17 junio 2012

Quien tuvo, retuvo

Seguro que muchos de vosotros ya habéis visto la nueva versión, o más bien la continuación, de "Dallas" que ha pergeñado TNT, y que se estrena en España esta noche. Me ha sorprendido un poco la recepción que ha tenido entre quienes creen que todas las soap operas de prime time son como "Revenge", lo que no es una comparación válida. Tampoco lo es "Mujeres desesperadas".  La única comparación posible es con las telenovelas nocturnas originales de los 80, desde la "Dallas" original a "Falcon Crest", "Dinastía" o su spin off, "Los Colby". Aquí no hay giro posmoderno, ni autoparodia, ni mezcla de géneros ni nada que permita a los espectadores cool creer que participan de la broma; la nueva "Dallas" bebe directamente de la antigua y utiliza sus mismos recursos narrativos, de los primeros planos de reacciones exageradas a los contraplanos locos de miradas, pasando por las escenas cortas y rápidas, las dobles y triples traiciones, unos personajes movidos sólo por la medida de su ambición y unos actores, en general, guapos pero caracartonianos.

Recuperar a los JR, Sue Ellen y Bobby originales, y hacer que la trama continúe donde podía haberse quedado 20 años después, es un acierto y, al mismo tiempo, un problema, porque desde el momento en el que JR, a lo Darth Vader en "La venganza de los sith", abre los ojos en la residencia de ancianos y se pone el sombrero, queda claro que "Dallas" le pertenece a él, otra vez. John Ross, su hijo, no es más que una caricatura, un aprendiz que intenta transmitir maldad y ambición desnuda, pero que no llega ni al último pelo de las cejas imposibles de Larry Hagman. Como decían en "Tuned In",  Hagman muestra cómo disfruta JR de todas esas manipulaciones y puñaladas traperas, y esa chispa está muy ausente de todo el resto de la serie.

En la "Dallas" original, JR era un poco como Amanda en "Melrose Place"; no era el protagonista, pero su villanía "robó" el show a todos los demás (en el caso de Amanda, además, salvó la serie de la cancelación), y con esta continuación en TNT parece que va a pasar lo mismo. Ninguno de los tres personajes originales está la margen de la trama, sino que están totalmente interconectados con las peripecias de las nuevos protagonistas, y eso ayudará a que pueda haber gente a la que la mera presencia de JR le justifique dedicarle algo de tiempo a "Dallas". Porque lo que está claro es que podrían haberle cambiado el título a "El show de Larry Hagman", y nos estarían diciendo exactamente lo que es la serie.

Música de la semana: El momento que más representa en el piloto lo que puede ser "Bunheads" más adelante es el de la falsa audición que Michelle hace para las niñas. La canción que suena en ese momento es, en realidad, un viejo éxito de los años 20, "Ain't she sweet", que se hizo famoso más tarde gracias a la versión de The Beatles.

1 comentario:

Ramiro Hernandez dijo...

Yo recuerdo su personaje como El Malo, pero de pequeño me atraia a veces y me hacia pensar que no era tan malo que no era culpa suya, como si le estuviera tomando cariño.
De la "nueva" me encanta la escena en que abre los ojos, asi como diciendo ya he oido suficiente, ahora me toca a mi. Tambien mola el reloj de oro con sus iniciales.