18 marzo 2010

Un jugador de equipo

En cualquier equipo deportivo, tener una estrella capaz de decantar el devenir de un partido, en la que confiar para, por ejemplo, jugarse las canastas decisivas sobre la bocina es algo muy jugoso y deseado por cualquier entrenador y directivo. Todo el mundo quiere tener a Kobe Bryant a sus órdenes. Pero tan importantes como él son los jugadores de equipo, los que pueden desempeñar diferentes roles dependiendo de las necesidades del conjunto y, cuando la situación lo requiere, hasta pueden "disfrazarse" de la estrella. Disponer de un Robert Horry (o un Toni Kukoc o un Manu Ginóbili) es un valor añadido del que tampoco ningún equipo quiere verse privado. ¿Y a qué vienen estos símiles de la NBA? Al papel que desempeña una pequeña serie llamada "Bones" tanto en Fox en Estados Unidos como en la Sexta en España.

Hace unas semanas, su showrunner, Hart Hanson, explicó en una conferencia en la universidad Grant McEwan de Edmonton (Canadá) que, durante las dos primeras temporadas, habían sido lo que las cadenas denominan un programmer. Éste es un programa que utilizan para tapar agujeros, para emitirse en aquellos horarios en los que sus inquilinos originales han fracasado, y en cuanto su audiencia caiga por debajo de los 5-6 millones de espectadores y deje de ser rentable, lo cancelan y a otra cosa mariposa. "Bones" estuvo alternando lunes, martes y miércoles, siendo emparejada con "House", "American Idol" y otros realities, sufriendo parones por el béisbol, discursos presidenciales y por necesidades de producción, y siempre aguantó con un colchón de 6-7 millones de espectadores, un grupo muy fiel que la persiguió por toda la parrilla y se acostumbró a que, cuando llegaba la midseason, se emitiera en otro horario diferente al que tenía al principio de la temporada.

"Bones" fue esas temporadas un jugador de equipo que cumplía con lo que la cadena necesitaba y rellenaba perfectamente cualquier hueco. Si en el caso de "House" fue su emparejamiento con "American Idol" lo que le permitió pasar de la primera temporada, en el de "Bones" fue hacerse con esos fans leales que impidieron que la excusa de la baja audiencia fuera esgrimida para su cancelación. Además, ya en la tercera temporada, Fox empezó a darse cuenta que, cuando la serie se mantenía cierto tiempo en el mismo horario y sin hiatos, iba ganando audiencia semana a semana, y su "suelo" garantizaba unos datos más que decentes. Esta quinta temporada es la primera en la que se han mantenido en su horario de los jueves a las 8 desde el principio (desde la mitad de la cuarta temporada, en realidad), y la estrategia ha salido muy bien, alcanzando unos picos superiores a los 12 millones de espectadores antes del parón por los Juegos Olímpicos de Invierno.

Lo interesante del caso es que en España este comportamiento se ha repetido en la Sexta, de un modo más notable en los últimos meses. Que yo recuerde, "Bones" se ha visto los martes, miércoles y jueves, y sus repeticiones incluso se han emitido a la hora de comer, a media tarde y los fines de semana. En todos los casos, la Sexta ha conseguido siempre unas audiencias más que decentes. El colofón llegó ayer, cuando el primero de los dos episodios (perteneciente a la quinta temporada, aquel simpático homenaje a "Expediente X" llamado "The X in the File") superó en unos 300.000 espectadores a "Los hombres de Paco" en Antena 3 (cuyas audiencias andan un poco de capa caída). Marcó su máximo histórico en la cadena y se ha convertido esta temporada en uno de sus programas más fiables (que llevó incluso a un encadenamiento de chistes y referencias entre "Sé lo que hicisteis" y el propio Hart Hanson vía Twitter).

¿Qué tiene la serie para conseguir que el baile de horarios no afecte a su audiencia? No lo sé, la verdad. Ya comenté en alguna otra ocasión que a mí me fue ganando viendo episodios sueltos de la tercera temporada en la Sexta. Lo divertidas que eran las sesiones de "terapia de pareja" de Booth y Brennan con Sweets (y los vídeos rodados para la web) hicieron que fuera siguiéndola más de cerca, hasta acabar con un verano dominado por completo por los cerebritos del Jeffersonian. Puede ser su sentido del humor (que a veces parece heredado de las primeras cintas gore de Peter Jackson), el encanto del reparto y la innegable química entre su pareja protagonista, o simplemente que lo pasas bien viendo un episodio y no necesitas ninguna disquisición filosófica muy elevada para disfrutarlo (aunque algunas de las discusiones entre Brennan y Booth sobre ética y religión, especialmente, se ven raramente en la televisión yanqui y son más intelectuales de lo que podría parecer). O, como dice el propio Hanson, el truco está en hacer vomitar a las espectadores en el minuto siete.

8 comentarios:

satrian dijo...

Bones es el perfecto anfitrión se maneja suelto con toda clase de audiencia, te pasa a su salón en el Smithsonian y te sientes tan cómodo que no quieres irte.

LiPooh dijo...

No conocía esto, pero me parece muy curioso. Yo supongo que es de esas series que se pueden ver sin continuación y que te atrapan durante 40 minutos muy entretenidos.
Saludicos.

OsKar108 dijo...

Yo me puse con ella para empezar la 4ª temporada en Fox España (aunque había visto algún capítulo suelto anteriormente)) y me gustó muchisimo, por lo que me vi las 3 anteriores aprovechando que empezaron a emitir un capítulo diario desde el principio al poquito de acabar con la 4ª, y ahora ya sigo con la 5ª también a ritmo de Fox España (mañana emite el 14 y harán un parón por casi llegar al ritmo USA, espero que no muy largo xD).
Yo supongo que va tan bien por ser un procedimental, por lo que puedes ver capítulos sueltos y salteados y que es una serie que no tiene que "obligar" a sus seguidores a un seguimiento exhaustivo, pero es que es tan divertida y te lo hace pasar tan bien que acabas no queriéndote perder ningún capítulo por lo que no me extraña que haga tan buenos números en ambas cadenas.
Lo de "lo pasas bien viendo un episodio y no necesitas ninguna disquisición filosófica muy elevada para disfrutarlo" queda muy retratado con la explicación que añades en el paréntesis "(aunque algunas de las discusiones entre Brennan y Booth sobre ética y religión, especialmente, se ven raramente en la televisión yanqui y son más intelectuales de lo que podría parecer)" aunque se podría decir que en la televisión (y cine) en general, si es que te explicas de maravilla 8D.

¡Saludos!

iocal dijo...

Pues yo la he abandonado este año. No es abundante pero la caspa y ese aire moralista republicano me pone de los nervios. El interrogatorio final al ayudante musulmán sobre su fé y un discursito de Booth contra un comentarista radiofónico que según él es un mal patriota fue, para mí, el colmo.

Estar en las nubes dijo...

Creo que llegué a ver hasta la tercera temporada y acabé hasta las narices de tanto listillo. La protagonista es insufrible y sus compañeros de laboratorio serían capaces de sacar de sus casillas al mismo Punset. No niego que esté bien hecha y sea un producto medio digno, pero a las series yankis les pido mucho más que eso. Coincido con quien dice que el tonillo moralista ofende y no soporto que cuando estoy cenando me amenicen con cadáveres, vísceras y comentarios gore. También supongo que el hecho de haberla visto doblada haya contribuído a que me resultara tan odiosa: esas voces impostadas y teatrales hacen aún más doloroso su visionado.

SR. WATANABE dijo...

Yo personalmente no pasé del piloto. Sé que es muy pronto para juzgar una serie, pero me aburrió tanto que no pude siquiera pensar en ponerme con el siguiente. Quizá algún día.

Mary-Kate dijo...

En mi caso llegué a la serie por uno de sus protagonistas. Booth (aka Angel) fue la razón por la que me decidí a echarle un vistazo, pero desde luego no fue la única por la que actualmente la sigo viendo. Todos sus protagonistas te tocan de alguna manera y, a pesar de la increíble química entre la pareja protagonista, el peso de la serie está bien repartido.
Si ha sido capaz de mantener esa audiencia tan fiel será, desde mi punto de vista, porque en seguida entras en la trama principal que va evolucionando despacio, pero que no se te hace larga por todo lo que rodea a la serie. Porque no es solo una serie de científicos, policias o cadáveres; es Bones, tiene ese toque especial que nos atrapa a todos sin saber bien por qué.

Unknown dijo...

Creo que ese tonillo moralista no es tal, pero bueno, es cuestión de nuestro punto de vista.