30 noviembre 2009

La década que fue

El repaso a la década sin nombre, como la han llamado en varios sitios, sigue dominando el panorama blogueril en Estados Unidos, sobre todo. Después de la exhaustiva que ya vimos de "The AV Club", ahora ha sido "The Hollywood Reporter" el que ha sacado su propio y polémico top ten. El caso es que todas esas listas y recopilatorios al final son cuestión de gustos (menos en los tótems de los críticos, que tienen que entrar por real decreto), y terminan sin contar lo que de verdad es más interesante, que es qué han aportado estos diez años a la televisión, si han aportado algo.

Desde luego, no puede negarse que, en cuanto a éxito de audiencia, el género por excelencia de la década ha sido el procedimental. Cuando se estrenó "CSI", en 2000, fue una verdadera revolución no tanto por el esquema autoconclusivo de cada capítulo sino por la rapidez y la tensión con la que se contaban las tramas, apostando por casos curiosos y peculiares y con una fotografía de colores saturados que no se había visto en televisión. Su éxito inmediato provocó un aluvión de clones que, en su mayoría, sufren del problema que tienen todas las fotocopias en serie, que es la degradación del original con cada nueva copia.

También "24" fue una bocanada de aire fresco en 2001, revolucionando la forma de contar una historia a lo largo de un capítulo con su narración lo más ajustada posible al tiempo real, su frenesí y, por supuesto, ese personaje heroico, pero lleno de dobleces, que es Jack Bauer y que para algunos críticos ejemplifica la tendencia del "antihéroe" como protagonista de las series que ha predominado en gran parte de los estrenos de la década. Más que antihéroes, en realidad esos personajes han dejado de ser héroes de una sola pieza y son personas tridimensionales capaces de lo mejor y lo peor, y es muy posible que, más que Bauer, sea Gregory House el principal responsable de que se iniciara esta tendencia. En ella, y que de repente la ficción televisiva haya vivido un boom en cantidad, calidad y repercusión, tiene parte de culpa que todos los canales por cable que querían ganar prestigio y diferenciarse de la competencia se lanzaron a seguir el ejemplo de la HBO y a producir sus propias series.

En esos títulos se ha dado una curiosa tendencia, que es la de mezclar géneros (todo ese rollo de la "muerte" de la comedia no es más que la caída en desuso del género clásico de la sitcom). Ciertamente, "Perdidos" fue una importante piedra de toque para esas fusiones, con su unión de thriller, drama de personajes, toques de comedia, terror, etc. Ha sido una de las series más influyentes de la década, al igual que "Galáctica" lo ha sido para la ciencia ficción, "The Office" para las comedias (marcando también un nueva tendencia con su estilo semidocumental) o "Los Soprano" para prácticamente cualquier cosa. También hay que tener en cuenta que el 11 de septiembre de 2001 marcó inevitablemente toda la ficción posterior, y no sólo "Rescue me". Ya no podía mostrarse el mundo sólo en blanco y negro.

29 noviembre 2009

Recuerdos del futuro

No sé qué pasa últimamente con el tiempo, que casi todas las series de ciencia-ficción que se estrenan tiene alguna trama relacionada con viajes o paradojas temporales. La última en llegar es "Paradox", una miniserie de la BBC que sigue a un grupo de policías y un físico que reciben, de forma misteriosa a través de un satélite de comunicaciones, imágenes de desastres que van a producirse en un futuro cercano (en el primer capítulo, sólo son 18 horas), y que ellos deben tratar de evitar. La han descrito como la "FlashForward" británica, pero creo que la comparación con "Minority report" es un poco más acertada. Incluso me atrevería a decir que podría ser una puesta al día de "Edición anterior", con unas gotas de "24", y, en vez de recibir el periódico del día siguiente, tienen unas imágenes, en principio inconexas, sobre un evento que aún está por llegar.

En el primer capítulo, resulta curiosa toda la subtrama de la tormenta solar (ha habido dos tormentas solares perfectas, en 1859 y 1989, que causaron daños peores a los descritos en la serie) y cierto giro cerca del final del episodio es interesante. Sólo van a ser cinco capítulos, y tengo curiosidad por ver si mantienen la tensión y la intriga. Según las notas de prensa que la BBC publicó cuando se anunció el rodaje de "Paradox", pretenden también mostrar los dilemas morales que pueden surgir de tener la capacidad de evitar el futuro, así que veremos si se meten por ese camino o no. El caso es que, por lo poco visto hasta ahora, puede merecer la pena dedicarle un poco más de atención a la miniserie, incluso aunque es más que probable que algunos de los supuestos dilemas a los que puedan enfrentarse sus protagonistas ya los hayamos visto en "Doctor Who", por eso de que el tiempo es algo así como wibbly wobbly timey wimey.

Por otro lado, lo que la detective Flint tiene que afrontar en "Paradox" no se diferencia tanto de los sueños de Allison DuBois en "Medium". Sí, antes de que lo preguntéis, cada capítulo parece que será un caso autoconclusivo, aunque me imagino que investigarán también de dónde vienen esas imágenes. Siendo sólo cinco episodios, el punto de partida no se agotará tan rápido como si fueran 13, por ejemplo. No es que vaya a redimirnos de una temporada no muy boyante en cuanto a estrenos de ciencia ficción, pero puede resultar entretenida.

Música de la semana: Ha sido una asociación inevitable con el tema de la serie, "Time is on my side", de los Rolling Stones. Que, además, era la canción que cantaba el demonio que intentaba cazar Denzel Washington en "Fallen".

28 noviembre 2009

La hibernación de los lagartos

Independientemente de que "V" nos parezca buena o mala (yo aún estoy indecisa), está muy claro que la ABC va a arriesgarse mucho enviándola de vacaciones hasta el mes de marzo. Cualquier inercia que pueda tener ahora puede perderse dentro de cuatro meses, más cuando entonces será "Perdidos" la que domine todas la conversaciones porque estará a menos de tres meses de su final. La cadena tiene la idea de emparejar ambas series cuando "V" regrese, lo que también es un gran riesgo por el historial de series que "Perdidos" ha mandado a la tumba siendo su lead-in (los casos más claros son "Invasión" y "The nine").

Pero es que, además, es más que probable que la "V" que veamos en marzo se parezca poco a los cuatro episodios que nos han enseñado como mero aperitivo. Tendrá entonces un nuevo showrunner (Scott Rosenbaum, que trabajó antes en "Chuck" y "The Shield"), que por las entrevistas que ha dado parece que va a llevar la trama por una dirección ligeramente diferente, y también tendrá menos margen para intentar convencer a la audiencia, y a la ABC, de que merece una segunda temporada. Yo no sé muy bien qué pensar de lo que hemos visto hasta ahora. Es cierto que Anna es una mala que da juego, y el rollo paranoico del segundo capítulo estaba muy logrado, pero hay bastantes cosas que no me convencen, como el hijo adolescente de Erica, la agente del FBI. No sé si el plan que los visitantes tienen para él es similar al que los cylones tenían para Helo en la primera temporada de "Galáctica" (lo parece), pero yo casi prefiero que lo sacrifiquen en un ritual sangriento a Quetzalcóalt y nos libren de él.

Lo cierto es que las series de ciencia ficción estrenadas esta temporada no están destacando especialmente. De "Stargate Universe" voy con retraso, aunque realmente parece que mejora a partir del séptimo capítulo (en "The Watcher", por cierto, ha habido cierta polémica con esta serie y su quiero-y-no-puedo inicial), "FlashForward" pasa a dormir el sueño de los justos para mí (vamos, que abandono) y "V" aún no sabe muy bien cómo contar la historia que quiere. Han recuperado algunas cosas de la serie original (SPOILER, lo del bebé lagarto era demasiado goloso como para dejarlo escapar FIN DEL SPOILER), y realmente pueden sacar algo interesante de ese plan que los visitantes no dejan de mencionar (ya sabéis, hay muchas copias y tienen un plan) y de todo el rollo de John May. Pero habrá que esperar a la primavera, y a que terminen los Juegos Olímpicos de Invierno para comprobarlo.

26 noviembre 2009

Para ocasiones especiales

De tanto ver series americanas, acabamos teniendo cierto conocimiento de fiestas relevantes para ellos como Halloween, Acción de Gracias, el 4 de Julio o, por supuesto, Navidad gracias a los episodios especiales que se les dedican a esos días. Casi todos suelen tener una pátina un poco sentimentaloide (más los de Thanksgiving y Navidad), por eso de que se reúne toda la familia y blah, blah, blah. Las series familiares a los "Siete en el paraíso" o "Cinco en familia" solían utilizar estos episodios para montar unos líos muy gordos que cabreaban a todo el mundo al principio, para luego reconciliarlos delante de un festín pantagruélico que ni los de "El festín de Babette".

Entonces llegó "Friends" con sus especiales de Acción de Gracias y se convirtió en un clásico. Cambió la reunión tradicional en familia con la de los amigos, línea por la que sigue "Cómo conocí a vuestra madre" (aunque vimos una comida familiar en casa de los Erikssen de Minnesota que se comprende que intimidara a Lily), añadiendo ese Slapsgiving marca de la casa. Las carcajadas que lograban las comidas en casa de Mónica Geller no han podido ser superadas (la tarta aquélla con literalmente todo de Rachel, tampoco), y por eso no es raro que alguna cadena estadounidense emita esos episodios de "Friends" en alguno de los típicos maratones de series con los que algunos canales intentan contrarrestar los tradicionales partidos de fútbol americano (o los especiales de Charlie Brown).

Si en Acción de Gracias y en Navidad se lleva el colegueo, en Halloween es más normal tirar hacia el terror o el cachondeo generalizado (éste más centrado em la parte de los disfraces. Aún me acuerdo del "zurullito" de Ross o la mitad inferior de la vaca de Zack Addy). Aquí, los "Treehouse of Horror" de "Los Simpson" son los reyes absolutos, reciclando y homenajeando tramas de viejas películas o de clásicos de la literatura de ciencia ficción (mi favorito, por su nivel de frikismo, siempre será el de Homer en 3D). Pero he de confesar que recuerdo también uno de "Blossom" en el que una de sus amigas creo que se emborracha y, para disimular delante del padre de Blossom, finjen que se ha quedado dormida viendo "El silencio de los corderos" ("está muy curtida", es la explicación que dan).

De todos modos, con esto de las reuniones familiares o de amigos por una de estas fechas señaladas (una de las frases hechas que más odio, junto con "marco incomparable"), me he acordado de un par de películas que merecen una revisión. Una es "A casa por vacaciones", la segunda cinta dirigida por Jodie Foster, y la otra es una de mis favoritas de siempre, "Los amigos de Peter".

25 noviembre 2009

En el año 2000

Que diciembre esté cerca representa dos cosas en este pequeño mundo nuestro del entretenimiento audiovisual: el comienzo de la temporada de premios de Hollywood y la inundación de las listas de lo mejor del año, que esta vez van a tener una particularidad especial por estar en 2009, y es que van a desdoblarse. Además de lo más destacado del año, tendremos también lo más destacado de la década. Éstas últimas listas han empezado ya a aparecer por aquí y por allá, algunas más exhaustivas y discutibles que otras. The Times, por ejemplo, ha elegido estas 100 películas (tiene listas también de libros y discos de jazz y música clásica), y en The Guardian tienen una cuenta atrás de 10 discos de la década.

De todas las primeras listas que he visto, una de las iniciativas más curiosas es la de The AV Club, que lo mismo habla de los mejores cómics de estos 10 años que de películas, que se marcan varias listas dedicadas exclusivamente a la tele. Tienen la obligatoria de las 30 mejores series (encabezada por "The Wire"), otra sobre late nights, otra sobre realities, otra sobre miniseries y otra más sobre "flores de un día" (o lo que es lo mismo, series que ni aguantaron una temporada completa). Las clasificaciones televisivas que a mí siempre me resultan más curiosas son las de los capítulos, porque ahí se aprovecha para acordarse de series que no entran en el top general, pero que se merecen un reconocimiento.

Echando un vistazo a todas esas listas, la decena que encabeza la clasificación de las mejores series no es ninguna sorpresa ("The Wire", "Los Soprano", "Arrested Development", "Freaks & Geeks", "Mad Men", "Breaking Bad", "The Office" versión BBC, "Perdidos", "Deadwood" y "The Shield"), y más abajo tampoco se olvidan de la versión NBC de "The Office", "Galáctica", "30 Rock", "Dexter" o "A dos metros bajo tierra". Pero encuentran hueco también para "Cómo conocí a vuestra madre", "Verónica Mars", "Firefly", "Friday Night Lights" y "Futurama", entre otras. No obstante, es más curioso ver su lista de episodios, en la que entran series que se quedaron fuera de la clasificación anterior. Y ahí entran capítulos de "Malcolm", "South Park", "24", "Las chicas Gilmore", "Alias", "Scrubs", "Mujeres desesperadas", "House", "CSI", "Roma", "Extras", "Héroes", "Doctor Who", "Pushing daisies" o incluso "Dollhouse". También es interesante la colección de miniseries y películas para televisión, donde figuran "Generation Kill", "Planet Earth", "Recount", "Angels in America", "Hermanos de sangre", "Torchwood: Children of Earth", "Life with Judy Garland", "Broken Trail", "John Adams", "When the levees broke" y "The corner".

Es una peculiar recolección de algunos de los mejores momentos televisivos de la última década (todavía no han empezado con la listas dedicadas al cine), obviamente muy centrado en Estados Unidos, y en algunos casos optando por las elecciones menos obvias. Yo me veo incapaz de elegir y reducir todas las series de esta última década a sólo 10, ó 15, ó 20, o las que sean. Ya me dejaré cosas por el camino en el inevitable recordatorio de lo mejor de 2009, así que un mega-recopilatorio desde el año 2000 puede resultar catastrófico para mis neuronas. Mejor voy a ponerlas a descansar un poco con una de las canciones que sonaban en "Buenas noches y buena suerte", que es una de mis películas favoritas de estos últimos diez años, "I've got my eyes on you".

24 noviembre 2009

El encanto de la serpiente

El otro día, TV Gal se preguntaba cuál era el personaje masculino más encantador y carismático de la parrilla actual en Estados Unidos. Su elección era Richard Castle, sobre cuyo carisma, un poco de niño grande, se apoya toda "Castle", siempre jugando con el riesgo de ser vampirizada por su personaje central. Él es un buen ejemplo de la corriente de situar hombres cuyo encanto les sirve para salirse siempre con la suya en el centro de bastantes series contemporáneas, sobre todo procedimentales. El carisma nos puede hacer perdonar grandes errores en las series (los capítulos de "La mujer biónica" con Katee Sackhoff de mala hasta merecían la pena, y muchos de los problemas de "FlashForward" vienen de que el carisma que le sobra a Sackhoff, le falta a Joseph Fiennes), y es la base sobre la que se han construido carreras enteras. Que se le pregunten a Cary Grant (que tenía más cosas debajo de esa fachada de encantador de serpientes).

Patrick Jane, Charlie Crews de la extinta "Life", Sawyer, Tim Riggins y su encanto de malote un poco Starbuck, incluso Seely Booth, que le confiesa a Brennan que puede ser devastadoramente encantador si ella no está mirando, se sirven de ese carisma para lograr cualquier objetivo que se propongan, o para escapar de alguna dificultad. El coronel John Sheppard de "Stargate Atlantis" lo ha utilizado alguna que otra vez, y siempre hay algún personaje que intenta imitar a Han Solo, quintaesencia de los tipos encantadores con dobleces y que, aunque parecen duros y egoístas, en el fondo tienen buen corazón. También Fox Mulder se sirvió muchas veces de su encanto y su ironía para conseguir algo.

Lo curioso es que estos personajes, a veces un poco caraduras, suelen ser casi siempre hombres (me imagino que para atraer al público femenino). En el lado femenino, ahora mismo sólo se me ocurren dos mujeres televisivas que tiraran también de encanto (y mucha labia) para salirse con la suya, Lorelai Gilmore y Verónica Mars. Es difícil encontrarse personajes tan bien construidos como esos dos, y que no se ciñan sólo a algún estereotipo basado en el físico. Por cierto, que la velocidad a la que hablaba Lorelai nos sirve para explicar de dónde viene el título de esta entrada, precisamente de una clásica comedia de los 40, dirigida por Howard Hawks, en el que también hablan rapidísimo, y cuyos protagonistas, Cary Grant y Rosalind Russell, derrochan encanto, química y timing cómico: "Luna nueva". Que no tiene nada que ver con vampiros ni amores imposibles, sino con periodistas. Uno de los diálogos que yo más recuerdo de la cinta es el que responde Russell cuando le dicen que el personaje de Grant tiene mucho encanto: "Es natural en él. Su abuelo era una serpiente".

23 noviembre 2009

FNL Blogger's Day: Los Taylor

"Friday Night Lights" es una de las series más complicadas de "vender" y recomendar. ¿Un equipo de fútbol americano de un instituto en un pueblo de Texas deprimido y con pocas salidas? Así dicho, a mí tampoco me emocionaría. Pero debería hacerlo. Para intentar que más gente se anime a darle una oportunidad a esta serie (genuina acreedora del título "el mejor drama que no estás viendo"), surge este "Friday Night Lights Blogger's Day", en el que varios blogueros fans de la serie vamos a contar algunas de las cosas que hacen que darle una oportunidad a Dillon y sus habitantes merezca la pena. Y una de ellas es la pareja que acaba ocupando el centro de la serie: los Taylor.

Cuando los conocemos por primera vez, Eric Taylor es el nuevo entrenador de los Dillon Panthers, un equipo con una gran historia de títulos estatales detrás y con un quarterback que es una mina, Jason Street, y en los hombros de los dos descansan las esperanzas del pueblo de ganar de nuevo un anillo de campeón. Su mujer, Tami, y su hija adolescente, Julie, no están muy emocionadas de mudarse a Dillon, pero van adaptándose. Tami empieza a trabajar como orientadora en el instituto y Julie va haciéndose con nuevos amigos. El retrato de la familia está muy logrado, sobre todo, porque el matrimonio de Eric y Tami es, junto con Joe y Allison DuBois de "Medium", muy probablemente el más realista y cercano de todos los que pueblan la televisión estadounidense actualmente. Los dos se quieren y se apoyan siempre que es necesario, e incluso cuando discuten y se pelean se aprecia ahí una relación basada en la confianza y el respeto y no sólo muy verosímil, sino alejada además de excesos melodramáticos.

En ello tiene buena parte de culpa la naturalidad y la sutileza con la sus intérpretes, Kyle Chandler y Connie Britton, se acercan a ambos personajes. Simplemente los silencios entre ellos ya están diciendo mucho más que cualquier parrafada, y el modo en el que se los ha ignorado sistemáticamente en las nominaciones de todos los premios televisivos es una de las cosas más injustas que ha sufrido "Friday Night Lights". Porque, además, los Taylor en acción suelen ser muy divertidos (especialmente cuando tienen que hablar con Julie de algo importante). No dejan de ser una pareja normal con una hija adolescente que intenta sortear lo mejor que puede los problemas que se les van presentando, y ahí justo radica su encanto. Conforme avanzan los episodios, más te van enganchando Eric y Tami, dos personas complejas, que se equivocan, hacen cosas buenas, discuten, tienen días malos y asumen como pueden las consecuencias de sus decisiones, y ninguna de las dos es más que la otra.

Como suele pasar en estos casos, lo mejor es verlos en su salsa, más que leer todas las lindezas que podamos decir sobre ellos. Es muy fácil que los Taylor acaben siendo tus personajes favoritos de la serie (para mí lo son), y una de las principales razones para darle una oportunidad a "Friday Night Lights". Como suele decir siempre Eric antes de un partido: Clear eyes, full hearts... Can't lose!.

22 noviembre 2009

La audiencia no me entiende

En "TV by the numbers" llevan ya unas cuantas semanas aprovechando los sweeps de noviembre para intentar dilucidar qué series están en la cuerda floja de cara a mayo. Además de certificar que el combo "Entre fantasmas"-"Medium" de la CBS los viernes funciona muy bien, del repunte de "Smallville" esa misma noche, que la ABC ha encontrado la solución para los miércoles con su noche de las comedias, y que Fox se ha convertido en la cadena que atrae a más espectadores jóvenes gracias a "Glee", una de sus principales historias es adelantarse a la posibilidad de que "FlashForward" o "Fringe" no vayan a ser renovadas.

Sobre "Fringe" ya hemos hablado bastante. Sigo pensando que cualquier mudanza de horario significaría la señal de que no volverá la próxima temporada, pero en este caso no hay nada definitivo. En cuanto a "FlashForward", ha perdido su segunda posición de los jueves a las 8 a favor de "Bones", y se ha quedado en unos 8 millones de espectadores. Seguramente, si se queda en esas cifras, puede tener una posibilidad de que la ABC la renueve, pero a lo mejor esa cuestión termina siendo una competición con "V". Si ninguna de las dos tiene unos datos espectaculares, la cadena puede pensar que no hay sitio en su parrilla para dos series más o menos postapocalípticas (en "V" aún no ha habido nada de esto, ya lo sé). Hay rumores de que los lagartos podrían ir detrás de "Perdidos" en febrero (lo que no sé si es bueno o malo, teniendo en cuenta los antecedentes de "Perdidos" de quemar a las series a las que precede), y me cuesta pensar que, a pesar de que no vaya muy boyante, la ABC vaya a descartar "FlashForward", que era una de sus apuestas fuertes de esta temporada.

Hace algunos días, "Los Ángeles Times" publicó un breve resumen de los ganadores y perdedores de lo que llevamos de temporada entre las networks. En él, destaca cómo, simplemente moviendo "House" a los lunes (y con "Glee", claro), Fox ha dejado de ver el otoño sólo como la antesala del invierno y la temporada de "American Idol" para convertirse en una de las principales cadenas para los espectadores entre 18 y 49 años, compartiendo esa preferencia con la ABC. También apunta las dos tendencias que todos ya conocíamos, como son el regreso de las sitcoms, más o menos, y que los procedimentales de la CBS siguen inasequibles al desaliento. Además, indica que, menos para ahorrarse costes, "The Jay Leno show" no puede considerarse un éxito para la NBC. La audiencia es muy baja y arrastra con ella a "The Tonight Show" y a los informativos locales, así que no está claro qué hará la cadena la temporada que viene.

Por supuesto, las notas de prensa de las cadenas le dan a todos estos datos el giro adecuado para presentarlos como un éxito. ABC, por ejemplo, dice siempre que "FlashForward" supera a las comedias de la NBC. Al parecer, hay quien apunta que las renovaciones y cancelaciones se harán en enero, un poco antes de lo habitual, debido a los Juegos Olímpicos de Invierno, que la NBC emite a mediados de febrero. Y respecto a esta cadena, por cierto, parece que "Trauma" aún no está cancelada del todo, porque han solicitado cinco episodios más. ¿Tiene de verdad la NBC un plan?

Música de la semana: Me ha hecho gracia ver esta semana que "Mercy" tenía un capítulo titulado "Not that kind of girl", el estribillo de la canción que lanzó a Anastacia, "Not the kind".

20 noviembre 2009

Cabeceras por fascículos (X)

"Joan de Arcadia"



Canción: "One of us"
Artista: Joan Osborne

Muy apropiadamente para una serie sobre una chica que podía hablar con Dios, su sintonía era una canción que sde pregunta qué pasaría si Dios fuera como uno cualquiera de nosotros. Si yo no recuerdo mal, fue el único gran éxito de Joan Osborne, lanzado a mediados de los 90, que luego colaboraría con gente de Grateful Dead. En "Joan de Arcadia" empezamos a ver a Amber Tamblyn y a Zachary Quinto, que tenía un papel muy pequeño, y entre su equipo de guionistas figuraban los dos productores ejecutivos de "Bones", Hart Hanson y Stephen Nathan.


"Bored to death"



Canción: Bored to death
Artista: Coconut Records

Ya hemos comentado otras veces la faceta musical de Jason Schwartzman, que es el que está detrás de la canción de esta comedia indie de la HBO. El dibujante detrás de estos créditos es Dean Haspiel, que colaboró con Harvey Pekar para su cómic "American splendor". Como ya hemos hablado más veces de Coconut Records y la etapa de Schwartzman como batería de Phantom Planet, lo dejaremos aquí.


"Roswell"



Canción: "Here with me"
Artista: Dido

Antes de "Friday Night Lights", Jason Katims fue el showrunner de "Roswell", una serie sobre unos extraterrestres adolescentes que llegaban a ese famoso pueblo de Nuevo México. Como podéis ver en los créditos, estaba plagada de "casi famosos", pero duró sólo tres temporadas. También utilizaban de sintonía un gran éxito de finales de 90, de Dido, a la que Eminem dio un buen empujón al utilizar en "Stan" un sampler de su canción "Thank you". En "Roswell", por cierto, también trabajaron en el equipo de guionistas Ron Moore y dos de los actuales guionistas de "House", Russel Friend y Garrett Lenner.

19 noviembre 2009

La última tentación del Doctor

ALERTA SPOILERS: Si no vais al día con los últimos especiales de "Doctor Who", lo mejor es que os monteis en el TARDIS y veais "The waters of Mars" antes de seguir adelante.Your call.

De todos los enemigos a los que ha tenido que enfrentarse el Doctor, el peor siempre ha sido él mismo. El poder absoluto corrompe absolutamente, que decía Lord Acton, y que el Doctor tenga, como último Señor del Tiempo, el control completo sobre las leyes del tiempo es siempre una gran tentación. Como también decía Yoda, la elección de los caminos fáciles lleva al Lado Oscuro de la Fuerza, y el Doctor ha estado más de una vez a punto de pasar esa línea. Pero siempre tenía alguien a su lado para evitarlo, ya fuera Rose, Martha o Donna, y en cuanto ha viajado solo más de la cuenta, ha acabado sucumbiendo a su peor tentación, aunque lo hiciera con la mejor de las intenciones. Como referencian adecuadamente en "The waters of Mars", la vez anterior que intentó cambiar un punto fijo en la línea temporal (en "Los fuegos de Pompeya", en la cuarta temporada), sus acciones sólo sirvieron para forzar que ocurriera, y lo mismo ocurre esta vez, sólo que es su megalomanía y su decisión de actuar como un semidiós lo que lleva a la capitana Adelaide Brooke a cumplir lo que ya había pasado y morir, aunque fuera por su propia mano.

Ese dilema moral del Doctor de ser testigo de la Historia, pero no intervenir, que siempre ha estado insinuado, ocupa el centro de este especial y lo hace de forma muy lógica y natural, porque lleva a Diez a plantearse que, efectivamente, se encuentra al final de su vida bajo esa forma. Ha perdido el norte, ha dejado que los sentimientos tomen control sobre su cabeza y se ha dejado llevar por la borrachera de saber que tiene un gran poder y que no queda nadie vivo que pueda evitar que lo utilice como mejor le venga en gana. Ésa es la fundación de muchos archivillanos en los cómics de superhéroes. Pero los humanos siempre acaban domando esos delirios de grandeza, por eso el Doctor necesita un acompañante, y es normal que el final de su tiempo esté precedido por una época de viajes solitarios.

En Navidad llegará el principio del fin de la época de David Tennant y Russell T. Davies al frente de "Doctor Who", y se abrirá la espera para ver cómo Steven Moffatt y Matt Smith recogen su testigo. Ese último especial, dividido creo que en dos partes, se titulará "The end of time" y nos trae de vuelta al mejor villano que ha tenido en estas cuatro temporadas, el Maestro. Es mejor que los Daleks, los Sontarans, los maniquíes asesinos y cualquier otro extraterrestre malvado que se os ocurra porque obliga al Doctor a enfrentarse con su propio reflejo, con la oscuridad que anida en su interior, con la tentación de creer que, por lograr un fin honorable, se justifican todos los medios a su alcance. Los tambores están sonando...

18 noviembre 2009

El año de los años

En 2009 se han cumplido 400 años del telescopio de Galileo Galileo, 70 del final de la Guerra Civil española y del principio de la Segunda Guerra Mundial (y 65 de su final), 40 de la llegada del Apolo XI a la Luna, 10 de la caída del Muro de Berlín, 70 del estreno de "El mago de Oz" y 50 del de "Con la muerte en los talones", 10 de los debuts de "Farscape", "Los Soprano" y "Freaks & Geeks"... Y si este blog fuera una serie de televisión, estaría cumpliendo cuatro años y a punto de empezar su quinta temporada. Que da un poco de vértigo. Tan pronto estás presentándote a la blogocosa como, de golpe, celebrando que has alcanzado un hito en el camino que, lógicamente, será más redondo cuando llegue a los cinco años (y dé comienzo su sexta temporada).

Lo curioso de esto es echar la vista atrás a ese 2005 y fijarse en las series que se estrenaron ese año, el siguiente al gran boom del famoso otoño de 2004 (que va camino de convertirse en un cliché de tanto repetirlo), y el del nacimiento, en España, de Cuatro: "Medium", el debut americano de la primera temporada de "Galáctica" (que se había visto meses antes en el Reino Unido), "Numb3rs", la versión de la NBC de "The Office", la nueva etapa de "Doctor Who", "Anatomía de Grey", "Weeds", "Prison Break", "Sobrenatural", "Bones", "Cómo conocí a vuestra madre", "Me llamo Earl", "Mentes criminales", "Todo el mundo odia a Chris", "Entre fantasmas" y "Bleak House", entre otras. Fue el año también que terminaron "Policías de Nueva York", "Tru Calling", "Carnivale", "Joan de Arcadia", "Turno de guardia", "Todo el mundo quiere a Raymond" o "A dos metros bajo tierra". Así que fue bastante movidito.

En los dos meses finales de ese año, por este rincón de la blogosfera teléfila sólo se hablaba de la temporada de premios de Hollywood y de "Perdidos", y sirvieron más de calentamiento que otra cosa. Detrás de los náufragos de la ABC llegó "Verónica Mars" (por eso está ahí esa foto, porque fue la segunda serie de la que me proveyó el ciberespacio), y me resulta curioso que, de aquellas entradas iniciales, todavía reciba unas cuantas visitas mensuales un breve recordatorio a "Playa de China" (que iba a abrir una sección que se quedó en el olvido). Pero si los Luthiers dicen que cualquier tiempo pasado fue ayer, nos aplicaremos la receta y dejaremos de regodearnos en el pasado. Aunque, si queréis, podéis leer lo que es un macguffin, más o menos. Y si queréis regalarle a este blog, ahí os dejo una sugerencia.

17 noviembre 2009

Dígaselo con una canción



Desde hace tiempo, hay algunos anuncios, más si son de determinadas marcas, que lanzan a la fama a las canciones, y los grupos, que ponen música a sus imágenes. No sé si os habéis fijado que incluso hay algunos anuncios que incluyen el nombre de la canción y la banda en un lado de la pantalla, para que sea más fácil identificarlos, y hasta se llegaron a editar varios recopilatorios con estos temas. Los de telefonía móvil se han convertido en todo un filón, haciendo famosos de golpe a los Dandy Warhols con "Bohemian like you" o a Toploader con su versión de "Dancing in the moonlight" (one hit wonder de libro, por cierto). Incluso lograron que "Island in the sun" desbancara a "Buddy Holly" como el tema más famoso de Weezer.

Ahora parecen estar de capa caída, pero hubo una época en los 90 en la que cierta marca de vaqueros iba a éxito musical por anuncio, ya fuera "Turn on, tune in, cop out" de Freak Power (el grupo que tenía Norman Cook antes de ser Fatboy Slim), "Spaceman", de Babylon Zoo o "The second line", de Clinic. Incluso llegó a haber un anuncio de coches que nos hizo creer a todos que "King of the road" era de Elvis Presley, en lugar de Roger Miller, y que volvió a poner de moda la célebre "I feel good" de James Brown. Últimamente, son las casas de ropa deportiva (y una más en concreto) las que están usando canciones que alcanzan cierta repercusión. Ya puede ser "Soul bossa nova", de Quincy Jones, que el anuncio de arriba puso de moda antes de "Austin Powers", o la versión de "Hurt", de Nine Inch Nails, que hizo Johnny Cash, o vuelve a poner de moda "All these things that I've done", de The Killers, o lanza a Eagles of Death Metal utilizando en un anuncio "Don't speak".

La publicidad ha ayudado a hacer conocida a Russian Red (aunque no recuerdo si algún anuncio empleaba "They don't believe"), y hace ya bastante tiempo hubo un famoso anuncio de Coca-Cola light que puso en el mapa un viejo éxito de Etta James, "I just want to make love to you". Y luego, claro, están esos que, por vete a saber por qué razón, sólo recuerdas tú, como uno de una tarjeta de crédito en el que sonaba el principio de "Canasteros de Triana", de Concha Piquer, u otro de un canal de televisión que utilizaba de banda sonora el Vals nº2 de la Jazz Suite de Dimitri Shostakovich que haría mucho más conocido "Eyes wide shut".

16 noviembre 2009

Sólo para sus ojos

Juan José Campanella lleva una doble vida laboral bastante peculiar, y que no es un caso aislado (Rodrigo García es otro en su misma situación). Se gana el pan dirigiendo capítulos de series de televisión en Estados Unidos (entre las últimas, ha estado nueve años en "Ley y orden: UVE" y ha sido el responsable de varios episodios de "House") y luego dirige en Argentina películas más intimistas que se han convertido en grandes éxitos tanto allí como en España. Son sus comedias amables, en el molde de "El hijo de la novia" (nominada al Oscar a la mejor película extranjera en 2002) las que le han llevado hasta ahí, resultando un salto bastante particular desde el título con el que empezó a hacerse notar, "El niño que gritó puta".

Su última película, "El secreto de sus ojos", es una adaptación de un libro, "La pregunta de sus ojos", de Eduardo Sacheri (en este blog comparan novela y película), y se ha convertido en un éxito de crítica y público que se ha trasladado de Argentina a España con fuerza. Es una historia de amor mezclada con la investigación de la violación y asesinato de una joven en 1974, y contada a la vez que su protagonista empieza a escribir una novela sobre todo aquello, casi treinta años más tarde. La investigación, aunque interesante, es en realidad la excusa para contar el amor correspondido, pero nunca hecho explícito, de la pareja protagonista, un investigador y una secretaria judiciales. Ambos están interpretados por Ricardo Darín y Soledad Villamil, que ya protagonizaron "El mismo amor, la misma lluvia", y que aquí mantienen un juego de miradas muy expresivo y eficaz, que dice todo lo que sus palabras evitan (de hecho, el título de esta entrada podría cambiarse a "tu nombre envenena mis sueños", que era lo mejor de la película homónima de Pilar Miró, y que en parte explica por lo que pasa el personaje de Darín).

No voy a contar nada más porque, como siempre, es mejor dejarse sorprender. Es una película muy recomendable, con un montón de capas diferentes, algunos grandes personajes (Sandoval, el amigo del protagonista, es de los que más se quedan, y no sólo por su peculiar modo de contestar al teléfono) y estupendos diálogos, mezclando el humor con el drama sin esfuerzo y sin que chirríe. He de dar la razón también a los comentaristas de esta entrada sobre los planos secuencia porque, efectivamente, en "El secreto de sus ojos" hay uno estupendo en un estadio de fútbol. Quizás la mejor síntesis de la película se puede hacer parafraseando a uno de sus personajes, Sandoval, que en un momento dice que un hombre no puede cambiar su pasión.

15 noviembre 2009

Descansos dominicales

1.- Los fans de "Fringe" están preocupados por las bajas audiencias que está cosechando los jueves a las 9, el horario con más visibilidad de la tele yanqui, pero también el más difícil. Ya hablamos sobre eso hace tiempo, y la Ausiella retomó las preocupaciones después de que el último capítulo cayera hasta los 5 millones de espectadores. Al parecer, los jefazos de Fox no están de momento demasiado preocupados, sobre todo por los buenos datos de visionados en diferido y las buenas críticas que está cosechando la segunda temporada, y no tienen en mente ni su mudanza de horario ni cierta palabra que no debe ser nombrada (cancelación, va, ni que fuera Voldemort). Las tribulaciones de "Fringe" contrastan vivamente con "Bones", que ya ha superado en audiencia total a "FlashForward". De hecho, le ganó por casi dos millones en su segunda media hora. Ante eso, sólo se puede decir ouch.

2.- En mi búsqueda de nuevas miniseries inglesas, he dado con "Place of execution", una adaptación en tres capítulos del libro "Lugar de ejecución", de Val McDermid, a cargo de la ITV. Cuenta la realización de un documental sobre la investigación de la desaparición de una niña de 13 años, en 1962, cuarenta años más tarde, un documental que lleva a la periodista encargada de él a descubrir algunas cosas que igual no debería. La serie tiene una interesante atmósfera y hace que el personaje del inspector que investiga la desaparición resulte complejo e interesante. Hay algunas cosas que no encajan bien, pero en general son tres episodios que merecen un vistazo. Además, reconozco que, en la película casera, la niña (que no tiene 13 años ni de broma) muchas veces recuerda a Laura Palmer.

3.- Es curioso como la ciudad de Nueva York es más que un escenario en "White collar". No pierden ocasión de demostrar que ruedan allí los capítulos, y así nos deleitan con tomas clásicas de edificios como el de la ONU, que se veía de fondo en el tercer capítulo, o algunas de las iglesias "escondidas" en medio de los rascacielos del Midtown. La serie sigue a pies juntillas la fórmula de la cadena USA, con un personaje central carismático, capítulos autoconclusivos con una sutil trama horizontal y un sentido del humor ligero. Es de agradecer que, aunque Neal Caffrey sea todo encanto y esté lleno de recursos, su compañero del FBI, Peter Burke, es igual de listo que él, aunque su método sea diferente, y forman un equipo entretenido de ver, y con unas charlas sobre la vida en general muy de Brennan y Booth, por cierto.

4.- Otra serie que está sufriendo cierto desgaste después de un buen comienzo en audiencias es "The good wife". Hay quien la sitúa en peligro de no ser renovada, creo que un poco prematuramente, pero habrá que esperar. Sí he de decir que Kalinda, la investigadora del bufete donde trabaja Alicia, se ha convertido en uno de mis personajes favoritos de la temporada. Todo lo puede y para todo tiene preparada una réplica y una cara de póker a veces más expresiva de lo que parece. La relación entre Alicia y su marido está llevándose de una manera muy interesante, además.

5.- Me reservo un juicio más informado para cuando empiece su hiato forzoso hasta marzo (que no son buenas noticias para ella), pero "V" no acaba de convencerme. No sé si seguirá por el camino de "FlashForward", pero el globo se está desinflando con demasiada rapidez desde mi punto de vista. O igual es que el adolescente me parece tan insoportable, que empaña mi visión del resto.

6.- Como esto concierne al último capítulo de "House" igual debería añadir un aviso de spoilers, así que ahí va. El baile ochentero del congreso de medicina fue uno de los momentos álgidos por varios motivos. Ver a Hugh Laurie con ese disfraz del siglo XVIII era como regresar a sus tiempos del idiota príncipe George de la tercera temporada de "Black Adder", y el atuendo eighty de Lisa Edelstein tenía que ser una alusión a su pasado como Lisa E en los clubes de Manhattan de la época. Y por fin supimos la historia pasada de House y Cuddy, o mejor dicho, se confirma lo que todos sospechábamos.

Música de la semana: En "House", por cierto, utilizaron "Guitar hero", o algún otro juego similar, como parte del diagnóstico inicial de un paciente, y así colaron otra canción del grupo Metric, que parece que últimamente se escucha en un montón de series. El tema elegido aquí fue "Stadium love".

14 noviembre 2009

I'm not a frakkin' cylon!

Agentes encubiertos y células durmientes infiltradas entre la población objetivo de su próximo ataque no son algo nuevo. Los "quintacolumnismos" eran un clásico de muchas películas rodadas en los 40 y ambientadas en la Segunda Guerra Mundial (muchas de las cuales servían como propaganda), con espías dobles y Mata-Haris varias (Mata-Hari es de la Primera Guerra Mundial, ya lo sé). Los lobos con piel de cordero dan mucho juego para tramas conspiranoicas y paranoias de todas clases y colores. En los 50, con el "terror rojo" desatado en EE.UU. por el Comité de Actividades Antiamericanas del senador MacCarthy y su búsqueda de comunistas "infiltrados" en todos los estratos de la sociedad americana, la histeria alcanzó cotas inéditas hasta aquel momento, y dio pie a clásicos como "La invasión de los ladrones de cuerpos" (que lo mismo es interpretada como anticomunista que como antimaccarthysta, y cuyo remake de 1978 es bastante inquietante).

Los thrillers políticos de los 70 retomaron el tema y cambiaron las vainas extraterrestres por traidores a la patria dispuestos a dar un golpe de Estado ("Siete días de mayo") o los soldados lobotomizados y programados de "El candidato del miedo" (que es de 1962, cierto, y también está dirigida por John Frankenheimer), o los espías cuyo doble juego llega más alto de lo que parece ("Los cinco tres días del cóndor"). Todo esto no se quedaba en el cine, por supuesto. "Los invasores" ya llevó a la tele, en 1967, a unos extraterrestres que adoptaban forma humana para conquistar la Tierra. Más adelante, estas tramas fueron evolucionando con los tiempos, y de los comunistas malos pasamos a los terroristas ("Arlington Road" es una película muy interesante sobre ello).

Todo esto viene a decir que, lógicamente, los lagartos de "V" no fueron los primeros en el esto y, últimamente, tampoco han sido los únicos. Ahí estaban los cylones de "Galáctica" y, en la vertiente de no ciencia ficción, "Sleeper cell". Que los malos sean físicamente indistinguibles de los buenos da pie a tensión, desconfianza, paranoia y a algo que puede resultar inquietante y muy entretenido de ver. Si está bien llevado, claro.

P.D.: Fue ver a Rekha Sharma en "V" y no me pude contener. ¿Cuándo dirá alguien "I'm not a frakkin' lizard"?

12 noviembre 2009

Dí adiós, Echo

Fue más sorprendente la renovación de "Dollhouse" por una segunda temporada que que Fox haya anunciado que no habrá una tercera. Cualquiera que diga lo contrario, miente como un bellaco. Sus audiencias han pasado de no ser para tirar cohetes a directamente penosas, con retirada en noviembre incluida para no estropear la media de Fox en los sweeps, y aunque ha tenido algunos episodios muy buenos, otros (lamentablemente, los más) se han quedado a medio camino de todo. James Poniewozik hace un resumen en "Tuned In" de las razones que han llevado a esta cancelación que me parece bastante acertado, repartiendo responsabilidades por igual entre Joss Whedon y la cadena.

"Dollhouse" partía de un concepto inicial difícil de llevar a cabo (una organización clandestina borra las personalidades y las mentes de algunos hombres y mujeres y les imprime otras para realizar diversos trabajos por encargo) y, como hemos comentado alguna vez, Eliza Dushku no es precisamente versátil como para interpretar una versión distinta de Echo-Caroline cada semana. Sí, ir a parar al viernes quizás no fuera una buena señal (también porque nosotros no paramos de preconizar su muerte prematura, como si fuéramos Nostradamus), y tener que rodar un nuevo piloto, menos todavía. Pero a veces perdemos de vista que Whedon no ha tenido ningún éxito masivo tipo "Perdidos". Igual ya lo hemos comentado con anterioridad, pero no está de más recordar que "Buffy, la cazavampiros" repartió sus siete temporadas entre dos cadenas de audiencias bastante reducidas, comparadas con las del resto de networks, como The WB y UPN (el germen de The CW), y su primera aventura en las "grandes ligas" fue "Firefly".

El caso de esa serie de ciencia ficción no puede compararse con "Dollhouse", por mucho que las dos se hayan emitido en Fox. Con la primera, la cadena no supo qué hacer con ella y contribuyó a cargársela saltándose completamente el orden de los capítulos, con lo que acabó cancelándola al cabo de 11 episodios. Con "Dollhouse", a pesar de las injerencias que haya podido tener, la cadena le va a conceder dos temporadas de 26 capítulos en total porque, a no ser que cambien de idea a última hora, emitirán los capítulos que faltan entre diciembre y enero, hasta el día 22 de ese mes. En esta situación, no veo que podamos meternos tanto con Fox (para eso está que no se atrevieran a seguir adelante con "Virtuality", por ejemplo).

"Dollhouse" ha sido un proyecto fallido con buenas ideas detrás, pero que necesitaba un milagro para sobrevivir. Y milagros, en la tele, a Lourdes.

Actualización: Se me olvidaba resolver el pequeño acertijo de ayer. Nuestro caballero canoso del esmoquin era Caleb Deschanel, director de fotografía con cinco nominaciones al Oscar en su haber y que recibirá el premio a toda su carrera de la Asociación Americana de Cinematógrafos. Además, claro, es conocido por ser marido de una actriz y padre de dos actrices. Míralos todos aquí juntos.

11 noviembre 2009

Interés en la arqueología

Creo que ya he comentado alguna vez que me fascina la fascinación, valga la redundancia, que tiene el 90% de los críticos estadounidenses con "Mad Men". El otro día, tenía por Twitter una breve conversación a este respecto que traía también a colación el furor que originaron en España las primeras temporadas de "Cuéntame cómo pasó". Seguramente, debe ser una cuestión de curiosidad histórica, por ver cómo se refleja una época relevante por diferentes motivos en una ficción de televisión. No vamos aquí a ponernos a comparar series. Nunca he visto más de diez minutos de "Cuéntame" y, por diversos motivos, dejé "Mad Men" en el tercer episodio de la primera temporada. Lo que me interesa es el nivel de detalle con el que se analizan y se diseccionan los capítulos de la serie de la AMC.

Los diferentes Emmys y buenas críticas han ido dando cada vez más relevancia a la creación de Matthew Weiner (yo diría que es la heredera de "Los Soprano" en el trono de la televisión de calidad), y ha llegado a una tercera temporada en la que ha tocado techo (a no ser que la cuarta se supere, lo que no se debería descartar). Ciertamente, la ambientación, el vestuario, los peinados y la atmósfera de la serie darían para estar hablando horas y horas, pero sus fans se quedan con el retrato de sus personajes y las controvertidas decisiones que van tomando temporada tras temporada. Por otro lado, no hace mucho escuché a uno de sus detractores decir que le parecía la serie más machista y retrógrada de la televisión, aunque eso se disfrazara bajo la explicación de que quiere ser un reflejo fiel de cómo era la sociedad estadounidense a principios de los 60.

Como digo, lo que realmente me ha tenido enganchada es esa disección de cualquier mínimo gesto de Don, Betty o Roger Sterling. Si era en episodios que lidiaban con acontecimientos históricos relevantes (igual esto es un spoiler, pero ha habido uno sobre el asesinato de Kennedy), el tema ya alcanzaba cotas muy, muy serias. Desde luego, sus fans se la toman muy en serio y no dejan pasar ni un solo detalle, ni un solo guiño, ni una sola referencia a la historia de EE.UU. o a capítulos pasados de la serie. Ellos están tan fascinados por ella como yo estoy con ellos. Fans de "Mad Men", ¿qué es lo que os engancha de la serie?

P.D.: ¿Alguien se anima a un pequeño acertijo? No, no hay premio, lo siento, pero creo que es simpático. ¿Quién este señor tan trajeado?

10 noviembre 2009

Leaving Las Vegas

Diez temporadas son muchas para cualquier serie. La audiencia se desgasta, los actores se cansan y hay que estar buscando constantemente cosas nuevas que mantengan el interés, ya que el factor novedad y la frescura del principio se acaban perdiendo al cabo del tiempo. La renovación casi total del reparto les funcionó bien a "Ley y orden" y "Urgencias", por ejemplo, pero no a "Expediente X", y "CSI" está en pleno proceso de adaptación a su nueva estrella, Laurence Fishburne, que sustituye a William Petersen y su Grissom, uno de los factores del éxito inicial de la serie. Resulta curioso que en una serie que apostaba por un reparto más o menos coral y porque la trama tuviera más importancia que los personajes, acabara destacando tanto, y ejerciendo de protagonista de facto, uno de ellos.

Esta semana, Fishburne y su doctor Ray Langston visitan las franquicias de Nueva York y Miami en un crossover a tres bandas que la CBS confía que levante a la alicaida serie original, cuyos rumores de finalización vienen siendo insistentes desde hace dos temporadas, cuando se marchó Jorja Fox. No he visto lo suficiente a Langston para juzgar si es un buen sustituto de Grissom (de la novena temporada sólo he visto el simpático episodio homenaje a "Star Trek" y "Galáctica", en el que él salía poquísimo), pero está claro que el público no acaba de conectar con él. Obviamente, no debe tener esa aura geek de Grissom que resultaba tan divertida (y se echará en falta el dúo Grissom-Catherine, que a mí me divertía mucho) y tiene que trabajar el doble para superar las reticencias de la audiencia.

La décima temporada empezó con una secuencia en bullet time que es la más cara de los últimos años en la televisión estadounidense y también incluyó el regreso fugaz de Sara Sidle, todo para iniciar una entrega de capítulos que se antoja importante para el futuro de "CSI". Adelantó su horario a las 9 para dejar hueco a "El mentalista" (cuya segunda temporada está empezando a funcionar muy bien en audiencia, aunque haya perdido algo de chispa) y aunque sus números siguen siendo bastante decentes, no me extrañaría que pudieran empezar a hacerse cábalas sobre un cierre en el horizonte. Dependerá de cómo evolucione su audiencia hasta final de temporada. Ahora, no penséis que "CSI" se acabará la próxima temporada. Cualquier plan será a medio plazo.

09 noviembre 2009

Casi famosos (XXIV)

No sé qué sería últimamente de esta sección sin Tonto y su revisión de "Star Trek. La nueva generación". Probablemente no habría alcanzado tantos números y sería más aburrida que Joseph Fiennes en "FlashForward" (tenía que decirlo, perdonadme). Así que vamos directamente al nuevo hallazgo arqueológico hecho en el interior de la nave Enterprise.

Ya sé que las fotos no son demasiado grandes (problemas técnicos, mejor no os aburro), pero valen para identificar a estos dos actores que empezaron a hacerse famosos con series sobre gente con superpoderes. El de la izquierda es Bill Campbell, podríamos decir que malo oficial de "Los 4400" interpretando a Jordan Collier, que en ese episodio de "Star Trek" se lleva al catre a Teri Hatcher, con una melena que no tenía nada que ver con el aseadito corte de Lois Lane en "Lois & Clark". Antes de enrolarse brevemente en el Enterprise, tuvo tiempo también de pasarse por "Vacaciones en el mar", "MacGyver" (inenarrable) y "Tango y Cash" (aún más inenarrable). El pasado de esta chica es una mina, y ya sin entrar en la época entre "Lois & Clark" y "Mujeres desesperadas".

Carey Mulligan está de moda este año. Creo que ya hemos comentado alguna que otra vez que su papel en "An education" la ha incluido en todas las quinielas para ser nominada al Oscar, y es prácticamente la única mujer en el reparto de la secuela de "Wall Street". Para los fans de "Doctor Who" siempre será Sally Sparrow, y hasta que ha llegado a esa película dirigida por Lone Scherfig, su currículum incluye bastantes producciones de época como la de la foto, "My boy Jack", una película para televisión que contaba la difícil relación de Rudyard Kipling con su hijo Jack, que murió en la Primera Guerra Mundial. La cinta tuvo cierta repercusión por el protagonismo de Daniel Radcliffe y Kim Cattrall. Algunos de los otros papeles previos de Mulligan se recogen en este blog, incluyendo los de "Bleak House" y "La abadía de Northanger" que yo había visto.

"Trainspotting" hizo famosos no sólo a Ewan McGregor, Robert Carlyle y Kelly McDonald, sino también a Jonny Lee Miller, un actor que hasta entonces había pasado por su cuota de adaptaciones literarias para televisión (de "Mansfield Park" a la serie de la señorita Marple) y por un episódico en la tercera temporada de "Principal sospechoso". Sin embargo, de esos trabajos previos a la película de Danny Boyle, el más reseñable es "Hackers" y, más que por su relevancia cinematográfica, por pura cuestión de cotilleo, ya que allí conoció a Angelina Jolie, con la que viviría un breve y accidentado matrimonio. Miller, últimamente, ha sido "Eli Stone" y el señor Knightley de "Emma".


Kate Hudson vivió su particular salto al estrellato gracias a su groupie de "Casi famosos" (de donde viene, obviamente, el nombre de esta sección), pero no fue la única que empezó a hacerse notar. Además de su joven protagonista, Patrick Fugit, por allí inició su camino Zooey Deschanel, cuyo personaje era, precisamente, el de su hermana, que había huido de la sombra de su controladora madre y se había hecho azafata de vuelo. A veces cuesta reconocer a Deschanel en esos primeros trabajos por las diferentes pintas que llevaba en cada uno (atentos, en "Guía del autoestopista galáctico", más que a ella a las melenas de rey león de Sam Rockwell). El mes que viene, los fans de "Bones" por fin conseguirán algo por lo que llevan preguntando varias temporadas, y es la reunión de Zooey con su hermana Emily en esa serie. ¡Doppelgänger a la vista!

08 noviembre 2009

El becerro de oro

Hay una comparación muy evidente que puede hacerse después de ver el piloto del remake de "V", y ésa es decir que la ABC sitúa a Obama a la altura de los lagartos alienígenas invasores porque éstos también prometen cobertura sanitaria universal. Me parece, de hecho, que a los medios estadounidenses no se les escapó semejante comparación. No obstante, y a la espera de ver más capítulos, creo que esa analogía no es lo definitorio de "V" (con esas promesas, los visitantes se aseguran la simpatía de casi toda la población), sino que es la conversación entre los dos curas la que da más en el clavo de la verdadera referencia de todo esto, y no es más que la historia bíblica de Moisés y el becerro de oro, los falsos dioses que los hebreos adoran durante sus cuarenta años de vagabundeo por el desierto antes de encontrar la tierra prometida. ¿Es esto una muestra de que la serie puede ser el primer producto televisivo genuinamente republicano de la era Obama? Puede serlo. La sutileza no es su punto fuerte, y por ahora se encamina en esa dirección. Pero tengo que concederle una segunda oportunidad para confirmarlo.

La "V" original estaba muy marcada por las distopías totalitarias que se pusieron de moda en los 80, influenciadas sin duda alguna por los últimos coletazos de la Guerra Fría y los gobiernos de Reagan, en EE.UU., y de Margaret Thatcher en el Reino Unido. Así, los visitantes tenían esos uniformes y ese símbolo de inspiración claramente nazi, y de ahí surgía esa resistencia que usaba la V de la victoria para identificarse, si no recuerdo mal (en la nueva versión, la V hace referencia a los visitantes). Los tiempos cambian y las distopías de moda también, y supongo que mostrar a los lagartos con las etéreas facciones de Morena Baccarin (con pseudo-reunión de veteranos de "Firefly" al contar brevemente con Alan Tudyk), curando enfermedades by the face y hablando sin parar de que sólo quieren lo mejor para el planeta es el modo de explicar porqué logran conectar tan rápido con gran parte de la población.

Lo que no queda tan claro es por qué son malos y hay que pelear contra ellos. Nos cuentan que se han infiltrado por todas partes y llevan décadas preparando la invasión, pero se queda en meras palabras. El piloto da la sensación de resumir casi toda la primera miniserie original en 45 minutos, y este aspecto del nacimiento de la resistencia es uno de los que más cojea. Por lo demás, me ha resultado curioso ver que Kenneth Johnson, creador de la "V" de los 80, participa en el remake, y no puedo dejar de comentar otro aspecto que me pareció todavía más peculiar. El interior de la nave nodriza, al principio, parece la Estrella de la Muerte, pero de repente me vino a la cabeza Santiago Calatrava y, muy especialmente, la Ciudad de las Artes y las Ciencias de Valencia. De hecho, juraría que vi L'Hemisferic dentro de la nave.

Música de la semana: Una cosa que no se le puede negar a "Bored to death" es contar con una cabecera original. Además, la canción está compuesta para la serie por Coconut Records, o lo que es lo mismo, Jason Schwartzman, también protagonista de la serie, y que antes ya había sido el batería fundador de Phantom Planet, grupo que dejó cuando estaban grabando su cuarto disco, me parece. Con su proyecto en su solitario, empezó a hacerse conocido gracias a canciones como "West Coast".

06 noviembre 2009

En ascuas

Hay una cosa que cualquier fan de una serie odia casi más que las cancelaciones súbitas, las largas vacaciones de verano, los invitados famosos a lo Paris Hilton (o Britney Spears) o la muerte de alguno de nuestros personajes favoritos: los parones. Tras meses esperando que llegue la nueva temporada de tu serie preferida, resulta que tienes que soportar un hiato de tres semanas al cabo de cinco episodios, luego tienes otros cuatro seguidos y... ¡bam! Vacaciones de Navidad. Y así avanzas, a trompicones, hasta llegar al final de temporada, cuando vuelves a estar en la casilla de salida, con otros cuatro o cinco largos meses hasta por delante hasta que el engranaje se pone en marcha de nuevo.

Los parones, sin embargo, son un mal necesario si las cadenas quieren que 24 ó 26 episodios como máximo les duren de septiembre a mayo. Si los emitieran de seguido, en enero no tendrían ni una sola serie y acabarían gastándose el doble de dinero en ficción, así que hay que cortar por alguna parte. Y puede haber muchas razones para que una serie nos deje "colgando del acantilado" durante varias semanas.

- El béisbol: Esto es típico de Fox en octubre, pues tiene que hacer acomodo a la fase final de los play-offs de la MLB en su parrilla. Pero la onda expansiva a veces se nota también en las demás cadenas, que prefieren no enfrentar capítulos nuevos a, por caso, el quinto partido de la final de la National League entre los Philadelphia Phillies y Los Ángeles Dodgers. De hecho, la victoria de los Yankees en la World Series (son así de arrogantes y ése es el nombre de la final) ha sido la más vista en los últimos cinco años: 22,3 millones de espectadores, ahí es nada. Y jugaban un partido cada dos días. No sé qué es más aburrido, el béisbol o el críquet.

- Fiestas de guardar: El solsticio de invierno es sinónimo de parón obligatorio y, por ende, muy largo. Diciembre es el mes de los especiales, de las películas teleflineras navideñas ñoñas y de demás cosas que nos obligan a que desempolvemos esas series que llevan desde el verano acumulando polvo virtual en nuestros discos duros. Pero nunca nos pusimos tan contentos de que llegara el 7 de enero.

- La Casa Blanca: Al principio de esta temporada de otoño, Barack Obama dio varios discursos televisados que, francamente, para los aficionados a la serie eran un tostón, porque mandaban toda la parrilla a la porra. Por suerte, eso sólo es de vez en cuando.

- Los sweeps: Los sweeps, o barridos, de audiencia, son unos momentos muy importantes para todas las cadenas porque es cuando se hacen las mediciones más completas y detalladas de la audiencia de todas las cadenas. Hay uno en noviembre, otro en febrero, un tercero en mayo y el último, en julio, y muchas series aprovechan para lanzar toda su artillería pesada, desde actores invitados de postín a muertes sorprendentes o giros de guión que te dejan, como dirían en "Muchachada Nui", "con el culo torcido". No es raro que las producciones con menos audiencia se tomen un descanso en esos meses para no empeorar la media de la cadena (como le ha ocurrido al combo de los viernes de Fox, "Brothers" y "Dollhouse"), y otras descansan antes para luego soltar la ristra de episodios superimpactantes cuando más cuentan.

- Imposiciones del "guión": A veces, el ritmo de producción de una serie (un capítulo de un drama tarda unos 8 días en rodarse) va más lento que el de emisión, y es necesario reservarse los episodios nuevos para dar tiempo a que haya más en la recámara. Otras veces, es el caos en la producción (o el descontento de la cadena) lo que lleva al hiato, y entonces no suele ser una señal nada halagüeña.

- Estrategias de programación: En el cable, su temporada de estrenos es el verano, pero no es raro que algunas de sus series se reserven unos pocos episodios para emitir en enero, con el comienzo de la midseason. ABC Family y Syfy han tenido algunos parones de ese estilo a prueba de taquicárdicos. No me imagino quedarme colgada en medio del arco de la Pegasus de la segunda temporada de "Galáctica" en agosto o septiembre y tener que esperar hasta enero para ver cómo sigue. Bueno, sí me lo imagino.

- Porque sí: Puede haber todo tipo de razones incluidas en este saco, desde el deseo de "estirar" la serie todo lo que se pueda a retirarla de la programación "temporalmente" por baja audiencia. Nunca se sabe lo que se le puede ocurrir a la cadena para justificar un hiato que parezca surgir de la nada. Y los hiatos, a veces, los carga el diablo.

05 noviembre 2009

Panteras y leones

ALERTA SPOILERS: Sé que anoche se emitió el segundo capítulo de la cuarta temporada de "Friday Night Lights", pero aquí se hablará sólo del primero y, si no vais al día, creo que es mejor que no sigáis leyendo.

La división de Dillon en dos promete, y mucho. El dinero estatal no sólo ha partido la ciudad, sino también el corazón y las lealtades de algunos de nuestros protagonistas y, más en concreto, de la familia Taylor. Eric tiene que levantar literalmente desde las catacumbas a los East Dillon Lions, Julie se ve de repente sola en West Dillon High con el traspaso de Landry y Devin (la bajista de Crucifictorious) al este, y Tami sigue como directora de ese instituto rodeada por los "tiburones" que ahora mandan en los Panthers, y que están todos dirigidos por Joe McCoy. Tami, por cierto, acaba de recoger la herencia del "puño de hierro en guante de seda" que aplicaba Laura Roslin en las primeras temporadas de "Galáctica", y su "recadito" a McCoy durante el lanzamiento de la moneda del primer partido de los Panthers bien lo prueba.

La lucha de clases parece que va a adquirir más importancia en la cuarta temporada de "Friday Nigt Lights". En teoría, los dos institutos son iguales y reciben el mismo dinero del estado de Texas, pero ya vimos el apaño que organizan los patrocinadores de los Panthers con el mapa de la división administrativa para que los mejores prospects de la ciudad queden en su lado. No sería nada raro que, con esos tipos al frente, West Dillon acabara llevándose más fondos usando a su exitoso equipo de fútbol como reclamo. Lo que deja a los Lions en lugar muy malo para comenzar, pero del que sólo se puede ir hacia arriba. Alan Sepinwall comparaba el vestuario de ese equipo en el descanso de su primer partido con un grupo de soldados que acabaran de desembarcar en Normandía (y así titula su crítica con el famoso "We happy few, we band of brothers" de "Enrique V" que sirvió de título a "Hermanos de sangre"). Es probable que las penurias que tendrán que pasar los Lions sirvan para forjar los mismos lazos entre ellos, y tengo curiosidad por ver cómo evolucionará Vince "Smash 2.0" Howard (interpretado por Michael B. Jordan, cuyo Wallace en la primera temporada de "The Wire" dejó uno de los momentos más devastadores de toda la serie).

La odisea del entrenador Taylor con esos jugadores sin experiencia promete ser una de las tramas más interesantes de la temporada televisiva (más aún sabiendo que Taylor, más que entrenar a deportistas, está formando personas), del mismo modo que la navegación de Tami por entre los "piratas" de West Dillon apunta a una "guerra fría" que promete. Aunque estén separados profesionalmente, creo que la última imagen de ellos dos en el final de la tercera temporada va a marcar los nuevos capítulos, porque no parece probable que vayan a dejar de apoyarse por eso y, desde luego, sólo juntos podrán superar las adversidades que se les van a venir encima.

El derby Este-Oeste (que seguro que se producirá) va a ser con seguridad uno de los puntos álgidos de esta temporada, y más todavía porque, con este cambio de panorama, nuestras simpatías pasarán de los mimados, poderosos y arrogantes Panthers (personificados en ese J.D. McCoy que se ha pasado al lado oscuro) a los humildes y, a priori, eternos perdedores Lions. V0lver a escuchar ese "Clear eyes, full hearts, can't lose" en el vestuario de los Lions (presidido por la frase "Nunca abandones la pelea", que bien puede acabar teniendo la misma resonancia para ese equipo que el mítico "nunca caminarás solo") ha valido por todo el estupendo primer episodio.

P.D.: Simplemente genial el intercambio de roles de Landry y Matt en el patio de la casa de éste último, con la abuela de Saracen diciendo "Landry, no lances más el balón. Pareces una chica".

04 noviembre 2009

Son los personajes, estúpido

Cuando se estrenaron los últimos 10 episodios de "Galáctica", a Ron Moore le preguntaban siempre cómo había preparado y escrito el capítulo final. Él respondía que había pasado bastante tiempo bloqueado sobre cómo cerrar la historia y sobre cómo hacer que ciertas tramas confluyeran hacia otras. Hasta que se dio cuenta que lo que de verdad importaba en la serie eran los personajes y, desde ese momento, el final surgió prácticamente solo. Ya hemos hablado mucho sobre esta cuestión referida, principalmente, a "FlashForward", pero resulta que tenemos otro estreno que prometía y que no termina de dar de sí todo lo que podría precisamente por el mismo problema que la serie de la ABC: "Stargate Universe".

Los dos primeros episodios tenían cosas interesantes y realmente apuntaban hacia una evolución, un crecimiento de la saga hacia algo más serio, pero sólo con rodar cámara en mano y utilizar de escenario una nave vieja no es suficiente. En verano, leí en alguna parte declaraciones de sus responsables que apuntaban que, aparte de la inevitable comparación con "Galáctica", el referente que ellos tenían era más "Firefly", pero si de verdad quieren merecer que esas dos series sean nombradas como sus referencias, deberían dar más entidad a los personajes y, sobre todo, a los femeninos. Me falta por ver el episodio del pasado viernes pero, por ahora, ninguno ha tenido un desarrollo importante en la historia ni ha jugado el mismo papel que el teniente Scott, el coronel Young, el doctor Rush o el friki de Eli.

Kaylee, Zoe, Inara, Starbuck, Roslin y Seis se convirtieron desde el principio en partes integrantes importantes de sus series, y se adivinaba en ellas cosas interesantes ya antes de que nos contaran su historia completa. En "Stargate Universe", la promesa de algo interesante en la teniente Jacobsen o en la diplomática no se ha concretado y, en el caso de ésta última, hasta se ha diluido. La que está teniendo más cancha es la hija del senador, y se usa como accesorio de dos de los personajes masculinos. A lo mejor les dan algo qué hacer (aparte de pasearse en paños menores por la nave) en los próximos capítulos, pero tengo mis dudas. Aunque parecen querer adentrarse por terrenos más oscuros, no los veo muy decididos, y empiezo a echar de menos a la panda de científicos chalados que poblaban "Stargate Atlantis" (el trío que formaban al final Amanda Tapping, Jewel Staite y David Hewlett era divertido).

De todos modos, todavía no voy a tirar la toalla con esta serie. Aún se ve más como un peso mosca que como el peso medio al que aspiraban en un principio (lo del peso pesado todavía no sé si están preparados para intentarlo), pero también disponen aún de margen de maniobra.

02 noviembre 2009

Todo en uno

A veces, no hay nada que quede más pedante en una película (o en una serie), que un plano secuencia. La inclusión de toda la acción en un único plano, rodando una secuencia sin cortes y de un tirón, con la cámara siguiendo a los diferentes personajes sin cambiar de plano, puede ser un delirio de grandeza autoral un poco indigesto, sobre todo si no cuenta nada y no es más que una demostración de "lo hago porque puedo" (ahora no recuerdo ningún ejemplo, mi memoria es muy selectiva). Sin embargo, pueden ser una herramienta muy útil para mostrar las dimensiones de algo, las interconexiones en la acción, y a veces quedan muy bonitos.

Los hay magistrales que, no obstante, a mí me aburren un pelín (como éste de "El viaje de los comediantes", de Theo Angelopoulos), y experimentos realmente complicados desde el punto de vista técnico como "La soga" (que además tiene ese gran manejo del suspense marca de la casa de Hitchcock, y un aire muy teatral). Hace algún tiempo, "Antiegos" dedicó una entrada al plano secuencia incluyendo algunos de los más famosos (de "Sed de mal" y "El juego de Hollywood", que incluye un homenaje precisamente al título de "Sed de mal", a uno más reciente en "Kill Bill"), pero hay bastantes más, claro, también el famoso plano secuencia de la retirada de Dunquerque de "Expiación" (que no puedo empotrar, lo siento).



Todo el principio de "Snake eyes", de Brian De Palma, es un plano secuencia de unos 15 minutos (aquí, la segunda parte) que sigue a Nicolas Cage por las entrañas del pabellón donde se celebra el combate de boxeo utilizado como excusa para un asesinato (aunque también circulan por Internet disecciones plano por plano de esa secuencia que desmontan su naturaleza continua). Lo cierto es que la primera media hora o así de la película es estupenda, pero luego pierde demasiado gas. En "Hijos de los hombres", Alfonso Cuarón se marca un plano de secuencia de acción de seis minutos al final de la cinta cuya preparación necesitó 14 días y que es muy complejo por la cantidad de cosas que pasan, de escenarios por los que se mueve la cámara y de personajes que participan.



David Fincher mezcló un plano secuencia de inspiración hitchcockiana con animación CGI para este momento de "La habitación del pánico". Más clásico es el que Martin Scorsese monta siguiendo a Ray Liotta en "Uno de los nuestros". Éste de "El diablo sobre ruedas" también persigue a su protagonista en uno de los escasos momentos de tranquilidad del que disfruta en la película, muy recomendable, por cierto. Hay cienes y cienes de ejemplos más, y algunos no se ciñen sólo al cine. El principio de la miniserie de "Galáctica" nos muestra el interior de la nave siguiendo a Adama practicando su discurso y a Starbuck corriendo por sus pasillos, y en ese "Revelations" que marca la mitad de la cuarta temporada hay otro plano secuencia con "sorpresa" al final. ¿Recordais alguno más que hayamos visto en alguna serie?