablar, o al descubrir que tenía un acosador (aquí muy en estilo Jenna Maroney), ha compensado los momentos en los que el triángulo Matty-Jake-Jenna amenazaba con arrastrar toda la serie con él.

Como comedia, 'Awkward' sigue siendo fresca y encontrando chistes en prácticamente todas partes (el campamento de la Biblia es uno de sus momentos más álgidos), y aunque ha perdido el factor de la novedad, y es verdad que tiene tendencia a pasarse con la voz en off, hay pocas comedias que consigan su particular humor. Es, por ahora y junto con 'Teen Wolf', la serie que mejor le funciona a MTV y casi la única que interesa a los críticos. Algo bueno tendría que haber en medio de los guidos y las madres adolescentes.

Música de la semana: Y ya que hablábamos de "Awkward", la elección musical va a provenir de uno de sus episodios. En su web se puede encontrar un listado con todos los grupos que se escuchan en la serie (anunciados también en la parte baja de la pantalla), y de todos ellos vamos a quedarnos con Dum Dum Girls y "Bedroom Eyes", que sonaba en ese divertido episodio de los "what if".

20 septiembre 2012

Las conexiones de los Grantham

El regreso de "Downton Abbey" a las parrillas implica también el regreso de una total inundación de información durante seis buenos meses, desde ahora, cuando empieza su emisión en ITV, hasta enero, cuando lo hará en la PBS estadounidense, y al mismo tiempo implica que, de vez en cuando, entraremos en un bucle monotemático sobre este culebrón high class al que ya les gustaría parecerse a todos los culebrones. Por ejemplo, con el reparto tan grande que tiene y toda la gente que hay trabajando detrás de las cámaras, es inevitable que haya todo tipo de conexiones peculiares y curiosidades simpáticas, empezando por que Gillian Anderson estuvo a punto de ser Lady Cora en lugar de Elizabeth McGovern.

- Muchas de esas curiosidades las ha publicado "Den of Geek", referidas a los contactos de "Downton Abbey" con el mundo de la ciencia ficción y la fantasía. Es realmente curioso ver las conexiones de la serie con "Doctor Who" (que van más allá de Penélope "Harriet Jones, Prime Minister" Wilton) y con "Juego de tronos", por la que han pasado Rose Leslie e Iain Glenn. Aunque es mucho más divertido descubrir que Julian Fellowes, el creador de la serie, fue Winston Churchill en un capítulo de "Las aventuras del joven Indiana Jones".

- Hablando de Fellowes, desarrolló la serie ante la sugerencia de un productor que le preguntó si no le interesaba revisitar el mundo de "Gosford Park", por la que ganó el Oscar al mejor guión en 2002. En esa película salía también Maggie Smith. Y sí, la foto de arriba es de Smith como Minerva McGonagall, enseñando a bailar a Ron Weasley en "Harry Potter y el Cáliz de Fuego". Por cierto, Smith rodó algunas de esas películas en pleno tratamiento de un cáncer de mama.

- Bastantes actores de "Downton Abbey" ya habían coincidido antes en otros proyectos. Elizabeth McGovern y Hugh Bonneville ya habían sido marido y mujer en "Freezing", una serie dirigida por el marido de McGovern, Simon Curtis. Éste, a su vez, dirigió la miniserie "Cranford" y su continuación, "Regreso a Cranford", en la que se pudo ver a Jim Carter (el mayordomo Carson) y Michelle Dockery. Carter, por su parte, está casado con Imelda Staunton, que también aparecía en "Cranford" como una viuda deliciosamente cotilla. Y Dockery también había coincidido anteriormente con Dan "primo Matthew" Stevens en una adaptación para televisión de "Otra vuelta de tuerca".

- Algunas de las tramas incluidas en "Downton Abbey" son realmente tan locas, que pasaron de verdad, como el famoso "incidente" de Pamuk y Lady Mary, que según cuenta Fellowes le ocurrió a una familiar de un amigo suyo.

- Highclere Castle, el castillo donde se ruedan los exteriores y parte de los interiores de la serie, no sólo puede visitarse, sino que al parecer tiene un pequeño museo de antigüedades egipcias que llevó allí uno de sus propietarios, George Herbert, que en 1922 financió la expedición de Howard Carter que descubrió la tumba de Tutankhamón. Cuenta la leyenda que su fallecimiento poco después en El Cairo dio pie a la leyenda urbana de la maldición del faraón.

- Terminamos con un detalle salsarrosero: antes de conocer a Simon Curtis y mudarse a Inglaterra, Elizabeth McGovern no sólo estuvo nominada al Oscar a la mejor secundaria por "Ragtime", sino que estuvo a punto de casarse con Sean Penn. En alguna entrevista ha descrito aquella relación como "estresante". Penn se casaría poco tiempo después, y en plan fugaz, con Madonna. De aquel matrimonio queda el recordatorio de "Shanghai Surprise", un tremendo fracaso que, al menos, tenía en la banda sonora una canción de George Harrison, "Breath away from heaven".

19 septiembre 2012

¿Actúas o cantas? (2)

Los actores que tienen como hobby cantar, o que han desarrollado algo así como una carrera paralela en ese aspecto. no son una extrañeza en las series de televisión actuales. Hace algún tiempo vimos varios ejemplos de gente que tiene sus bandas aparte de su trabajo como actores, pero cada vez se descubren más.



Uno de los últimos casos más célebres es el de Donald Glover, que en el mundo de la música tiene la "identidad secreta" de Childish Gambino, y no le va nada mal. El vídeo de arriba, "Heartbeat", estuvo nominado a los premios VMA como mejor vídeo de hip-hop, y su faceta musical está casi empezando a ser tan conocida como su trabajo en "Community". Donde, por cierto, hay otro caso de actor-cantante con el que Glover ha compartido escenario alguna que otra vez.



Su compañera Alison Brie tiene un grupo con dos amigas llamado The Girls, en el que se dedican a cantar versiones acústicas de gente de todo tipo (incluido Childish Gambino. La canción de arriba es de Hall & Oates). En YouTube hay un montón de vídeos de actuaciones suyas, y parece que, de momento, esto no pasa de hobby, aunque parecen estar ganando cierto reconocimiento. Las dos compañeras de Brie en The Girls han tenido pequeños papeles en "Community", por cierto.



Otro reparto en el que proliferan los cantantes es el de "Downton Abbey". Además de Elizabeth McGovern y sus Sadie and the Hotheads, los que vimos "Black Mirror" descubrimos que Jessica Brown-Findlay podía defenderse bastante bien, y en la propia serie tuvimos un vistazo a la faceta musical de Michelle Dockery, que fuera de la interpretación se dedica, entre todas las cosas, al jazz.



Nuestro último ejemplo es una mezcla realmente curiosa. "Nancy & Beth" son en realidad Megan Mullally y Stephanie Hunt, a la que a lo mejor recordais de "Friday Night Lights" y Crucifictorious, el grupo de rock cristiano de Landry. Como veis en el vídeo de arriba de "Conan", lo suyo es más el rock clásico y el soul, y hacer mucho el ganso.

18 septiembre 2012

Amor y dinero

Las historias de Jane Austen siempre giraban alrededor de dos temas: el amor y el dinero. Casi podría decirse que iban más sobre el segundo que sobre el primero, aunque al tratarlos con chicas de familias rurales de buena posición (más o menos buena), los dos estaban indisociablemente unidos. Las mujeres de cierta clase social sólo podían aspirar a tener el dinero necesario para mantenerse si conseguían casarse con algún soltero de buena posición social y económica, y eso que era cierto en el siglo XVIII lo siguió siendo hasta bien entrado el siglo XX. La tercera temporada de "Downton Abbey" va a tocar ambos asuntos también, parece que de un modo más directo que hasta ahora. Sí, el hecho de que Mary no pudiera heredar la casa y la fortuna de sus padres por ser mujer fue parte central de la serie desde el principio, pero el dinero y la posición social no había permeado tantas tramas como en el capítulo inicial de la nueva temporada.

La relación entre Mary y Matthew y la nueva vida de Sybil y Branson muestran pequeños detalles de esas tensiones que pueden darse cuando se entremezclan y chocan el amor y el dinero. En esas dos parejas puede explorarse aquel cambio social que trajo la Primera Guerra Mundial y que no terminamos de ver en la segunda temporada, demasiasdo ocupada en quemar trama y lanzarse a por elipsis temporales propias de la TARDIS. Justo el papel de Branson, que ya no es un sirviente pero tampoco encaja en la clase alta, tiene algunos de los momentos más interesantes del estreno de la temporada, ayudando a retratar mejor a bastantes de los personajes de la casa. Y, como ya podíamos sospechar con anterioridad, en "Downton Abbey" son las mujeres las que se muestran más decididas y avanzadas que los hombres.

Y no sólo porque por fin podemos ver (y disfrutar) esa guerra verbal entre la condesa viuda de Grantham y Martha, la madre de Cora, una millonaria americana que se asombra de que la aristocracia inglesa esté tan anclada en el pasado incluso a pesar de haber vivido una guerra. Ese choque cultural puede ser realmente divertido más adelante, cuando estallen algunas cosas que han quedado coleando de la segunda entrega y cuando se sepa por completo el pseudo-secreto con el que arrancan estos nuevos episodios. Que, por cierto, parecen señalar un regreso al tono de la primera temporada, regreso que ya vislumbramos en el especial de Navidad. Ese tono es el de un drama romántico, el de un culebrón algo más contenido que deja espacio para eso que ya hemos comentado muchas veces, que es que el lenguaje corporal y las miradas de sus actores transmitan bastante más que los diálogos (aunque Matthew se marca algunos algo más subidos de tono, relativamente, de lo habitual para la serie).

Como curiosidad final que muestra hasta qué punto "Downton Abbey" se ha convertido en un fenómeno en Estados Unidos, que justifica que se esté hablando de sus posibilidades de derrotar a "Mad Men" en los próximos Emmy, sólo apuntaremos que, a partir del mes de octubre, el propio Dan Stevens será uno de los protagonistas de un montaje en Broadway de "La heredera", más conocida por la película protagonizada por Olivia de Havilland en los 40, que ha recibido mucha atención porque su actriz principal es Jessica Chastain.

17 septiembre 2012

El enemigo en casa

A veces, los planes no salen como uno espera. Tomemos como ejemplo a HBO, que desde el final de "Los Soprano" buscaba, y no encontraba, la serie que volviera a situarla en lo más alto de la pirámide alimenticia de las series de calidad. Asaltado su trono por Showtime, AMC y hasta FX, la cadena que se había preciado de no ser televisión necesitaba un proyecto que la hiciera relevante de nuevo. Paradójicamente, ese proyecto fue, en un principio, "True Blood", que podía estar creada por Alan Ball, pero que no podía ser más diferente de lo que los espectadores estaban acostumbrados a asociar a la marca HBO. Los vampiros sureños se convirtieron en un par de temporadas en todo un fenómeno, y hasta se las arreglaron para tener una nominación al Emmy al mejor drama en su primera entrega y que Anna Paquin ganara un Globo de Oro a la mejor actriz dramática.

Pero aquello sólo era un espejismo, y "True Blood" no era la serie que la cadena buscaba para hacer frente a los "Mad Men" de turno. Esa tenía que ser "Boardwalk Empire", la adaptación de un libro que contaba la época dorada de Atlantic City durante la Ley Seca y, en concreto, el ascenso y caída de su principal impulsor como capital del juego y el ocio de la costa Este, Enoch "Nucky" Thompson. Su creador era Terence Winter, que venía de "Los Soprano", Martin Scorsese era su productor ejecutivo y director del piloto, y al frente de un sólido reparto estaría Steve Buscemi. Era LA serie de HBO, su gran apuesta para recuperar no tanto el favor de la audiencia como el de los críticos y, más importante aún, el de los Emmy. Pero con la tercera temporada recién estrenada, se confirma que "Boardwalk Empire" no ha conseguido calar entre ninguno de los dos grupos y que curiosamente tiene al enemigo, a la serie que le hace sombra, en su propia casa; "Juego de tronos".

Estrenada en la misma temporada (pero al año siguiente; una llegó en septiembre y la otra, en abril), la adaptación de la saga literaria de George R.R. Martin sí consiguió desde el principio lo que el producto de Winter no pudo obtener; el favor de la audiencia, de la crítica y de los premios, y eso que su género impide que sus nominaciones sean más generalizadas. "Boardwalk Empire" da la sensación de ser más fría, casi demasiado perfecta, de estar demasiado calculada hasta cuando algún personaje hace algo que se sale de lo que esperábamos de él. Tiene casi el mismo sexo y la misma violencia que "Juego de tronos" (igual un poco menos) y gente de moralidad dudosa, pero no logra sacudirse esa etiqueta de "cerebral" y "lenta" que le adjudicaron los críticos casi enseguida. "Juego de tronos", por su parte, ha levantado pasiones allá por donde ha pasado (la fantasía se presta más a tener fans muy dedicados y ruidosos) y hasta los críticos que le sacan los defectos la terminan alabando.

El caso de "Boardwalk Empire" no deja de ser curioso. Quizás estar tan teledirigida desde el principio a ser la salvadora del prestigio de HBO ha sido una carga demasiado pesada de llevar, o impide que se la vea por sus propios méritos, en lugar de por lo que esa etiqueta implica. El ejemplo más claro de esa falta de interés hacia la serie lo tenemos ya en los Emmy, donde está nominada a mejor drama y mejor actor y casi no tiene ninguna opción de traducir en victoria ninguna de las dos. No es demasiado justo para ella que haya terminado en esta situación, pero los planes no siempre salen bien.

P.D. podcastero: Nuestros planes de que cada programa de "Yo disparé a JR" se quede en una hora, aproximadamente, tampoco suelen surtir efecto porque siempre encontramos temas que nos llevan a enrollarnos como las persianas. Entre los de esta semana figura el final de "Damages", que comenta con nosotros Jaime Domínguez, de "Spoiler Alert".

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- 0':Creative Emmy Awards.
- 12' "Ben and Kate" y "Guys with kids".
- 26': "Last resort".
- 45': El final de "Damages" (con spoilers).
- 69': El final de "The Closer" (con spoilers).

16 septiembre 2012

El arte de presentar los Emmy

La semana que viene, el domingo 23, la ABC retransmitirá la 64ª edición de los premios Emmy. Lo único seguro de ella es que su presentador va a ser Jimmy Kimmel, que ya ha hecho algunas promos simpáticas, en su estilo, y que veremos un resumen de los ganadores de los Creative Emmy, que se entregaron anoche. El resto, desde si se producirá la esperada batalla "Mad Men"-"Downton Abbey", si Bryan Cranston aumentará su colección de premios a si alguien le hará sombra a "Modern family", es una incógnita hasta que no empiece la gala en el Nokia Theatre de Los Ángeles. También es una incógnita lo que hará Kimmel como apertura de la ceremonia, aunque no sería nada raro que se marcara algo en la línea de su "Handsome Men's Club". Sí tiene un gran número de precedentes de los que diferenciarse, a los que copiar o a los que ignorar, y algunos de esos números iniciales casi han terminado adquiriendo más relevancia que la gala en sí. Veamos algunos.

- 2011: Jane Lynch en Fox



Fox sufrió una gran debacle en 2008, cuando eligió a cinco presentadores de reality para ser los conductores de la ceremonia y fracasó. El recuerdo de Ryan Seacrest, Tom Bergeron, Heidi Klum, Howie Mandel y Jeff Probs tenía que ser eliminado, y lo hicieron recurriendo a la opción más segura; la de la estrella revelación de su serie revelación de los últimos años. Eso sí, el número inicial no estuvo exento de polémica, ya que se cortó un chiste, con Alec Baldwin, sobre el escándalo de las escuchas telefónicas del diario News of the World, propiedad, como Fox, de News Corporation.

- 2010: Jimmy Fallon en NBC



Este es uno de los comienzos más memorables de la época reciente de los Emmy, con Jimmy Fallon explotando uno de sus puntos fuertes; las imitaciones y parodias musicales. Aquí se animó con "Born to run", de Bruce Springsteen, del que es un gran fan, se rodeó de varios actores televisivos muy en sus papeles y tuvo un gran éxito.

- 2009: Neil Patrick Harris en CBS



Harris llegó a los Emmy después de haber presentado con gran éxito los Tony, y por eso optó por un número musical de línea broadwayesca para arrancar la gala. La canción estaba escrita, por cierto, por Marc Shaiman y Scott Wittman.

- 2006: Conan O'Brien en NBC



De todos modos, hasta que llegaron todas esas aperturas que hemos visto arriba, el inicio que estaba aún por superar era el de la última ceremonia que presentó Conan O'Brien, que es uno de los que más veces ha estado conduciendo la entrega de los Emmy. El viejo truco a lo Billy Cristal en los Oscars de introducirse en varias de las series candidatas pocas veces funcionó mejor que en esta ocasión, y eso que tampoco era la primera vez que O'Brien optaba por él.

Aparte del pelirrojo cómico, en la última década es probable que sólo Ellen DeGeneres haya presentado los Emmy casi tantas veces como él, pero en su caso, además, le tocó hacerlo en dos momentos realmente difíciles. Uno fue en 2005, justo después del paso del huracán Katrina por Nueva Orleans, y el otro fue, precisamente, en 2001, dos meses después de los atentados del 11-S. La gala fue cancelada dos veces y el ambiente no era especialmente festivo, pero DeGeneres se las arregló para darle la vuelta al asunto.

Música de la semana: Esta noche vuelve a ITV una de las grandes favoritas para estos Emmys, "Downton Abbey", de la que hace ya algunas semanas que pudimos ver varios trailers sobre las peripecias que les esperan a los Grantham ahora que ya han entrado en los felices años 20. ¿O no lo serán tanto? En el trailer, de todos modos, continúan con su costumbre de usar un coro de niños versionando canciones muy conocidas de gente como The Police o U2. Este año le ha tocado el turno a Lou Reed y a uno de sus éxitos más conocidos, "Perfect day", al que "Trainspotting" dio una segunda vida.

15 septiembre 2012

La caza del USS Colorado

Tom Clancy hizo carrera en los 80 gracias a sus libros de conspiraciones políticas, operaciones militares secretas y agentes de la CIA como Jack Ryan que se desenvolvían en un mundo en el que el muro de Berlín aún no había caído y la Guerra Fría daba sus últimos coletazos. La primera de las historias de Jack Ryan en dar el salto al cine (protagonizada por Alec Baldwin)  fue "La caza del Octubre Rojo", en la que un Sean Connery con un peluquín imposible era el comandante de un submarino nuclear soviético que quería desertar, y al que perseguían tanto sus propios camaradas como el gobierno estadounidense. Es un poco inevitable que el piloto de "Last resort", una de las nuevas series de ABC para el otoño, no recuerde a esa cinta, porque el capitán Marcus Chaplin de un submarino nuclear de última generación (un Andre Braugher que da perfectamente el tipo) se mete en un berenjenal parecido al cuestionar una orden un poco extraña de atacar Paquistán.

La orden parece encajar en una subtrama en Washington que puede derivar un thriller político setentero que le aporte una capa más al intento de la tripulación del USS Colorado de sobrevivir en una isla perdida en medio de la Polinesia Francesa, porque ya en el piloto vemos tanto parte de lo que ocurre en los alrededores de la Casa Blanca como dentro del submarino. También es inevitable que, cuando surgen las tensiones entre la tripulación por las acciones de Chaplin, no tengamos cierto dejà vú a "Marea roja", cuya premisa es un poco parte del punto de partida de serie. Sin embargo, esa premisa tiene un difícil sostén a los largo de 13 capítulo, y no digamos ya más allá de la primera temporada si consiguen atraer a la audiencia, así que hay cierta curiosidad por ver por dónde continúan sus creadores, Shawn Ryan y Karl Gadjusek.

¿Se lanzarán a por el thriller político? ¿Optarán por un drama "de personajes" más convencional? ¿Se marcarán un "Perdidos", con eso de tener al submarino atrapado en una isla y de rodar en Hawai? Evidentemente, hay varias preguntas que necesitan respuesta, como qué hizo ese equipo de las fuerzas especiales al que el USS Colorado rescata en medio del mar y si en Washington se está fraguando un "Siete días de mayo", que es lo que parece. ¿Se integrarán en una especie de mitología de fondo para esta primera temporada? Los críticos estadounidenses se han mostrado muy favorables al piloto de "Las resort", pero se preguntan si su trama puede aguantar cinco capítulos.

Una cosa interesante de ese episodio inaugural, de todos modos, es su retrato de un par de personajes femeninos, la teniente Shephard (que creo que es la tercera en la cadena de mando después de Chaplin y su XO, Kendal) y esa lobbyista de Washington que instaló en el USS Colorado varios prototipos militares. La segunda, teóricamente, está dispuesta a cualquier cosa para conseguir que sus prototipos se coloquen en todos los submarinos, mientras la primera es una militar vocacional para la que el honor está por encima de todo. Pueden ser dos integrantes que den mucho juego en medio de la fiesta de la testosterona en la que puede derivar el enfrentamiento entre Chaplin y el resto del mundo.

13 septiembre 2012

Brenda, Kyra, el bolso y el chocolate

Una de las cosas que siempre destacó de "The Closer" fue el cuidado que se ponía en los detalles que caracterizaban a sus personajes. En las escenas corales, en las que veíamos a todos los detectives de Crímenes Prioritarios analizar lo que sabían del asesinato que investigaban, era bastante habitual ver las miradas que se dirigían algunos, o cómo alguno le deslizaba algún dulce a Brenda cuando la veía muy alterada. Todos esos detalles construían la relación entre todos los miembros de la división, una relación que se reforzaba con la elección del vestuario. Ayer, Calle 13 estrenó los últimos seis episodios de la serie, y en el capítulo que mostraron a unos cuantos blogueros se notaba de manera mucho más notable esa codificación reforzada con el vestuario al mostrar a todos los detectives de Major Crimes, incluido el comandante Taylor, con camisas o corbatas azules; y no sólo azules, sino casi del mismo tono del vestido que llevaba Brenda, formando una verdadera muralla ante la amenaza de Philip Stroh.

De esos detalles se pudo hablar precisamente con Kyra Sedgwick, que pasó por Madrid para promocionar la recta final de la serie que le ha reportado un Emmy y un Globo de Oro a la mejor actriz de drama, y que estuvo dispuesta a comentar lo que fuera sobre la serie, como alguno de esos detalles utilizado para construir a Brenda. Su enorme bolso es tan definitorio de ella como su acento o sus "thank you so very much", y la propia Sedgwick reconocía que, el día que había ido a elegir el bolso, había optado enseguida por uno enorme, negro y funcional que era una gran herramienta auxiliar. "Brenda tiene problemas para separar su vida personal de la profesional", dijo durante el encuentro con los blogueros, añadiendo que justo "en su bolso se mezclan su vida profesional y la personal", y es toda una metáfora que no sea capaz de encontrar nada en él y que todas sus cosas estén mezcladas ahí dentro.

La actriz explicó su método de actuación (que es ir adaptando su método a lo que pide cada escena, o en sus propias palabras "tirar un montón de cosas contra la pared y ver qué se queda"), reconoció que le gusta el chocolate tanto o más que a Brenda y también reconoció que, si Gabriel era evidentemente el favorito de Brenda, su intérprete, Cory Reynolds, era igualmente su favorito. Hubo tiempo de que contara algunas cosas del proceso de rodaje, como que J.K. Simmons sólo necesita echar un vistazo al guión para quedarse con sus frases, y que, después de cada temporada, ella le escribía un largo e-mail a James Duff, el creador de la serie, sobre las ideas que tenía para el siguiente año. "Luego él hacía lo que quería", reconoció, aunque también señaló que la aparición de la capitán Raydor se debió a su petición de que Brenda tuviera alguna amiga. También apuntó que el final de la serie "es triste, pero Brenda sale también reivindicada", y que parecía que Duff había decidido exprimirla al máximo, y hacer que la subjefa lo pasara realmente mal antes del punto y final.

Sedgwick dijo que le habían propuesto pasarse por el spin-off, "Major Crimes", pero que quería esperar a la segunda temporada para darles la oportunidad de volar ellos solos, y también señaló que, inevitablemente, se le habían terminado pegando algunas cosas de Brenda. "A veces me pongo muy mandona, y enseguida me recuerdan que yo no soy el jefe", apuntó, añadiendo que, aunque adoraba a Brenda y la echaba de menos, siete años interpretando a alguien que se implica tanto en la resolución de unos crímenes a veces muy duros terminaba agotando. Ella se mostró siempre simpática y cercana, y en el programa de Canal+ "Tentaciones" podréis ver próximamente más cosas de su visita a Madrid. También habrá un resumen del encuentro en la web de Birraseries.

11 septiembre 2012

La noche de las chicas

La noche de los martes es bastante interesante para Fox. El año pasado, el tándem "Raising Hope"-"New Girl" funcionó bastante bien como arranque de la noche (seguido de un "Glee" en curva descendente), así que no era extraño que decidieran convertir el martes en el día de las comedias, y no sólo eso, sino en el día de las comedias con protagonistas femeninas más o menos en su centro. Con la excepción de "Raising Hope", las otras tres ("New Girl", "The Mindy Project" y "Ben and Kate") muestran a mujeres jóvenes solteras en diferentes etapas de su vida, y hasta estilísticamente se nota que casan perfectamente unas con otras. El piloto de "Ben and Kate", de hecho, lo dirigió Jake Kasdan, que hizo lo propio con el de la comedia de Zooey Deschanel. El punto de partida de ésta, no obstante, nos muestra a su personaje femenino central como una madre soltera que está casi más cerca de la Goldie de "The New Normal", aunque ella tiene algo de lo que la futura madre de alquiler carece: un hermano caradura y un poco alocado.

"Ben and Kate" está basada en las experiencias con su propio hermano de su creadora, Dana Fox, que curiosamente se lanzó a desarrollar la serie siguiendo el consejo de su amiga Liz Meriweather, creadora de "New Girl". Ben siempre aparece en casa de su hermana Kate para montar alguna, hasta que decide quedarse a ayudarla a cuidar de su hija Maddie, que es una niña de cinco años no repelente, sino adorable, lo cual ya es un punto a su favor. El piloto resulta simpático y divertido sobre todo gracias a la buena dinámica establecida entre los dos hermanos, interpretados por Dakota Johnson (hija de Don Johnson y Melanie Griffith, y no puede negarlo) y Nat Faxon, flamante ganador del Oscar al mejor guión adaptado el año pasado por "Los descendientes", junto con Jim Rash y Alexander Payne. Resulta bastante creíble que se apoyen y se quieran y que, al mismo tiempo, Ben vuelva loca a Kate, y cuando acaba el capítulo tienes ganas de ver algo más de sus peripecias.

Lo cierto es que las tres comedias "femeninas" de los martes de Fox no pueden tener un tono, a priori, más diferente en su personaje central. "Ben and Kate" va más por el lado adorable, mientras "New Girl" se ha ido escorando hacia el absurdo y "The Mindy Project" parece optar por un humor clásico de rom-com, pero con un toque un pelín más ácido. Y, no obstante, forman un buen trío y, curiosamente, todas están creadas por mujeres y se alejan del humor más de brocha gorda que acaba en la CBS o que la NBC está intentando para ampliar sus potenciales espectadores. Va a ser divertido que el "Comedy Night done right" que usaba de eslógan la cadena del pavo hace unos años para sus comedias de los jueves acabe adjudicándose con más sentido a Fox, o a ABC.

10 septiembre 2012

Casi famosos (XLVII)

Nada de introducciones, que creo que ya sabéis todos de qué va esta sección, ¿no? Pues vamos a ello.

Este primer "casi famoso" de hoy llega cortesía de Bandujo, que se lo encontró en "El cuentacuentos", aquella genial de la factoría de Jim Henson en la que cada semana contaban un cuento, evidentemente. Con esa cara de pipiolillo, casi resulta difícil pensar que Steven Mackintosh se ha hecho luego conocido interpretando a tipos digamos que inquietantes, como ha hecho en "Luther" y en "Inside Men". Aunque tambiñen es cierto que, después de una larga carrera tanto en cine como en televisión, se puede decir que cuando de verdad se hizo famoso fue con "Lock & Stock", de Guy Ritchie.

A veces, que te den un premio no te asegura inmediatamente el estrellato. Que se lo digan a Rose Byrne, que en 2000 ganó la Copa Volpi del Festival de Venecia a la mjejor actriz por "The goddess of 1967", pero tuvo que esperar un poco, hasta "Troya", para que su cara fuera realmente conocida. Porque su pequeño papel de doncella de Padmé Amidala en "El ataque de los clones" no daba para tanto. Eso sí, Byrne puede decir que "Damages" ha sido como un nuevo comienzo en su carrera. Ah, se me olvidaba, si alguno ha visto la miniserie "Casanova" de Russell T. Davies, protagonizada por David Tennant, seguramente la haya visto también a ella.

Este es un poco un dos por uno, porque aunque Romola Garai no es el "sujeto" interesante aquí, ahí la tenemos, en una foto promocional de "Daniel Deronda", miniserie de la BBC que adaptaba un lbro de Charles Dickens George Eliot. De hecho, es un tres por uno, porque el de la derecha es Hugh Bonneville, si mis ojos no me engañan. Pero quien nos interesa es el caballerete del traje claro, Hugh Dancy (o "Mr. Claire Danes"), que empezó en este proyecto a llamar la atención de los directores, al menos en el Reino Unido. Y eso que lo rodó al año siguiente de participar en "Black Hawk derribado". Dancy será el agente del FBI Will Graham en la serie sobre Hannibal Lecter, "Hannibal", que la NBC está rodando ahora.

Terminamos con una de las actrices que cayó en las "garras" de Ryan Murphy tras participar en la primera temporada de "American Horror Story". Sarah Paulson repite en la segunda entrega, que parece que va a ser más alucinada todavía, y vuelve a lucir la cabellera morena que llevaba en "Abajo el amor", aquel homenaje-fotocopia a las comedias de Doris Day y Rock Hudson con René Zellwegger y Ewan McGregor. Paulson y David Hyde-Pierce eran los amigos de los protagonistas, que también se enamoraban (hasta Tony Randall estaba en aquella película). Paulson ha hecho televisión, cine y teatro, y tanto blockbusters (o intentos de, como "The Spirit") como películas independientes, como "Serenity".

P.D. podcastero: "Yo disparé a JR" comienza la segunda temporada a punto para empezar a hablar de unos cuantos de los estrenos en Estados Unidos, pero tampoco dejamos de lado el comienzo de la séptima temporada de "Doctor Who". En su comentario nos ayuda Daniel López, de los podcasts "Del sofá a la cocina y "El noveno podcast". Os dejo el menú del día.

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- 0':"The New Normal"
- 14': "The Mindy Project"
- 24': "Animal Practice"
- 31': "Elementary"
- 41': "Revolution" (con spoilers)
- 59": "Doctor Who" (con spoilers hasta el 7x02).

09 septiembre 2012

Una familia en pruebas

No vamos a decir que "Modern Family" abrió un poco el camino para que se probaran sitcoms familiares con unos giros un poco distintos de lo habitual, pero desde luego es lo que parece. El enorme éxito del que disfruta convenció a las cadenas de que era cool recuperar un género tan tradicional como la comedia familiar, pero había que buscar el modo de diferenciarse de otras propuestas. Aquí llegan Ryan Murphy y Ali Adler a la NBC con "The new normal", en la que el giro viene al tener como protagonista a una pareja gay (que recuerda un poco, por cierto, a la de "Husbands", una webserie de cierto éxito co-creada por Jane Espenson) que quiere tener un hijo utilizando una madre de alquiler. La candidata elegida es Goldie, una chica que tuvo una niña cuando tenía 15 años y que quiere cambiar de vida, y cuya abuela es una máquina de one-liners políticamente incorrectos, racistas, homófobos y bastante divertidos, algo así como una versión con dinero de Sue Sylvester.

Entre todos van a tener que aprender a vivir como una familia, porque ese bebé hace que sus vidas se crucen de modo definitivo, y ese proceso de aprendizaje bien puede ser el tronco de esta primera temporada. Eso y el camino de Goldie hacia la consecución de sus sueños, porque el piloto es más sobre ella, y su realización de que no puede seguir viviendo así, que sobre David y Brian. La hija de Goldie parece sacada directamente de "Pequeña Miss Sunshine" (o del papel de Chloe Moretz en "500 días juntos"), pero curiosamente no se hace repelente, como ocurre a veces con estos niños más inteligentes de lo que su edad hace parecer. Por supuesto, Murphy no puede resistirse a colar algún que otro alegato político en el capítulo, un alegato que es totalmente innecesario y redundante teniendo en cuenta ya cómo es "The new normal", y esos alegatos sí pueden alienar a algunos espectadores que crean que ahogan los chistes.

No llega a ocurrir así en el piloto y, de hecho, éste es bastante divertido (además, Ellen Barkin con una pistola jamás falla). El tono cómico de Murphy puede ser ácido y muy gracioso ("Popular" y, al principio, "Glee" lo demuestran), aunque también pasarse de rosca muy rápido, y todo dependerá de cómo se vayan manejando el resto de episodios. "The new normal" puede terminar siendo una comedia muy convencional o algo fresco y divertido, incluso aunque Murphy se repita en algunas cosas (Brian es un poco Kurt, y la abuela es tanto Sue Sylvester como Mary Cherry, cuya intérprete tiene un inesperado cameo). Lo que está claro es que la campaña publicitaria que ha recibido, al anunciarse que una afiliada de la NBC en Utah no iba a emitirla por su temática (tampoco emitió el año pasado "The Playboy Club"), le va a dar un espaldarazo ante su estreno que pocas comedias nuevas van a tener. Ya se sabe lo que dicen en Hollywood; la única publicidad mala es la inexistente.

P.D.: Faltan dos semanas para que se entreguen los Emmy, pero en el podcast de "Lo que yo te diga" ya empiezan a prepararse diseccionando las principales nominaciones. Yo ando por ahí, entre los invitados.

Música de la semana: Una semana después de los Emmy veremos, por fin, la tercera temporada de "Treme", más de un año después de que dejáramos a Nueva Orleans recuperándose aún de los efectos del huracán Katrina. Los nuevos capítulos arrancarán en el otoño de 2005, y seguro que entre sus actuaciones musicales volveremos a ver a Galactic, una banda de Nueva Orleans que tiene un disco nuevo centrado en el Mardi Gras, y en el que hay canciones como "Hey Na Na".

08 septiembre 2012

Dragones de invierno

ALERTA SPOILERS: Esto es sólo para curarnos en salud; por si decido de repente desvelar quién muere (o no) en "Danza de dragones", el quinto volumen en la saga de "Canción de Hielo y Fuego" de George R.R. Martin, es preferible que no sigáis leyendo si no lo habéis terminado, o si no sabéis qué es "el nudo meereeno".

El lema de los Stark se hace realidad al final de "Danza de dragones". El cuervo blanco enviado por los maestres de Antigua hace oficial la llegada de un invierno que comienza al mismo tiempo que las líneas argumentales que hemos ido viendo prepararse y desgranararse desde el final del tercer libro empiezan a confluir en ciertos puntos y, en otros, a desvelar el verdadero juego que está desarrollándose ahí. Ahora ya sabemos que Varys y el príncipe de Dorne llevan moviendo hilos en la sombra mucho tiempo, incluso desde antes de que Jaime matara a Aerys en el salón del trono, con su rescate del bebé Aegon y la preparación de su regreso a Poniente por si el plan de Illyrio con Viserys y Daenerys nunca llegaba a buen puerto. También sabemos que Tyrion está destinado a encontrarse con Dany en Meereen, aunque no lleguemos a verlo en este quinto libro, y que los hijos del hierro y su cuerno de dragones van a traer muchos problemas. Y también sabemos que los pretendientes al Trono que van pasando por posiciones de poder en Desembarco del Rey están todos igual de miopes; los Tyrell han sucedido a los Lannister, pero siguen sin prestar atención a las historias sobre dragones, y al humo, que llegan del otro lado del mar.

Lo interesante de este volumen es ver cómo se presentan situaciones que son claramente polvorines a la espera de una mera chispa que los haga saltar por los aires, desde el difícil equilibrio que Jon tiene que hacer en el Muro (donde estoy convencida que Melisandre puede salvarlo o convertirlo en otro Corazón de Piedra) a todas las traiciones y enemigos que Dany tiene que sortear en Meereen. Las chispas llegan, pero ya al final, y te dejan con las ganas, por supuesto, de seguir leyendo más. "Danza de dragones" debió ser un libro bastante complicado para Martin, porque aunque esté ya lanzando definitivamente las historias que deben llevarnos hasta el final finalísimo, no puede abandonar de repente a Cersei o a Jaime, o a Arya (cuyo papel en todo esto me intriga mucho) y, como él mismo ha reconocido, tampoco puede sacarse de la manga un giro que esté justificado. No puede hacer que Tyrion se encuentre sin más con Daenerys, aunque yo ya estoy deseando ver qué pasará cuando llegue ese momento. También es cierto que igual un poco de síntesis no le vendría nada mal.

Conforme se avanza leyendo "Canción de Hielo y Fuego" empiezan a verse más claros los hilos que están desarrollando la historia de fondo de la caída del invierno y la, seguramente, inevitable llegada de los Otros desde el otro lado del Muro. Bran encaja ahí de algún modo, y cada vez me convenzo más de que también es ahí donde está el propósito último de Dany y sus dragones, no tanto en recuperar el Trono de Hierro ahora que ha aparecido otro Targaryen, hijo de su hermano Rhaegar y de la princesa dorniense Elia. Todas las pruebas que ella tiene que superar, toda la cháchara de que tiene que acordarse de que es la Madre de Dragones ,da la sensación de estar preparándola para esa guerra contra los Otros. Siempre he creído que, al final, Dany salva Poniente de las criaturas del invierno pero nunca reclama el Trono, y son otros los que acaban gobernando, pero me temo que aún queda bastante para comprobar si voy bien encaminada.

"Danza de dragones" y "Festín de cuervos" son, de algún modo, un único libro kilométrico dividido en dos, y será interesante ver cómo afrontan su transformación en temporadas de "Juego de tronos" en HBO. De momento, el reto de llevar a la pantalla "Tormenta de espadas" ya es de por sí monumental, y de eso y otros aspectos habló hace unos días George R.R. Martin en su paso por Chicon7, una convención de ciencia-ficción y fantasía celebrada en Chicago. Participó allí en una charla en la que se habló tanto de sus libros como de la serie, y es una escucha bastante interesante por el vistazo que ofrece al proceso creativo de ambos materiales.

06 septiembre 2012

Se le apagó la luz

ALERTA SPOILERS: Es un poco extraño poner este aviso tras sólo el piloto de "Revolution", pero es mejor prevenir que sufrir 15 años sin electricidad.

No puede haber nada peor para una serie high concept como "Revolution" que tener un piloto que no sea especialmente memorable. Da la sensación de que debería haber sido doble, en lugar de encajar todo lo que cuentan en 44 minutos, para construir bien ese futuro sin electricidad de ningún tipo, en el que los habitantes de Estados Unidos viven como en el distrito 12 de Panem, agrupados en pequeñas comunidades agrícolas y rurales que, sin embargo, se encuentran sometidas a la voluntad de un señor feudal en toda regla como es ese general Monroe que, por supuesto, tiene una relación con parte de nuestros protagonistas. Los habitantes de a pie no tienen permitido poseer armas de fuego, pero sí pueden armarse con arcos, ballestas, espadas y demás parafernalia medieval que, la verdad, deja una pelea a la antigua usanza, un poco mezcla de cualquier película de Robin Hood y la de Uma Thurman contra los 88 de O-Ren Ishii en "Kill Bill", que es el punto álgido del capítulo.

Éste, en realidad, se dedica a arrancar las tres o cuatro líneas argumentales que parece que va a seguir la primera temporada, incluyendo el misterio de fondo que no podía faltar, y que no es otro que la existencia de un grupo de personas que sabía que el apagón iba a ocurrir, que sabe por qué sucedió y que poseen unos medallones que funcionan como un generador de energía en miniatura, permitiéndoles comunicarse unos con otros a través de un ordenador digno de la estación de la Perla de la Iniciativa Dharma. Y como yo soy así, ese misterio servirá para engancharme durante algunos episodios más, igual que el hecho de que hubiera gente que sabía lo que había ocurrido en realidad en "Jericho" me llevó a soportarla unos pocos episodios más allá del piloto. Ambas series parecen compartir bastantes puntos de contacto, incluyendo unos personajes muy livianos de momento, pero en "Revolution", en teoría tendremos menos paranoia clásica de la Guerra Fría.

Decir que esta serie es probablemente la apuesta más fuerte de NBC para esta temporada no es decir mucho. Casi cualquiera de sus estrenos es su apuesta más fuerte, teniendo en cuenta el estado en el que se encuentran, y lo que este título sí puede hacer es despertar ecos de "The event", otra con high concept que parecía tener una trama intrigante, pero que fracasó. Su co-creador, Eric Kripke, ha afirmado en varias entrevistas que "Revolution" va a tirar más por el lado de las aventuras que por el de la mitología, y quizás así hasta resulte un entretenimiento para pasar el rato. Kripke, desde luego, demostró en las cinco primeras temporadas de "Sobrenatural" que podía hacer evolucionar una serie desde algo más "autoconclusivo" a una historia serializada y con mucha mitología detrás. ¿Se alejará "Revolution" del camino seguido por otros intentos de aventuras postapocalípticas, tipo "FlashForward" o "Terra Nova"?

05 septiembre 2012

Los dos Sherlock

Versiones de Sherlock Holmes hay tantas como guionistas hay ahora mismo intentando vender un guión en Hollywood. Desde aquellas películas con Basil Rathbone, o "La vida privada de Sherlock Holmes", de Billy Wilder, las variaciones se han ido sucediendo hasta llegar a cosas como las dos películas sobre el personaje de Guy Ritchie, el homenaje de "House", "El secreto de la pirámide" o esa imaginativa y, al mismo tiempo bastante fiel, traslación de las historias de Conan Doyle al Londres del presente en "Sherlock". Con tantas vueltas y revueltas (hasta José Luis Garci se atreve con él), que la CBS estrene su propia versión de Holmes y Watson en el Nueva York moderno, "Elementary", no debería extrañarnos. Sí podemos sospechar todo lo que queramos de su cercanía en el tiempo con la serie de la BBC (y apuntar como curiosidad que los protagonistas de las dos, Jonny Lee Miller y Benedict Cumberbatch, llevaron al teatro el montaje de Danny Boyle de "Frankenstein"), pero no podemos extrañarnos.

"Elementary" juega la carta del pez fuera del agua al trasplantar a Holmes de Londres a Estados Unidos para apartarlo de las drogas, y allí convierte a Watson en una mujer, la que debe conseguir que, después de pasar por rehabilitación, no vuelva a recaer. Ese giro inicial no es mala idea, y la verdad es que Miller y Lucy Liu pueden resultar muy entretenidos de ver juntos, pero este Sherlock parece a veces más un remake de Gregory House, que ya sabemos que le debía mucho al detective de Conan Doyle. Del piloto a los siguientes episodios puede haber ajustes de tono y otros cambios en la serie, y espero que Miller esté un poco más comedido y menos housiano (se nota mucho cuando va a la ópera a fastidiar a Watson y a pedirle que lo lleve a ver a un sospechoso). Así que "Elementary" no sólo tiene que pelear contra el recuerdo de "Sherlock" sino, también, contra el de "House", lo que puede ser una batalla más complicada de ganar en la televisión estadounidense.

Siendo justos, no obstante, habría que decir que también va a notar las sombras de "El mentalista" y hasta de "Psych", porque lo que se ve en el piloto de los casos que va a resolver, su relación con la policía y el tono general de la serie no la distingue especialmente de otros procedimentales de la CBS. Está claro que pretenden que la relación entre Holmes y Watson (que ya han dicho que no va a tener connotaciones románticas) sea el principal gancho para la audiencia, y es posible que, en tres o cuatro episodios, realmente lo consigan. Pero tienen que vigilar no descuidar los casos, que es un problema que ha lastrado casi siempre a "El mentalista", por ejemplo. Un protagonista tan sumamente inteligente, cuyo cerebro está constantemente buscando nuevos retos para no aburrirse, necesita retos a su altura, y este Holmes de "Elementary" no es una excepción.

P.D.: "Elementary" no se estrena en CBS hasta el 27 de septiembre, pero su piloto se ha preestrenado en Internet con bastante antelación. Sin embargo, tengo la sensación de que la versión que yo he visto va a sufrir algún que otro cambio de cara a su emisión definitiva en televisión, porque no creo que vayan a utilizar de verdad partes de la banda sonora de "Los hombres que no amaban a las mujeres", como este "Hidden in snow", en el piloto. ¿O sí lo harán?

04 septiembre 2012

La vida es una comedia romántica

Mindy Lahiri ve su vida a través del prisma de un personaje creado por Nora Ephron e interpretado por Meg Ryan. O escrito por Richard Curtis e interpretado por Julia Roberts, tanto da. Para Mindy, las comedias románticas son como para Liz Lemon "La guerra de las galaxias", así que no es de extrañar que comience "The Mindy project" con un propósito muy de Bridget Jones: cambiar su vida y encontrar un novio con el que pueda sentar la cabeza, no un rollete como el que tiene con uno de sus compañeros de trabajo. Pero, como le pasa a Bridget, los viejos hábitos y otro compañero de tabajo, Danny, dificultan bastante esa tarea. El piloto, desde luego, tiene un claro aroma a "El diario de Bridget Jones" y enseña el lado de Mindy Kaling, su creadora y protagonista, que dejó ver en su libro "Is everyone hanging out without me?", un lado que la emparenta también con la Zooey Deschanel de "New Girl".

Kaling, más conocida hasta ahora en su doble faceta de actriz y guionista de "The Office", se lanza con esta serie a la arena de las mujeres comediantes que adquirió tanta relevancia la temporada pasada, con los estrenos tanto de la ya mencionada "New Girl" como de "Whitney", "Suburgatory" o "Up all night", todas creadas por mujeres, y si Whitney Cummings fue criticada por zafia y grosera, Kaling puede llevarse también críticas por ser demasiado moñas, o demasiado girly, como dicen allí. Probablemente haya quien espere un humor ácido y políticamente incorrecto, pero ese no es estilo de Kaling. Y eso que el piloto tiene un par de gags potencialmente ofensivos que resultan muy divertidos, pero lo que prima son más las referencias pop y chistes basados en las diferentes personalidades de sus personajes y, especialmente, en la de Mindy.

Ella, desde luego, es un personaje clásico de las comedias románticas que se hacían antes en el cine, comedias algo más inteligentes que el 85% de las que se hacen ahora, que intentan todas subirse al carro del humor de amigotes de "Resacón en Las Vegas" y cosas similares. "The Mindy project" parece que aprovechará también el hecho de que su protagonista sea ginecóloga, y por lo que Kaling ha apuntado en esta entrevista, parece que el triángulo amoroso montado en el piloto no va a ser tal más adelante, aunque tampoco parecía tan importante. Da la sensación de que es el proceso de maduración de Mindy lo que les va a interesar más. Eso y, quizás, repescar a todos los actores de "The Office" que puedan, como hacen con Ed Helms.

03 septiembre 2012

El secreto de los Daleks

ALERTA SPOILERS: ¿Habéis visto el regreso de "Doctor Who" y su asilo de entrañables, pero peligrosos, saleros? Si no es así, volved cuando sepáis quién es Oswin.

Desde que terminó la sexta temporada de "Doctor Who" sabíamos que esta séptima entrega iba a tener una estructura un poco diferente. Las estrecheces económicas de la BBC, la apretada agenda de Steven Moffat y que en 2013 se cumplan 50 años del estreno del primer episodio de la serie conspiraron para que vayamos a tener cinco capítulos ahora, luego el especial de Navidad y, ya bien entrado el próximo año, los ocho últimos de la temporada. Moffat, además, ha preparado la entrega utilizando en su provecho esos parones, y ese quinteto inicial de episodios va a constituir un arco que podríamos llamar "la despedida de Amy y Rory". Si bien en este primer capítulo parece que, más que plantarse las semillas para la marcha de los Pond, se está preparando la llegada de la nueva acompañante.

En todas las críticas de ese "Asylum of the Daleks" aparecidas estos últimos días, lo que más se comenta es el hecho de que tengamos nuestra primera toma de contacto con Jenna Louise Coleman, la nueva acompañante, bastante antes de lo que estaba previsto, al menos teóricamente. Moffat había señalado que no la conoceríamos hasta el especial de Navidad, pero resulta que ella es prácticamente la primera a la que vemos en cuanto empieza el episodio. Pero también resulta que su personaje, Oswin, no sólo muere al final de dicho episodio sino que, para más inri, lo hace transformado en un Dalek.¿Estamos en un caso de encuentros en distintos puntos de sus líneas temporales, como ocurre con River Song? El personaje no se llama igual (aunque, si no estoy mal informada, la nueva asistente se llamará Clara Oswin, con lo que ahí ya puede haber una pista), y si no reconoce al Doctor nada más verlo, quiere decir que no se lo ha encontrado antes. ¿O sí, y la transformación en un Dalek le borra esos recuerdos? No sería extraño, porque nos explican a través de la propia Amy que la dalekización de humanos que vemos en ese asilo causa esa amnesia.

Con lo que le gusta a Moffat jugar con los espectadores, tampoco debería resultarnos algo raro que haya bastantes fans diseccionando la aparición de Oswin casi fotograma a fotograma, para intentar adelantarse a lo que nos vayan a contar en el especial de Navidad. En ese aspecto, hasta se podría decir que "Doctor Who" se ha convertido definitivamente en la nueva "Perdidos", y su productor ejecutivo juega esa carta a conciencia. Entre los obsesionados con resolver los puzzles de Moffat y los obsesionados con la evolución de la relación de Amy y Rory, el tramo inicial de la séptima temporada puede ser una experiencia muy intensa. Yo sólo espero que sea una aventura entretenida.