31 mayo 2012

La Terminator del 1%

¿Y si la Eurozona no hubiera rescatado financieramente Grecia y lo hubiera hecho, digamos, Siemens? ¿Y si el resto de gobiernos cayera detrás del griego, como fichas de dominó, y sólo las grandes multinacionales tuvieran la capacidad de rescatarlos? El futuro en el que empieza "Continuum" asume que eso ha pasado y que, para 2077, estamos gobernados por las empresas, que han impuesto un estado policial y totalitario, con una estética a caballo entre "Blade Runner" y "Caprica". A esa represión responde un grupo de terrorista que ataca a esas grandes corporaciones y que quiere acabar con su dominio, un grupo terrorista contra el que lucha un cuerpo policial que parecen Robocops, con implantes de memoria que graban lo que ven y escuchan, implantes cerebrales que pueden identificar a un sospechoso sólo mirándolo y unos trajes dorados que incluyen todos los gadgets que podáis soñar (en serio, literalmente todos).

¿Qué pasa cuando un grupo de esos terroristas huye viajando al pasado y con ellos, por accidente, viaja una de esos policías biónicas? Pues que tenemos la premisa básica de la serie, del canal canadiense Showcase, cuya protagonista, Kiera Cameron es una especie de Terminator biónico que debe impedir que los terroristas inicien en 2012 una guerra que, en teoría, pueda cambiar el futuro. "Continuum" no es en absoluto sutil y sus diálogos y caracterización de personajes son, por ahora, bastante genéricos, pero su idea de partida es muy interesante. Ese giro a lo "Alias", por el que la heroína de la serie está trabajando para los "malos" a priori, busca que no sea tan fácil identificar a los villanos, si bien es evidente que los métodos brutales de los anti-corporaciones no los pintan tampoco en una luz demasiado benévola.

Hay otro par de detalles por ahí que complican un poco más el asunto, y que ofrecen cierto interés para seguir más adelante y para que la serie no sea sólo un policiaco con dos compañeros de personalidades opuestas, uno del Vancouver de 2012 y otra del futuro. El primer capítulo, al menos, tuvo ritmo y apuntó a algo entretenido, a pesar de que su actriz protagonista, Rachel Nichols, a veces es demasiado robótica, por decir algo, cuando se enfunda la superchaqueta dorada y se dedica a imitar a Robocop. Como decimos, la idea de base, con esa especie de subversión del discurso de los 99% y los 1%, puede derivar en algo realmente interesante, pero habrá que ver si la explotan a fondo y si son menos obvios en los siguientes episodios.

30 mayo 2012

Los candidatos a los Emmy

No hay cosa más divertida para un aficionado a las temporadas de premios que ver cómo funcionan estos entre bambalinas. Al final, que te den un Oscar o un Emmy depende casi más de la campaña de relaciones públicas que lleves detrás que de tu propio trabajo (aunque eso ayuda, claro), y hay que hilar muy fino a veces para acertar en el modo en el que te están "vendiendo" a los votantes. En otras ocasiones hemos hablado de las peculiaridades del funcionamiento de los Emmy, con los académicos decidiendo sus elecciones sobre la base de, como mucho, seis capítulos o de uno sólo, si estamos hablando de actores.

Con los actores, precisamente, hay un paso previo que siempre resulta muy interesante, y es ver a qué categoría se presentan (principal, secundario o invitado). Si yo no lo tengo mal entendido, es algo que deciden entre ellos y el estudio, y no siempre la importancia del papel o el tiempo que estén en pantalla tienen la última palabra. A veces, lo que puede decantar la decisión es el "nombre" del actor, el hecho de que sea más conocido para los académicos que sus compañeros. Ésa es la razón por la que Debra Messing se presenta como actriz principal por "Smash", mientras Katharine McPhee y Megan Hilty (que son claramente las dos protagonistas de la serie) acompañan a Anjelica Huston en la categoría de secundaria.

Otras veces, no obstante, lo que se hace pesar las opciones de un actor para ser nominado en alguna de esas categorías, y se decide en consecuencia. Se intenta que no todos compitan en la misma, para no robarse votos (aunque en "Modern Family" se saltan esa estrategia a la torera), y se buscan las categorías con mejores posibilidades. En esas búsquedas se encuadran, por ejemplo, los movimientos entre principal y secundaria que han tenido Elisabeth Moss y January Jones a lo largo de cuatro temporadas de "Mad Men", y también desde ese punto de vista hay que entender la táctica que han seguido las actrices de "Once upon a time". Se podría considerar que tanto Jennifer Morrison, como Ginnifer Goodwin y Lana Parrilla son protagonistas principales, pero Parrilla va a presentarse como secundaria, un campo un poco más abierto y en el que una interpretación de la Reina Malvada puede tener mejor acogida que en actriz principal de drama (podéis ver todas las opciones de las series de ABC Studios aquí).

Ya comentamos que, aunque aún faltan casi dos meses para que sepamos las nominaciones a los próximos Emmy, el final de temporada es también el inicio de la especulación sobre ellas, y también el comienzo de la serie de mesas redondas de "The Hollywood Reporter" con algunos de los actores de los que más se ha hablado este año. Empiezan con las actrices de drama, pero si queréis conversaciones más cara a cara (aunque sean por videoconferencia), otro clásico es "Gold Derby".

29 mayo 2012

Los momentos de la temporada

Desde hace un par de años, me he aficionado a hacer una especie de resumen de la temporada televisiva a través de una selección de varias escenas que me han parecido destacables, o me han gustado más, o que creo que han sido de las mejores que he visto entre el pasado mes de septiembre y prácticamente ayer. A veces, te das cuenta de que estás ante un momento memorable en el mismo instante en el que lo estás viendo, otras, te sorprendes recordándolo, bastante tiempo después, y sabes entonces que esa escena merece ser destacada porque te ha llegado, o ha sido especialmente divertida, o estaba bien hecha o por la razón que sea. Así que os dejo diez de los momentos que más recuerdo de esta temporada 2011/12. Y sí, seguro que me faltan muchos. Mi memoria a veces deja qué desear, y yo tampoco lo veo todo.

- "Yo también tengo mis fans. Un día, tus fans trabajarán para mis fans". Alex y Hayley, demostrando por qué son dos de los personajes más divertidos de "Modern Family".

- El "Zou Bisou Bisou" que Megan le canta a Don en el primer capítulo de la quinta temporada de "Mad Men". No pude sacármela de la cabeza en semanas, a lo que contribuyó también la parodia-homenaje que hacen en el capítulo en directo de "30 Rock".

- El número de "Let's be bad" de "Smash". Eso podía ser la serie si se centraba.

- A pesar de sus muchos detractores, la escena final del capítulo de "Cómo conocí a vuestra madre" en el que Robin cree que puede estar embarazada.

- El tablero donde Carrie despliega toda la trama de Abu Nazir en "Homeland".

- El punto de vista dentro de la carrera de caballos que cierra el piloto de "Luck".

- El alcaide, interrogando a un preso en una celda a oscuras con sólo cuatro cerillas en uno de los flashbacks de "Alcatraz".

- Desde un punto de vista totalmente friki, la aparición del dragón de "La bella durmiente" en "Once upon a time". Porque, cuando era pequeña, me sabía esa película con puntos y comas.

- La disección remota de una escena del crimen en el primer capítulo de la segunda temporada de "Sherlock".

- La incómodamente divertida reunión de personajes delante de uno de los ascensores de Lockhart & Gardner en "The good Wife".

- Y como bonus, el fotograma de arriba, del que no voy a decir a qué serie corresponde para que nadie pueda acusarme de spoilers.

28 mayo 2012

¿Quién puede derrocar a 'Mad Men'?

El anuncio de las nominaciones a los Emmy aún queda bastante lejos (hasta mediados de julio, echad cuentas), pero en cuanto termina la temporada televisiva de otoño, las cadenas empiezan a preparar las campañas de publicidad, con sus correspondientes envíos de DVDs a los académicos, para intentar rascar alguna candidatura. Creo que dichas campañas no empezarán hasta dentro de un par de semanas pero, mientras tanto, nunca es demasiado pronto para especular sobre las series con mejores opciones para figurar prominentemente en la gala que ABC retransmitirá el próximo 23 de septiembre. O, si queréis concretar un poco más, cuáles pueden acabar con el insultante dominio de "Mad Men" en el apartado de mejor serie.

Desde hace cuatro años, siempre se repite la misma canción. Que si "Mad Men" ya lleva muchos Emmys seguidos (cuatro, igualando a "El ala oeste de la Casa Blanca", creo), que si alguna de las nuevas series de HBO puede, por fin, recuperar un cetro que no obtienen desde el final de "Los Soprano", que si su mayor enemiga es "Breaking Bad"... Al final, Matthew Weiner vuelve a subir al escenario a dar uno de sus discursos llenos de falsa modestia y la vida sigue igual. Algunos críticos, no obstante, quisieron ver en la pírrica victoria del año pasado, en la que perdieron los Emmys a guión y dirección (que habían sido coto suyo en las últimas ediciones) pero se llevaron el de mejor drama, como un signo de que, tal vez, la marea estaba empezando a cambiar, y de que sí que se iba a hacer realidad, en 2012, ese viejo pronóstico de que la serie perderá, pero ganará alguno de sus actores.

Que ninguno de ellos se haya llevado nunca ningún premio no deja de ser un poco sospechoso. Jon Hamm, Elisabeth Moss, Christina Hendricks y John Slattery han estado nominados en casi todas las temporadas, pero siempre salen derrotados. Los votantes parecen conformarse con darle a Weiner la estatuilla correspondiente de guión y, luego, el premio gordo, y ya. ¿Qué pasará si este año encuentra una competencia demasiado dura? "Mad Men" continúa siendo un rival muy complicado; los críticos no dejan de hablar de ella y de alabarla hasta la extenuación (aunque en esta quinta temporada ha habido también críticas muy severas con algunos capítulos) y hay que alcanzar una visibilidad bastante alta entre el público, la prensa y la industria (y tener un gran factor cool) para arrebatarle el Emmy. ¿Lo tendrá este año "Juego de tronos"? ¿Volverá triunfalmente "Breaking Bad"? ¿Hará valer su factor de novedad "Homeland"? Porque "The good wife" parece tener que conformarse sólo con la nominación, y con que gane alguno de sus actores.

Como todos los años, también están las especulaciones de qué series nuevas podrán colarse en los Emmy, algo no demasiado sencillo. Está claro que Kelsey Grammer tiene muchas papeletas para estar nominado por "Boss", y de los estrenos de network, parece que sólo "New Girl" y "Once upon a time" podrían hacer valer sus audiencias y su visibilidad. ¿Podrían "Revenge" y "Smash" acompañarlas? ¿O se quedarán todas fueras?

P.D. podcastero: "Yo disparé a JR" sigue estando de edición XXL, pero no se podía desaprovechar a Irene Cívico, de ByTheWay, y la tenemos comentando los finales de temporada de "Smash" y "Revenge". El resto de temas son éstos, con alguna que otra mención al festival de Eurovisión:

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- 0': Tercera temporada de "Modern Family".
- 14': Tercera temporada de "Glee".
- 28': Primera temporada de "Smash".
- 55': Primera temporada de "Revenge".
- 77': El final de "House".

27 mayo 2012

Smashed

Tener, en una serie llamada "Smash", un musical titulado "Bombshell" es una invitación a que, si la cosa no sale bien, proliferen los titulares que jueguen con los otros significados de esas palabras, los que hacen referencia a algo que se aplasta o a una bomba que destroza todo, significados que representan un fracaso. La NBC la ha renovado para una segunda temporada y ha logrado que mucha gente haya estado hablando de la serie, a pesar de que las audiencias nunca han pasado de aceptables (para los estándares de la cadena), pero esas conversaciones que los críticos han tenido no han sido especialmente benévolas. Emily Nussbaum, la crítica de "New Yorker", habla del auge del "hate-watch" con "Smash", del grupo de gente que la veía sólo para poder quejarse sin parar sobre ella en Twitter, para preguntarse cómo un piloto tan prometedor podía haberse desaprovechado tanto.

Porque la primera temporada de "Smash" ha sido un desastre, pero hay cosas que se pueden salvar y que pueden ayudar al nuevo showrunner, Josh Safran (que viene de "Gossip Girl"), a enderezarla en su segunda temporada. Las canciones escritas por Marc Shaiman y Scott Wittman son, en general, bastante buenas, muy pegadizas, pero necesitan un intérprete con personalidad para llevarlas más allá. Aunque ese "Don't forget me" que cierra tanto el musical como la temporada está bastante bien, yo siempre pensaré que el verdadero showstopper de la función es "Let's be bad", y en parte es porque Megan Hilty tiene mucha más presencia que Katharine McPhee para darle ese toque extra a la canción. Al final, en ese aspecto se nota la veteranía de Broadway frente a un estilo más pop. Que no está mal, pero igual no es lo que hace falta en el centro de "Smash", al menos si va a contar el montaje de un musical.

En ese meterse entre bambalinas es cuando la serie ha contado algo interesante, especialmente en los dos últimos episodios, cuando el tiempo se les echa encima y tienen que reaccionar rápido ante los problemas que se van presentando y que pueden hundir la obra. Todo lo accesorio a su alrededor no ha tenido ningún sentido y ningún propósito, y se ha quedado en una colección de escenas culebroneras que sólo han conseguido que odiáramos a bastantes personajes (a casi todos, dirán algunos). El buzz con el que "Smash" se estrenó en febrero bien puede haberse diluido como las burbujas de un refresco, y no va a ser fácil que en la próxima midseason, cuando llegue la segunda temporada, no le termine pasando algo parecido a lo que le ha ocurrido a "The Killing"; que todos los que no dejaban de verla sólo para protestar, por fin dejen de verla. Aun así, su cierre ofrece alguna esperanza de cara a esos nuevos episodios, y Safran tiene mucho tiempo para hacerse con el mando de las cosas. Veremos si, para entonces, no la hemos olvidado.

Música de la semana: Los momentos en los que "Smash" no incluía canciones originales podían ser, a veces, bastante sonrojantes, pero hubo uno en el penúltimo episodio que tuvo su punto. "September song" era la canción que Anjelica Huston medio cantaba, medio recitaba en ese capítulo, una canción que su abuelo, Walter, estrenó en 1938 en el musical "Knickerbocker Holiday", de Kurt Weill y Maxwell Anderson. La canción lo hizo realmente famosos, aunque el musical no fuera un éxito, pero el tema terminño convertido en un estándar que han versionado multitud de artistas, como Ella Fitzgerald. "September song" sonó, además, en el funeral de John Huston.

26 mayo 2012

Superhéroes reunidos

Las películas que cuentan el origen de un superhéroe siempre suelen cargar con una primera mitad que, si no se hace bien, puede ser un auténtico lastre. El público está esperando ver a su héroe pijamero favorito y sus traumas de infancia le importan más bien poco, por lo que hay que tener cuidado de que no termines siendo como aquella versión de "Hulk" de Ang Lee (que, aun así, tenía sus cosas interesantes). Con una cinta como "Los Vengadores", las historias de origen ya se han contado en las películas dedicadas exclusivamente a Iron Man, Thor, el Capitán América y, por supuesto, Hulk, pero lo que hay que contar es cómo Nick Fury logra reunirlos a todos y como la lucha de egos termina dejando paso a una colaboración más entre iguales. Las expectativas puestas en "Los Vengadores" eran enormes (y no sólo porque, sólo unos meses antes, Disney se había pegado el gran batacazo de "John Carter"), y en cuanto se supo que Joss Whedon, el de los fans irredentos capaces de perdonarle "Dollhouse", se iba a encargar de sacarla adelante, las expectativas entre el público friki, como si dijéramos, aún se fueron más hacia la estratosfera.

Es cierto que Whedon sólo tiene una pelicula como director en su haber, "Serenity", la continuación en cine de la muy breve serie de televisión "Firefly", pero no es un extraño en esto de los cómics. Aparte de la continuación de "Buffy" en ese formato (y las continuaciones también de "Firefly" y "Angel"), Whedon ha sido guionista de varias series para Marvel, incluyendo "Runaways" y "Astonishing X-Men", y es un autoproclamado fan de los Vengadores (que si yo no estoy mal informada, han terminado acogiendo en algún punto a prácticamente todos los superhéroes de Marvel), así que había que añadir aún más expectativas a las ya existentes. Toda esta introducción, para terminar diciendo que "Los Vengadores" es una película entretenidísima y divertida, aunque sigue siendo sorprendente el fenómeno global taquillero en el que se ha convertido, superando a cosas como "La amenaza fantasma" o "El caballero oscuro·. Y, encima, sin dejar de ser una cinta muy Whedon.

La Viuda Negra, a veces, parece la hermana mayor de Buffy, y Tony Stark despliega una socarronería no sólo innata al personaje, sino a veces también muy de Xander (o de Mal en "Firefly"). Por supuesto, hay mucha acción, pero bien rodada, de la que sabes lo que está pasando (no como en el otro taquillazo de este año, "Los juegos del hambre", en el que todo es más confuso en ese caspecto), y el grupo de actores da perfectamente el tipo para este tipo de blockbusters veraniegos, con mención especial para Mark Ruffalo, un Bruce Banner bastante más interesante de lo que nos habían enseñado hasta ahora. Eso sí, los que necesitan un spin off ya son Nick Fury y Maria Hill. A mí también me pasa como a Raval en Twitter; yo también llegué a pensar que Hill es la identidad secreta de Robin Scherbatsky, o al revés. ¿Para cuándo un videoclip de Robin Sparkles en el avión de SHIELD?

24 mayo 2012

La temporada que fue y la que será

Un crítico estadounidense decía ayer que anoche, con los finales de "Revenge" y de "Ley y orden: UVE" (y con la coronación del nuevo "American Idol"), se daba carpetazo oficialmente a la temporada de series 2011/12. A partir de ahora, las networks sólo programan realities en sus diferentes formas, y es el cable el que se adueña de la parte de "ficción de producción propia". Pero el verano es también la época en la que empezamos a conocer más cosas de las novedades presentadas en los últimos upfronts, una época en la que Comic-Con y las nominaciones a los Emmy (las dos en julio) siempre traen temas de conversación interesantes que no lidien con los finales de temporada de "Juego de tronos" o "Mad Men", o cómo vuelve "True Blood" o si Aaron Sorkin triunfará con "The newsroom" (o en mi caso, lo difícil que será decirle adiós a "The Closer").

Antes de eso, no obstante, siempre hay quien se anima a hacer balance de la temporada ya finalizada, como Ken Tucker en "Entertainment Weekly", y también hay quien, aprovechando los upfronts, ha puesto de manifiesto una curiosa paradoja; mientras ABC ha tenido algunas de las series nuevas de las que más se ha hablado en estos nueve meses (como "Revenge" y "Once upon a time"), no ha podido acercarse a CBS y Fox en lo que a cifras de audiencia se refiere, y ha acabado superada en el cómputo total por una NBC que gracias a Dios que tuvo la Super Bowl. ¿Y alguien piensa que la situación puede cambiar el año que viene? Pues desempolvemos la bola de cristal e intentémoslo en esa locura total que se les ha ocurrido a los chicos del podcast "Del sofá a la cocina" y que han dado en llamar "La Liga de los Seriéfilos Extraordinarios".

Se trata de una quiniela/meme en la que debemos elegir un máximo de ocho series nuevas y apostar por cuáles creemos que renovarán y cuáles pensamos que "pencarán". En esta entrada de "Freak's City" se explica al detalle el funcionamiento de esta liga, de la que no sabremos quién ha tenido mayor capacidad de clarividencia casi hasta el próximo mes de mayo, pero que mientras tanto puede darnos una excusa para seguir hablando sobre series de televisión. Mis apuestas son las siguientes:

CANCELADAS
- The Family Tools: ABC. Comedia. Cancelada.
- The Following: FOX. Drama. Cancelada
- Chicago Fire: NBC. Drama. Cancelada.
 
RENOVADAS
- 666 Park Avenue: ABC. Drama. Renovada.
- Vegas: CBS. Drama. Renovada.
- Ben and Kate: FOX. Comedia. Renovada.
- The New Normal: NBC. Comedia. Renovada.
- Cult: The CW. Renovada.
 
No tengo ninguna buena razón para explicar mis elecciones, y lo más probable es que no acierte al final ninguna. Pero lo importante es participar, ¿no?

23 mayo 2012

El Apocalipsis, el bebé y la chica nueva

Esta noche, Syfy estrena en España "The Fades", una serie de terror estrenada por la BBC el pasado otoño que, aunque tuvo sus fans, no ha pasado de esos primeros seis capítulos (por casualidades de la vida, sin embargo, está nominada al BAFTA a mejor drama). La cadena la preestrenó la semana pasada en Madrid y organizó un encuentro con una de sus protagonistas, Natalie Dormer, en el que habló también de su papel como Margaery Tyrell en "Juego de tronos". Explicar cuál es el papel de Dormer en "The Fades" es estropear parte de la sorpresa del primer capítulo, que apunta a tener unos villanos más originales de lo habitual, aunque muchas situaciones en ese capítulo inicial no terminen de cuajar. Pero los sueños apocalípticos de su protagonista son lo suficientemente intrigantes para seguir con ella. Además, el protagonista tiene un amigo friki (interpretado por Daniel Kaluuya, visto después en "Black Mirror") que no para de referenciar todo tipo de películas y que resulta divertido. Habrá que comprobar por dónde continúa.
 Seguro que hemos comentado más de una vez que, desde la tercera entrega, los finales de temporada de "Bones" suelen dar un poco de miedito, porque les da por ponerse muy serios y temina saliendo cosas un tanto... extrañas. Si, además, sabíamos que para cerrar la emisión regular* de la séptima iban a recurrir al inteligente y lleno de recursos asesino en serie que había aparecido en los primeros capítulos, teníamos razones fundadas para sospechar del episodio. Y, sin embargo, ha resultado estar bastante mejor de lo que podría parecer, con Brennan reaccionando de un modo muy Brennan ante la amenaza que representa Pelant y un cliffhanger bastante logrado, sin ser una locura. La clave en esta serie siempre ha estado en el retrato de Huesos, y ahí nunca han dado un paso atrás.

* Cuando hablamos de emisión regular de la séptima temporada, nos referimos a los 13 capítulos que Fox les concedió originalmente. Sin embargo, luego les pidió cuatro más, totalmente autoconclusivos, de los que no se sabe si se verán en verano o se añadirán a la octava entrega. Lo cierto es que el embarazo de Emily Deschanel ha descuadrado toda la emisión de la serie.

La otra hermana Deschanel, Zooey, también tenía serie en Fox, "New Girl", que finalizó su primera temporada con una racha de capítulos en los que daba la sensación de que los guionistas habían encontrado el tono que buscaban para la serie. Jess no ha dejado de tener sus excentricidades, pero sus compañeros se han visto mejor retratados y se les han dado oportunidades para lucirse por su cuenta, siendo Schmidt el más beneficiado. Su relación con Cece le ha permitido mostrar un lado algo más dulce y menos Barney Stinson, y también han explotado algo más sus neurosis a lo Mónica Geller. Aunque Winston aún está un poco indefinido, ha asumido el rol de voz de la razón de la grupo, mientras Cece cumple la función del straight man. Nick y Jess siguen teniendo una gran química y se han sacado de la manga algunos momentos realmente absurdos muy divertidos, como el juego True American, consolidando su puesto como una de las series revelación de la temporada.

22 mayo 2012

El puzzle final


ALERTA SPOILERS: "House" ha llegado a su término. Si no sabéis cómo lo ha hecho, igual podéis escuchar a los Rolling Stones y volver cuando lo sepáis.

No siempre puedes tener lo que quieres. Pero, a veces, puedes tener lo que necesitas. Ese verso de una canción de los Rolling Stones, que Gregory House pronuncia en el piloto de "House", parece encapsular buena parte de lo que hace ese último episodio que cierra ocho temporadas en antena, y que deja a "Anatomía de Grey" y "The Office" como las únicas supervivientes de aquella cosecha de series de 2004 (se estrenaron en midseason, todo hay que decirlo, y tuvieron tan pocos capítulos en sus primeras temporadas, que casi es más acertado considerar que empezaron en 2005/06). Durante toda la hora, House se enfrenta a sus propios miedos e inseguridades, a la decisión de tener lo que quiere o lo que necesita, de optar por la decisión egoísta (como suele hacer habitualmente) o por la más desinteresada.

Alan Sepinwall apunta, muy acertadamente, que David Shore "copia" un poco en esta despedida "El problema final", el relato en el que Arthur Conan Doyle se propuso matar a Sherlock Holmes tirándolo, abrazado a Moriarty, por las cataratas de Reichenbach, sólo para que luego descubriéramos que todo había sido un truco para simular su muerte y poder enfrentarse mejor a ciertos enemigos (la última gran referencia de la serie a Holmes). Si pillamos esa referencia, y nos acordamos de que el paciente de House también estaba en ese edificio en llamas, es difícil que nos traguemos que House está realmente muerto, pero ese último gesto que tiene con Wilson, para poder estar con él en sus meses finales, por muy melodramático que sea, pone el acento en la relación que siempre le ha importado más al doctor; la amistad con su amigo.

Shore también vuelve a tirar de una estructura muy típica de la serie, que viene desde aquel famoso "Three stories" de la primera temporada, en la que House va contando una historia a unos interlocutores que no son quienes creemos que son. Ese truco permite que regresen Kutner, Amber, Cameron y hasta su ex mujer, Stacy, todos representando diferentes partes de su mente, intentando convencerlo de que viva o, por contra, de que se deje morir (estas alucinaciones son algo que han repetido en varios finales de temporada, empezando por el de la segunda). Es el enfrentamiento final de House con uno mismo, su último puzzle por resolver, y por eso es el final de la serie.

Alguna que otra vez hemos comentado que, en mi opinión, las cuatro primeras temporadas son las mejores de "House" (las tres primeras, si nos ponemos muy quisquillosos); su fórmula de casos médico-detectivescos seguía viéndose fresca e interesante, y sus interacciones con su equipo estaban llenas de discusiones éticas, humor retorcido y, sobre todo, gran diversión. Después, no supieron manejar igual de bien a sus nuevos subordinados, y aunque el trío House-Wilson-Cuddy siguió funcionando a la perfección, y continuaban teniendo buenos capítulos, el listón se había puesto demasiado alto antes para que pudieran mantenerlo ahí. Eso sí, hay que reconocer que "House" hizo en las series de network lo mismo que "Los Soprano" hicieron en el cable; demostrar que se podía poner en su centro a un personaje con muchas contradicciones, que no buscaba caer bien y que podía ser bastante capullo, y lograr una serie que el público quisiera ver. Pero basta ya de hablar y hablar. Quedémonos con otro verso de la canción que cierra la serie: diviértete, es más tarde de lo que piensas. Y que los Rolling Stones te acompañen en tus correrías.

P.D.: La imagen de arriba no corresponde al último capítulo, "Everybody dies", sino al especial que Fox emitió justo antes, "Swan Song", en el que el propio Hugh Laurie nos presenta a toda la gente que ha hecho posible la serie, desde guionistas a productores, eléctricos, maquilladoras, carpinteros y actores, incluidos algunos que ya no están en la serie. Recuerdan los inicios de "House" y el trayecto que ha vivido el personaje desde la emisión del piloto, en septiembre de 2004, y lo hacen todo con cariño y, estando Laurie por ahí detrás, con sus toques de humor. Es una bonita despedida para los fans, hasta para los que dejamos la serie en el tramo final de la séptima temporada, porque nos recuerda porqué nos gustaba tanto en un principio. A todo esto, también podéis leer el recordatorio de la serie que me pidieron los chicos de "Series de bolsillo".

21 mayo 2012

Antes de Blancanieves

La postdata de esta entrada explicará mejor que cualquier otra cosa porqué se me ha ocurrido esta edición temática de los "Casi famosos" justo sobre esta serie, y justo ahora, y creo que lo mejor es lanzarse de cabeza a bucear en las otras vidas de los habitantes de Storybrooke, de esa colección de personajes de cuento de hadas, que no saben que lo son, que pueblan "Once upon a time". Curiosamente, el reparto principal lo componen actores ya con ciertos años de experiencia en Hollywood, algunos incluso con un perfil más o menos alto. Aunque no todos pueden decir, como Jared Gilmore, que han sido Bobby Draper.

Empezamos por el más famoso, Robert Carlyle, que se hizo conocido a mediados de los 90 gracias a películas como "Trainspotting" y "Full Monty", y que está especializado en tipos inquietantes, malvados o, directamente, psicópatas. Lo que es curioso porque, en sus inicios, empezó a hacerse notar gracias al cine social de Ken Loach y, en concreto, a "Riff-Raff", donde era un albañil con problemas para llegar a fin de mes. Carlyle (y su cerrado acento escocés) se ha paseado por multitud de películas y series, y las fans de la ciencia ficción igual lo recuerdan como el misterioso, cómo no, doctor Rush de "Stargate Universe".

Es muy probable que hayáis visto a Lana Parrilla en muchas más series, pero no la hayáis reconocido, porque ha pasado por cosas como "Boomtown", "24", "Spin City", "Miami Medical" (con un rímel que le hacía la competencia al de Emma Swan), la llorada "Swingtown" y hasta una breve aparición en "Perdidos" (es una de las muchas conexiones de "Once upon a time" con esa serie). El fotograma de arriba, no obstante, corresponde a "Policías de Nueva York", donde era claramente una agente de policía.

Los fans de "Doctor Who" seguro que recordais "Silence in the library", aquel capítulo de la cuarta temporada en el que el Doctor conoce a River Song. Lo que yo no sabía es que uno de los "nodos" de la biblioteca estaba interpretado por la cara de Josh Dallas, que lo cierto es que es de los que menos tiempo lleva en esto de la actuación. Desde luego, no lleva las mismas pintas que en "Thor".

Ginnifer Goodwin tampoco era una actriz muy experimentada cuando se coló en aquella especie de "El club de los poetas muertos" en femenino que era "La sonrisa de Mona Lisa". La rodó mientras estaba en su primera serie de televisión, "Ed", y antes de caer en la que la ha hecho realmente famosa, "Big Love". Como curiosidad, interpretó a la primera mujer de Johnny Cash, Vivian, en "En la cuerda floja".

Curiosamente, en ese fotograma, Jennifer Morrison podría haber interpretado a uno de los pacientes de "House" en lugar de a la doctora Cameron, que la hizo conocida. Corresponde a "Tocados por un ángel", una serie de CBS (que duró nueve temporadas) sobre ángeles que se dedicaban a ayudar agente en problemas. A Morrison se la vio brevemente en "Dawson crece" y en diversas películas, desde "Leyenda urbana 2" a "El último escalón" (donde era un fantasma), o "Sobreviviendo a la Navidad", donde era la novia pija de Ben Affleck, antes de recalar en "House", pero sigue teniendo una ventaja sobre todos sus compañeros; puede presumir de haber compartido una portada con Michael Jordan. Literalmente.

P.D. podcastero: "Once upon a time" es una de las series de cuyo final de temporada hablamos en "Yo disparé a JR". Además, en ese segmento y en el de "Anatomía de Grey" contamos con Mar Guerrero, de "Series a la parrilla", mientras Daniel Martínez Mantilla, del programa de cine de ABC Punto Radio, nos echa una mano en el de "Mujeres desesperadas". Sí, esta semana el podcast se nos ha ido un pelín de las manos.

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- 0': La primera temporada de "New Girl".
- 14': La primera temporada de "Once upon a time" (con spoilers).
- 40': La séptima temporada de "Anatomía de Grey" (con spoilers).
- 55': El final de "Mujeres desesperadas" (con spoilers).
- 80': La séptima temporada de "Cómo conocí a vuestra madre" (con spoilers).

20 mayo 2012

Las series descabezadas

No es nada extraño que el creador de una serie la abandone a mitad de su vida para dedicarse a otras cosas. J.J. Abrams, antes de dedicarse principalmente a producir, como ahora, ya dejó "Alias" allá por la tercera temporada para crear "Perdidos", y luego abandonó ésta en la segunda temporada para lanzar la fallida "Six degrees". Los dos creadores de "Cómo conocí a vuestra madre", Carter Bays y Craig Thomas, van a tener la próxima temporada otra serie, "The Goodwin games" en Fox, así que tendrán que dejar de estar tan involucrados en la primera. Sin embargo, la cosa se vuelve más complicada cuando el creador y showrunner no se marcha por voluntad propia, sino porque lo echan.

A estas alturas, todos sabemos ya que Sony, el estudio que produce "Community", ha decidido no renovar el contrato de Dan Harmon, lo que quiere decir que, aunque la serie fue renovada por una cuarta temporada, él no estará supervisándola. Las razones del despido están explicadas en este artículo de "Vulture", que no se queda en el mero "Sony y NBC son idiotas" de cualquier fan cabreado; reconoce que es un error echar al artífice principal de que "Community" se haya convertido en una serie de culto (circunstancia que ha permitido su supervivencia), pero también señala que Harmon debe ser un tipo bastante complicado y que la gestión de todo lo que no fuera el aspecto creativo de la serie debía dejar que desear. Sony quería que "Community" alcanzara los 100 capítulos, la cifra mágica de la sindicación, y presionó a NBC para que la renovaran, aunque la mandaran al viernes, pero no quería seguir tratando con Harmon. Los dos nuevos showrunners son los creadores de "Aliens in America", una pequeña comedia que mereció mejor suerte en The CW en la temporada 2008/09, y se enfrentan al difícil problema de cómo mantener los toques harmonianos que han hecho de "Community" la niña mimada de la crítica, incluyendo al mismo tiempo situaciones un poco menos exclusivas, como quieren Sony y NBC.

La realidad es que, muy probablemente, "Community" no pase de esa cuarta temporada, porque estos cambios creativos a estas alturas de una serie no suelen terminar bien. Alan Sepinwall recuerda, en la entrada que dedica a comentar el despido de Harmon, otros casos parecidos de series cuyo showrunner les daba una voz muy específica, y que sufrieron al perderlo. La marcha de Aaron Sorkin en la cuarta temporada de "El ala oeste de la Casa Blanca" es, tal vez, la más conocida, porque Sorkin supervisaba muy de cerca todos los guiones que no escribía él, y escribía personalmente todos los demás (algo similar a lo que Matthew Weiner hace en "Mad Men"). A John Wells le tocó llevar la serie en las siguientes tres temporadas, y todos los fan están de acuerdo en que sólo logró recuperar parte de lo que la hizo grande en la última, con la campaña a las presidenciales entre Jimmy Smits y Alan Alda, esa campaña que tanto se vio reflejada en la de Barack Obama en 2008.

Sepinwall se acuerda también de "Las chicas Gilmore", que en su paso de The WB a la nueva The CW perdió a su creadora, Amy Sherman-Palladino, que no consiguió llegar a ningún acuerdo para renovar su contrato con Warner. La serie sólo sobrevivió una temporada más sin ella (una temporada en la que Sherman-Palladino dejó un buen cacao narrativo que tardaron en resolver), y acabó porque el estudio tampoco consiguió renovar los contratos de sus protagonistas, Lauren Graham y Alexis Bledel. Y veremos qué pasa el año que viene con "Smash". La NBC la ha renovado para una segunda temporada pero su creadora, Theresa Rebeck, no seguirá en ella. Su nuevo showrunner será Josh Safran, que fue showrunner de "Gossip Girl", y los nuevos capítulos no se verán hasta midseason para darle tiempo a hacerse con la serie. Aunque, en este caso, "Smash" bien puede necesitar ese cambio.

Música de la semana: Quienes sí siguen al frente de "The good wife" son Robert y Michelle King, que eligieron para terminar la tercera temporada una canción del dúo de Baltimore, Beach House, llamada "Real love".

18 mayo 2012

Canciones para los 16



¿Vosotros no tenéis la sensación de que estamos atrapados en 1998? Aunque muchas de las propuestas musicales nuevas parecen llegadas directamente desde 1986, y bastantes películas intentan recuperar el espíritu de las comedias ochenteras, la sensación de que aún vivimos bajo la sombra de la década de los 90 no termina de irse. Aquella época coincidió con mi adolescencia, así que imaginaos la doble sensación de dejà vú y nostalgia que tuve al ver esta entrada de "Hipersónica" en la que desgranan una playlist, no necesariamente vergonzosa, de las canciones que más escuchaban cuando eran adolescentes. La verdad es que es una entrada que pide a gritos ser continuada en forma de meme, y un meme que viene perfecto para el viernes por la tarde y para desengrasar de tanto upfront y tanto final de temporada. Ahí van diez canciones que están asociadas a mi adolescencia (incluida la de arriba, como bonus, ese "Stupid girl" de Garbage), y me temo que habrá algunas que sí sean vergonzosas, y un poco eclécticas.

- Pearl Jam: "Daughter"

- Green Day: "Basket case"

- The Beatles: "Sgt. Pepper's Lonely Hearts Club Band (reprise)"

- Blur: "Girls & Boys"

- The Brand New Heavies: "Back to love"

- Freak Power: "Turn on, tune in, cop out"

- Björk: "Play dead"

- Roxette: "It must have been love"

- The Cranberries: "Zombie"

- Foo Fighters: "Big me"

Hay más, claro (no os penséis que iba a olvidarme de Ace of Base, o de la versión de "Please don't go" de Double You, rompepistas certificado de principios de los 90), pero éstas son las que se me han ocurrido así, de golpe. ¿Os atrevéis con las vuestras?

17 mayo 2012

Clichés de upfronts

Cuando los periodistas se enfrentan a los anuncios de las nuevas parrillas de las cadenas para la próxima temporada durante la semana de los upfronts, lo hacen apoyados en ciertas asunciones y lugares comunes sobre esas cadenas: ABC se dirige a un público más femenino, CBS es la vieja y aburrida, Fox es la joven que hace cambios extraños en su parrilla a partir de midseason, NBC es la urbana caída en desgracia y The CW... Nadie sabe qué hace realmente The CW. Sin embargo, desde hace un par de años, muchas de esas presunciones han dejado de serlo en cuanto se miran las programaciones más allá de lo que los presidentes de entretenimiento intenten venderles a los anunciantes. Y las dos cadenas que ejemplifican eso son justo las que dominan las últimas temporadas en cuestión de audiencias, Fox y CBS.

La primera tiene una parrilla con pocos movimientos, aunque es cierto que tiene dos muy significativos al colocar "Glee" los jueves y desterrar "Touch" a los viernes. Dos realities como "The X Factor" y "American Idol" son sus programas con mayores audiencias y termina de convertir los martes en una noche repleta de comedias. Pero no se arriesga demasiado en sus movimientos (por ahora, veremos qué pasa en enero) y las series que pueden sonar a algo diferente, terminan recordando a otros títulos ya emitidos anteriormente por ellos, hace muchos años, como pasa con "The Following" y "Millennium". Fox cumplió en abril 25 años de vida y tiene que asentarse en su posición de preminencia, razón por la que despliega una gran paciencia con algunas series muy poco vistas o toca lo mínimo una parrilla que, en general, les funciona.

Y luego tenemos el caso de la CBS, que lleva tres años haciendo los movimientos que dejan más sorprendidos a los críticos, como aquél de situar "The Big Bang theory" los jueves. En estos upfronts, ha vuelto a hacerlo, por mucho que ellos repitan que "más o menos, hacemos las mismas cosas todos los años". Aparte de cancelar "CSI: Miami", mandar "Dos hombres y medio" al jueves, detrás de Sheldon y compañía, y hacer que "El mentalista" le haga compañía a "The Good Wife" los domingos han sido las notas más destacadas de su nueva parrilla, una parrilla que seguro que vuelve a funcionarles como un reloj. Ser la network más vista les permite, probablemente, esas cosas, mientras la que está peor, como la NBC, no termina de decidirse a arriesgarse totalmente para intentar salir del hoyo.

James Poniewozik, el crítico de "Time", apunta, a todo esto, una cosa curiosa sobre la CBS y cómo todos nos reímos de sus series porque todas están protagonizadas porb policías y abogados, y algún médico de vez en cuando: "Y, sin embargo, ¿cuál es la serie de una cadena grande que reproduce mejor la complejidad y la sutilidad de los mejores dramas del cable? "The good Wife", en CBS. Igual hace falta una cadena confortable para salirse con éxito de su zona de confianza". O una cadena tan hundida como ABC en 2004 para sacarse de la manga cosas como "Perdidos" y "Mujeres desesperadas", y cambiar de nuevo el panorama televisivo.

16 mayo 2012

La boda

ALERTA SPOILERS: Siento que lleve tres avisos de spoilers seguidos, pero la sucesión de finales de temporada manda. Esta vez, es el turno del de la séptima de "Cómo conocí a vuestra madre", y si no sabéis de quién es la boda a la que hace referencia el título, volved cuando lo sepáis.

Con "Cómo conocí a vuestra madre" ha pasado siempre una cosa curiosa. Se pasó volando bajo el radar del gran público tres temporadas, las mismas en las que los críticos la alababan como una de las mejores sitcom en antena y, aunque tenía una audiencia bastante decente, su renovación siempre llegaba a última hora. Luego, de repente, Neil Patrick Harris consiguió la primera de sus cuatro nominaciones a los Emmy en la segunda temporada, y en la cuarta, y totalmente por sorpresa, la serie consiguió colarse entre las candidatas a mejor comedia. A partir de ahí, "HIMYM" no dejó de ganar espectadores año a año, aunque los críticos ya no hablaran tanto de ella, y ha llegado a una séptima temporada en la que, gracias a la realimentación de audiencia que le da su emisión sindicada, ha tenido las mejores cifras de su historia.

Es un camino poco habitual para una sitcom, pero "Cómo conocí a vuestra madre" nunca ha sido una sitcom al uso. Tras siete años, su especialidad narrativa de dar saltos temporales e ir plantando pistas y momentos hacia los que confluirán las tramas ya no tiene el factor de novedad del principio, pero sigue siendo muy efectivo. Y no sólo los utilizan con respecto al tan manido tema de la Madre. Han hecho gags que adelantaban el embarazo de Lily casi una temporada y media antes de que lo viéramos, por ejemplo, y han pasado estas dos últimas temporadas construyendo una historia no sobre el modo en el que Ted conoce a la Madre, sino sobre cómo Barney y Robin acaban casándose. Aunque, por mucha distracción que intentaran crearnos con Kevin y, sobre todo, Quinn, era bastante evidente que esa misteriosa novia de Barney, que evitaron enseñarnos en la premiere, iba a terminar siendo Robin. Su baile de ese primer capítulo lo anunciaba ya con claridad, y ellos dos fueron originalmente las personas por las que estaban dispuestos a cambiar sus posturas sobre el compromiso y el matrimonio.

Ahora nos quedará ver cómo llegan a ese día en el que Ted se encuentra por fin con la Madre, un día que apunta a ser tan accidentado como la boda de Marshall y Lily. Y viendo las audiencias que han tenido, no sería raro que "Cómo conocí a vuestra madre" aguantara hasta una novena temporada, y si no llega hasta allí, bien puede ser porque todos sus actores se han vuelto demasiado famosos y están demasiado ocupados para ello (como curiosidad, Cobie Smulders consiguió su pequeño papel en "Los Vengadores" gracias, precisamente, a la serie). Su único problema es justo lo que le confiere su toque especial, los juegos y trucos narrativos que pueden hacer sentir a algunos espectadores que están tomándoles el pelo. Pero no es así. Sólo están jugando, y las revelaciones importantes suelen estar adelantadas por alguna pista anterior, aunque hay que prestar atención a lo que se está viendo, claro.

La quinta temporada demostró justo que abandonar los juegos narrativos la deja como una comedia más y, de hecho, hasta le hace perder la gracia, así que bienvenidos sean los saltos temporales, la narración poco fiable del Ted del futuro y los misterios para toda la temporada. Todo ello, junto con un reparto que hace tiempo que funciona como un reloj y esos momentos más emocionales, es lo que hace que "Cómo conocí a vuestra madre" sea como es. Y cuando ella se estrenó, todo eso no era lo habitual en el género.

15 mayo 2012

La magia del amor

ALERTA SPOILERS: Si no sabéis qué viaje ha dado la manzana de Blancanieves en los dos últimos capítulos de "Once upon a time"... Creo que sabéis cómo sigue la frase.

Un beso de amor verdadero lo puede todo. Es una de las máximas de los cuentos de hadas, una de sus soluciones más clásicas a cualquier maldición o prueba que el héroe tenga que superar, y como no podía ser de otro modo, ha sido uno de los leitmotives de la primera temporada de "Once upon a time". Todos los personajes han repetido de un modo o de otro que el amor es la magia más poderosa, hasta el punto de que ha sonado en bastantes ocasiones repetitivo y le ha dado un tono demasiado azucarado a todo. Y no obstante, el giro que le dan a esa máxima en los dos últimos episodios, aunque pudiera ser previsible, otorga a la serie un toque algo diferente y con cierta urgencia que le viene muy bien al final de temporada.

Porque, desde el momento en el que Regina engaña al Sombrerero para recuperar una manzana envenenada del Mundo de Fantasía (y no cualquier manzana, sino exactamente la de Blancanieves), ya se veía en el horizonte la más que real posibilidad de que fuera Henry, y no Emma, el que la mordiera. Y, al mismo tiempo, en cuanto Henry se sume en el sueño de Blancanieves, es bastante evidente que el único modo de despertarlo es con un beso de Emma, un beso de su amor verdadero maternal. Los 40 minutos que Emma tarda en darle ese beso en la frente yo me los pasé gritándole constantemente a la tele, "si ya crees en la maldición, ¿cómo es que no se te ocurre darle un beso? ¿Es que no has leído el cuento de Blancanieves?" Pero hay que reconocerle una cosa a ese final de temporada, y es su voluntad de, efectivamente, cambiar la serie de cara a la segunda.

Montsinya comentaba el otro día en Twitter que "Once upon a time", al igual que "Fringe", se beneficia de lo que sus guionistas, curtidos en las series de Bad Robot, aprendieron de "Perdidos" y "Alias". En concreto, Edward Kitsis y Adam Horowitz no han querido alargar más el arco del despertar de Emma y la ruptura de la maldición, y la van a sustituir por lo que parece el trasplante del Mundo de Fantasía a Storybrooke; Gold y Regina ahora tendrán poderes mágicos y todos los habitantes recordarán quiénes son, pero da la sensación que van a seguir atrapados en el pueblo. Eso sí, la reunión de David, Mary Margaret, Emma y Henry puede ser un gran momento de esa nueva temporada.

El detalle de que Maléfica se convierta exactamente en el dragón de "La bella durmiente" ha sido otro de los muchos que han hecho a las viejas películas de Walt Disney (y aprovechar que ahora Marvel también es de ellos para sacar cómics de Los Vengadores y Los Cuatro Fantásticos por todas partes), y han seguido trufándolo de pequeños homenajes a "Perdidos", y no sólo a través de esas omnipresentes chocolatinas Apollo. Sus efectos especiales seguirán siendo de miniserie de Syfy (las fotos detrás de las cámaras no tienen precio, con ese festival de la pantalla verde), pero esa última interacción entre Emma, Regina y Gold, todos ya en el mismo nivel de conocimiento, ha sido una prueba de que puede ser realmente entretenida sin provocarnos diabetes. Los capítulos centrados en Caperucita Roja y el Sombrerero Loco, por ejemplo, bien pueden ser los mejores de esta primera temporada.

P.D. podcastero: En "Yo disparé a J.R.", esta semana aún no hablamos del final de "Once upon a time", pero sí lo hacemos de otros cuantos. Como los de "Fringe" y "The vampire diaries", para los que contamos con la colaboración de Montse Cebrián, de ByTheWay.

Ir a descargar

- 0': Previa de los upfronts.
- 11': La cuarta temporada de "Castle".
- 18': La cuarta temporada de "Fringe".
- 41': La tercera temporada de "The Vampire Diaries".
- 95': "30 Rock",

14 mayo 2012

Todo vuelve a Walter

ALERTA SPOILERS: Si aún no habéis visto el final de la cuarta temporada de "Fringe", volved en cuanto sepáis por qué Olivia es de adamantium.

Por si no había quedado suficientemente claro en los cuatro años anteriores, el final de la cuarta temporada, un final con un inevitable aroma a fin de ciclo, termina de confirmar que "Fringe" siempre ha ido sobre lo que hay en el corazón y la cabeza de Walter. Todo lo que termina sucediendo está relacionado de algún modo con él y con la aciaga noche en la que murió su hijo y decidió cruzar al otro universo para intentar curar al otro Peter. Incluso en una línea temporal en la que los dos Peter murieron, Walter terminó poniendo en marcha eventos que podían destruir el mundo. En su arrogancia intelectual, creyó que podía ser un dios, pero como muy bien sabe William Adama en "Battlestar Galactica", no puedes jugar a ser dios y luego lavarte las manos de las cosas que has creado. Siempre van a volver a por tí. O como dice un viejo refrán, "palabra y piedra suelta no tienen vuelta".

Esta cuarta temporada, con su reseteo temporal obligado por la desaparición de Peter al final de la tercera, se ha visto muchas veces como un segundo advenimiento de la primera, la temporada que muchos fans descartan como la peor porque su lado mitológico aún estaba muy al fondo de todo. Sin embargo, el reseteo contaba con nuestros conocimientos previos de las tres entregas anteriores, de cómo eran los personajes entonces y de cómo habían resultado en aquellos capítulos algunas de las historias que nos volvieron a contar. Con el final de la cuarta temporada se cierra una etapa en "Fringe", la etapa en la que Walter, directa o indirectamente, ha sido siempre el gran villano de la serie, ya fuera por culpa de sus experimentos pasados con Cortexiphan o por las ideas locas, propulsadas por el LSD, que se les ocurrían a él ya Belly, y que éste luego no ha dudado en ejecutar.

Es cierto que, a lo largo de estos 22 episodios, ha habido ideas que se percibían como interesantes, aunque luego la ejecución no fuera la mejor, y que podemos seguir comparando cualquier tramo de la serie con aquél, estupendo, entre la mitad final de la segunda temporada y los primeros nueve capítulos de la tercera. No merece la pena estar constantemente echando la vista atrás con nostalgia. La exploración de la personalidad de Walter (y la interpretación de John Noble) ha seguido siendo muy interesante, y en aquellos primeros episodios sin Peter, su interacción con Olivia le dio su corazón a "Fringe". La relación de esos dos personajes nunca se ha explorado a fondo, cuando debe ser una de las más complicadas de todas, una que explica mejor que otra cosa la cara de Walter al matar y luego "resucitar" a Olivia.

Porque una de las cosas más divertidas de la recta final ha sido ver cómo la agente Dunham iba convirtiéndose en un X-Men, o en Bruce Willis en "El protegido", cómo iba desarrollando poderes que no sabía que tenía y cómo ella no terminaba de sentirse cómoda con ellos ni de estar segura de que le gustara tenerlos. Su momento Superman parando balas o su momento Lobezno, con la regeneración de sus heridas, aún la han puesto más en la sombra de Sydney Bristow y "Alias", que ya hemos comentado más de una vez que, junto con "Expediente X", es la serie que más influye en "Fringe". Yo creo que no hemos visto lo último de los poderes de Olivia, por mucho que Walter crea que han remitido, y que esos poderes serán importantes en esa invasión de los Observadores, a lo Psi Corps de "Babylon 5", que se avecina. Pero de eso ya hablaremos en la quinta temporada.

Música de la semana: Todavía no he podido ver el final de la primera temporada de "Once upon a time", pero eso no va a impedir que nos quedemos con una canción de Sharon Jones & The Dap-Kings que sonó en el restaurante donde trabaja Caperucita Roja, justo en el capítulo que le dedicaron a ella, "Settling in".

10 mayo 2012

Los nuevos de la temporada

No es raro que, con cada nueva temporada, haya varios personajes que se convierten en revelaciones, en personajes de los que todo el mundo habla cuando se refiere a sus series. Eso puede ayudar a cimentar el estatus de algunas novedades entre el público (al principio, toda la cháchara sobre Victoria Grayson seguro que contribuyó a convertir "Revenge" en la Jeremy Lin de esta temporada), aunque no tiene por qué ser sinónimo de que la serie va a vivir más allá de la primera entrega. Otras veces, el personaje que termina siendo la revelación es el que nadie esperaba, lo que siempre resulta más entretenido.

Esto que sigue son cinco personajes que, en mi opinión, han sido las revelaciones entre las series de estreno de este año. Como no todos vemos lo mismo, seguro que vosotros tenéis otros, así que ya sabéis lo que tenéis que hacer.

- Ava ("Up all night"): Esta sitcom de la NBC tenía un humor más bien adorable que hizo que la blogosfera no le prestara demasiada atención, pero Maya Rudolph como Ava merecía algo más de atención. Podría pasarse por "30 Rock" a liarla parda con Tracy Jordan sin ningún problema, y nos dejó algunos vídeos musicales tremendos.

- Tom ("Smash"): Sí, "Smash" no ha cumplido con lo que prometía en su piloto y ha acabado teniendo pocas cosas salvables, pero entre ellas figura el compositor de las canciones del musical y su intérprete, Christian Borle, un tipo que ha logrado una buena dinámica con su pareja en las labores de composición, Julia (Debra Messing) y que no se ha librado de cantar tampoco (Borle es otro veterano de Broadway que, por ejemplo, estuvo en el musical de "Una rubia muy legal" y que está este año nominado al Emmy al mejor secundario por "Peter and the starcatcher").

- El alcaide James ("Alcatraz"): A "Alcatraz" se le podían achacar muchos fallos, pero el retrato del alcaide no era uno de ellos. Jonny Coyne compuso un villano de la vieja escuela, histriónico y amenazador, resalmente disfrutable, y que ayudó a que los flashbacks a los 60 fuera lo más conseguido de la serie. También nos dejó una de las mejores escenas de la temporada; sun interrogatorio de un preso en una celda a oscuras y con cuatro cerillas.

- Schmidt ("New Girl"): El tarro de las groserías igual perdió protagonismo en "New Girl", pero el personaje al que castigaban con él, Schmidt (Max Greenfield), ha terminado siendo una inagotable fuente de situaciones cómicas. Es un poco un Mónica Geller en masculino y metrosexual, y hasta ha acabado eclipsando un poco a Jess cuando los blogs hablan de esta comedia.

- Hannah ("Girls"): La protagonista de la serie creada por Lena Dunham bien puede ser uno de los personajes más controvertidos de la temporada, por las reacciones encontradas que ha suscitado y el enorme ruido interneteril que ha generado su patetismo, sus neurosis y su modo de vida en ese templo bohemio que es el barrio de Williamsburg en Brooklyn.

09 mayo 2012

La canción de los 250.000 dólares



¿De qué vivieron los blogs estadounidenses en ese largo año y medio en el que "Mad Men" estuvo de hiato? Desde que se estrenó su quinta temporada, todas las semanas hay alguna noticia concerniente a la serie, que se añade a las críticas, los recaps, los análisis de su estilo visual y de su moda y los comentarios sobre los hechos históricos que se mencionan en algunos episodios. Cualquier cosa es susceptible de convertirse en noticiosa, al menos durante las dos horas en las que un tema logra mantener ese estatus en Twitter, y también es susceptible, al mismo tiempo, de convertirse en un bumerán que vuelva a darle en la cara a Matthew Weiner, que ya sabemos que se ganó unos pocos detractores durante las negociaciones con AMC para renovar la serie (Kurt Sutter, el creador de "Sons of Anarchy", es el más célebre de todos).

El último detalle que ha saltado a la palestra es el hecho de que la serie pagó 250.000 dólares para poder utilizar "Tomorrow never knows", incluida en el álbum "Revolver" de los Beatles, para cerrar el capítulo del pasado domingo, y rápidamente se han sucedido los comentarios, las críticas y la sorpresa porque se pagara un cuarto de millón para incluir una canción de 1966 que ni siquiera es uno de los grandes éxitos del grupo. Como explican en el blog ArtsBeat del New York Times, los derechos de las canciones de los Beatles no se ceden así como así (no estamos hablando de versiones, sino de las canciones reales del grupo. No es lo mismo que "Glee" pague para hacer una versión de "Hello, goodbye" que para tener la versión original de los Fab Four). En esa entrada, un responsable de la discográfica Apple apunta que desde que él está en la empresa, hace cinco años, no se vendían los derechos de una canción original del grupo para su uso en una serie de televisión, y Weiner señala que, para poder asegurarse los derechos no sólo de emisión sino también para la publicación en DVD, hasta tuvo que enviar a Apple parte del guión. Weiner añade, además, que llevaban años detrás de alguna canción de los Beatles para utilizar en "Mad Men", y que no lo habían podido conseguir hasta ahora.

No es la primera vez que un tema original del grupo se escucha en una serie (es célebre la escena final de "El prisionero" con la banda sonora de "All you need is love"), pero es cierto que no es tan sencillo escucharlos como acompañamiento de capítulos de ficción televisiva. El alto precio que "Mad Men" tuvo que pagar por una de sus canciones contrasta con los 100.000 dólares que se dice que se pagan de máximo por los éxitos del momento, y si vas buscando grupos indie no muy conocidos, puede salirte hasta más barato. Canal+ produjo hace algún tiempo un documental que contaba el proceso para asegurarse los derechos de las canciones que compondrán la banda sonora de una serie, un proceso que a veces puede tener consecuencias imprevistas en la pervivencia a largo plazo de dicho título. Y es que los derechos musicales son una de las principales razones de que algunas series jamás vean la luz en DVD.

Me suena que ya hablamos de esto alguna vez, pero no deja de resultar curioso recordar que, por culpa de su extenso uso de canciones, la publicación en DVD de "Caso abierto" es una pesadilla legal que ha terminado descartándola, "Ally McBeal" ha tardado muchísimo en estar disponible en ese formato y títulos clásicos como "Playa de China" se han quedado en un cajón de su estudio justo por la misma razón. Cuando una serie adquiere los derechos de una canción, tiene que comprarlos para su emisión por televisión y, también, para su reproducción en la publicación en DVD del capítulo en cuestión. Si no, intentar conseguir esos derechos a posteriori puede ser muy complicado. Y mejor ni hablemos de los diferentes derechos en Estados Unidos y en Europa, que obligan a "House", por ejemplo, a utilizar su sintonía de los créditos finales como introducción en España, mientras en USAmerica se escucha "Teardrop", de Massive Attack.

08 mayo 2012

El ejemplo de los dragones

ALERTA SPOILERS: ¿Sabéis qué le ha pasado a Daenerys en Qarth tras ver al Rey de las Especias? ¿O qué pinta Gwen, de "Downton Abbey", en medio de esos espectaculares paisajes helados de Islandia, digo, de Más-Allá-del Muro? Si no estáis al día con la segunda temporada de "Juego de tronos", es preferible que no sigáis leyendo.

Cuando "Juego de tronos" inició su segunda temporada, alguien, ahora no recuerdo quién, comentaba que, mientras que en la primera entrega se notaba mucho la sombra del libro, en la segunda la serie estaba empezando a adquirir seguridad en sí misma y a convertirse en un ente independiente; que si la primera temporada aún era de George R.R. Martin, la segunda empezaba a ser de D.B. Weiss y David Benioff, sus productores ejecutivos. Y el sexto episodio, "The old Gods and the new", lo ha demostrado con creces al tomar un desvío mucho más decidido de algunas tramas del libro, como recopilan en "Y tú qué miras", un desvío que las llevará al mismo punto donde las llevó Martin por un camino que Weiss y Benioff consideran que es más interesante y emocionante de ver en televisión. La reacción de los fans a esa acentuación de las "libertades" en la adaptación determinará, además, hasta qué punto vamos a encontrarnos talibanes del libro dispuestos a quemar los negativos de los capítulos por haber hecho, por ejemplo, que los brujos de Qarth roben los dragones de Dany.

Ésa es una de las separaciones más claras del material original que han hecho hasta ahora, pero es una separación totalmente coherente con lo que hemos estado viendo de la estancia de Daenerys en la ciudad. Ser Jorah no deja de advertirle que debe tener cuidado con sus posibles "benefactores" porque lo único en lo que ellos van a estar interesados es en echarle el lazo a sus dragones, que a pesar de ser todavía pequeños y estar aprendiendo aún a lanzar fuego y a valerse por sí mismos, son esgrimidos por Dany como modo de intimidación ante esos supuestos benefactores. Ella, seguramente sin darse cuenta, está escudándose en los mismos argumentos que su hermano Viserys presentó a los dothraki para exigir su ejército después de venderla a Khal Drogo, y ya vimos adónde le llevaron esos argumentos. En el libro, los mercaderes de Qarth no cesan de pedirle un dragón a cambio de sus barcos; no es nada extraño que, en la serie, alguien se decida finalmente a robarlos. Al fin y al cabo, ¿qué tiene Daenerys que pueda ser visto como un impedimento para llevarlo a cabo? (Nota para los lectores de "Choque de reyes": la visita a la Casa de los Eternos va a ser, así, mucho más interesante).

El hurto de los dragones ejemplifica mejor que muchas otras cosas que la serie de "Juego de tronos", por mucho que le deba a los libros de "Canción de Hielo y Fuego", es un ente que se sostiene por sí mismo y que se rige por las reglas de la televisión, y no de la palabra escrita. Se está moviendo según su propia coherencia interna, que a veces no es igual que la de "Choque de reyes", y de momento le está yendo mejor que bien. Está haciéndonos llegar la brutalidad de la guerra y, en especial, su efecto en la población civil y está mostrando nuevas capas de casi todos los personajes. La caracterización de Margaery es mucho más interesante que en el libro, por ejemplo, y Brienne realmente impresiona (Gwendoline Christie mide nada menos que 1,90). Al estar en medio de todo el meollo en Desembarco del Rey, hemos podido ver las maquinaciones de Tyrion en todo su esplendor, pero también hemos podido comprobar cómo empieza a estar bastante cansado de tener que advertir a Cersei y a Joffrey de que están sentados sobre un polvorín, y que ese polvorín son los propios habitantes de la ciudad, hambrientos y desesperados.

Weiss y Benioff han hecho un gran trabajo de casting en "Juego de tronos", especialmente con los niños (las escenas de Maisie Williams con Charles Dance valen su peso en oro), y han trufado también los capítulos de un montón de toques humorísticos muy efectivos, ya sean esas impagables, y escatológicas, conversaciones entre los compañeros de Jon en la Guardia de la Noche o la divertida muerte de Ser Amory Loch a manos de Jaqen H'Qar (o como se escriba). El tramo final de la temporada promete grandes cosas, y teniendo en cuanto el salto que han dado ya desde que mostraron el cometa rojo al principio de la entrega, la curiosidad que tengo por ver la batalla del Aguasnegras no hace más que aumentar.

07 mayo 2012

Amor por la tele

Una de las notas definitorias de Kenneth desde el principio de "30 Rock" es su amor incondicional por la televisión. Para él, ninguna situación es demasiado humillante, ningún programa es demasiado malo y ninguna supuesta estrella es demasiado antipática con tal de trabajar cerca de la gente que da vida a esa "caja tonta" todas las semanas. Por mucho que lo ha intentado, no puede abandonar las cercanías de un plató, aún menos si en ese plató se produce un programa en directo, y hasta cuando termina una temporada aparentemente fuera de la NBC, Kenneth es incapaz de odiarla. El conserje es, también, la personificación del amor por la televisión que sienten los creadores de "30 Rock", empezando lógicamente por Tina Fey; un amor que cristaliza en muchas de las referencias y chistes que incluyen en los episodios "normales", y que ha alcanzado su punto más alto en el segundo capítulo en directo de su historia.

Más que un episodio, ese "Live from Studio 6H" es como la versión de "30 Rock" de un capítulo temático de "Saturday Night Live", y no sólo porque buena parte de los participantes se forjaran allí. En lugar de intentar hacer en vivo un capítulo más convencional de la serie (como decidieron la primera vez), optaron por lanzarse de cabeza a una colección de sketches que parodiaba y homenajeaba al mismo tiempo la historia de la televisión en directo. Bastantes de los shows mostrados se basan en series reales; "The Lovebirds" era un trasunto de "The Honeymooners" y "Alfie and Abner", una sátira de "Amos and Andy", una comedia originalmente radiofónica y que generó mucha polémica cuando se supo que dos actores blancos interpretaban a los personajes, que eran negros.

Esos sketches les permitieron, además, reírse del racismo y del sexismo que imperaban en la televisión de hace décadas, a la vez que criticaban que la situación no ha cambiado tanto desde entonces, y permitieron que Jon Hamm volviera a demostrar que, cuando acabe "Mad Men", tiene futuro en la comedia y que Brian Williams, el presentador de las noticias nocturnas de la NBC, tiene un sentido del humor a prueba de bombas. Pero claro, lo que es tradición también en "30 Rock" es tirar no sólo de Williams, que puede ser de las mejores estrellas invitadas que han tenido, sino de todos los presentadores de otros programas reales de la cadena para hacer sus parodias (otro recurrente es Matt Lauer, de "Today"), difuminando todavía más la línea entre el mundo real y el de la serie.

Hacer una lista de todos los invitados y de las diferencias entre la versión de la costa Este y la de la Oeste es estropear la diversión del capítulo, muy divertido en su falta total de sentido del ridículo y en esa demostración de que, aunque se rían de ella y se quejen de su situación, en "30 Rock" quieren mucho a la televisión. A toda la televisión.

P.D. podcastero: "Yo disparé a JR" se graba en falso directo, como si dijéramos, por lo que a veces se nota que perdemos el hilo de lo que estamos diciendo o nos dan ataques de tos. Esta semana tenemos a Susana Alosete, de "Chica de la tele", de invitada para hablar de la tercera temporada de "The good wife", y tocamos otros temas que podéis ver en el menú de abajo:

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- 3': Sección HBO: La costosa cancelación de "Luck", el descarte de "The corrections" y la última controversia sobre "Girls".
- 19': "Whitney" y "2 Broke Girls".
- 30': "The good wife" (spoilers de la tercera temporada).
- 61': "Forbrydelsen" (spoilers de la primera temporada).

06 mayo 2012

Donde está el dinero

La sindicación es donde está el dinero. Es un dicho que se repite muy a menudo cada  vez que se habla de la industria de la ficción televisiva en Estados Unidos. En el último BirraSeries, Alejandro Flórez, director de Adquisiciones de producción ajena de laSexta, y Miguel Salvat, director de Canal +, también lo comentaron al explicar qué canales se seguían cuando las cadenas españolas buscaban series norteamericanas para incluir en sus parrillas. Se habló de que nadie sabe nada en ese negocio y que no es posible aventurar cuándo una serie va a funcionar o no, explicaron que tienen que decidir si compran basándose sólo en el piloto y, a veces, ni en eso, y que tienen que fiarse de su intuición, y de lo que creen que se va a ajustar a las necesidades de su cadena, a la hora de decantarse por un título u otro.

Lo que quedó muy claro, por si no lo estaba ya, es que la ficción televisiva es una industria que mueve muchos millones de dólares, al menos en Hollywood, una maquinaria que no puede detenerse nunca. Flórez y Salvat recordaron que las networks pueden escuchar cientos de propuestas de nuevas series, de las que a lo mejor se producen 40 pilotos, de los que después menos de diez pasan a series. Todo ese proceso cuesta mucho dinero y, aunque se ha intentado cambiar (la NBC intentó hace unos tres años ordenar series enteras, saltándose el paso previo del piloto, sin éxito), al final es el único sistema que funciona. Y funciona aun a sabiendas de que en la primera temporada se va a perder dinero, de que, con suerte, la inversión se empieza a recuperar en la segunda y que no se empieza a ganar de verdad hasta la cuarta o la quinta, cuando la serie se vende a la sindicación.

Esto no es más que la venta de los derechos de las reemisiones de capítulos viejos de una determinada serie a las cadenas más pequeñas que las networks, que lo mismo son afiliadas locales que canales de cable básico. Un acuerdo lucrativo de sindicación puede favorecer renovaciones de programas que están en la burbuja, como es probable que le ocurra este año a "Community", sindicada a Comedy Central, y puede mantener a flote series muy veteranas cuyas audiencias ya no son lo que eran y sus costes son muy elevados. Las repeticiones de las tres "CSI" en USA y AMC han hecho que CBS no haya cancelado todavía ninguna de ellas, si bien, otra vez, surgen los rumores de que "CSI: Miami" o "CSI: NY" podrían terminar esta temporada. En pos de jugosos acuerdos de sindicación, los estudios pueden hacer todo tipo de ofertas a las cadenas para que renueven sus series, u ofrecérselas a otras si ven que las primeras no están muy dispuestas a continuar con ellas. Cualquier cosa vale para superar la barrera de los 88 capítulos y acercarse al número redondo de los 100, que es la cifra preferida para la sindicación.

Música de la semana: De "Girls" se han dicho ya muchas cosas, aunque casi ninguna referida a la música que suena de fondo en los episodios. Curiosamente, una de esas canciones se ha podido escuchar en dos series teen sobrenaturales como "Teen Wolf" y la ya cancelada "The nine lives of Chloe King", "Overdrawn", de White Sea, el proyecto de la cantante de Los Ángeles, Morgan Kirby.