29 agosto 2008

Mestizaje amarillo

Aunque es tentador, no voy a hablar de los híbridos (de extraterrestre y humano, de cylon y humano) que acaban siendo parte importante de algunas series de ciencia ficción, sino de esos crossovers realmente divertidos que se saca la gente de la manga de vez en cuando. Por ejemplo, ¿recordáis aquellos dibujos de los personajes de "Galáctica" pasados por el tamiz de "Los Simpson"? Pues en este blog despachan algo similar y simpsonizan a Dwight Schrute, a las diferentes encarnaciones de Batman, a Spock y Kirk, pero me ha hecho especial gracia esta ilustración con algunos de los presentadores de late night en la televisión estadounidense (en concreto, están caricaturizados Stephen Colbert, David Letterman, Jay Leno y Conan O'Brien). De todos modos, ese blog va a aparecer por todas partes (ya está haciéndolo) gracias a este papel tapiz de "Watchmen".

Si sois fans de los cómics, por cierto, "Guía del cómic" es una web realmente completa, y con un orden muy sistemático, que abarca un buen número de títulos, autores y editoriales. Ese wallpaper no es la única simpsonización que ha circulado por Internet, porque esta visión de McNulty y Bunk, de "The Wire", tampoco tiene desperdicio. Hay más en este blog.

"Perdidos" es otra de las series en llevarse su tratamiento "amarillo Springfield", aunque no todos los personajes están igual de conseguidos (Hurley es un punto).

De todos modos, buceando por ahí es posible encontrar un buen montón de simpsonizaciones curiosas, incluyendo esta simpática ilustración de la Orden del Fénix.

28 agosto 2008

La verdad está ahí fuera

AVISO: Mi revival de "Expediente X" ha empezado oficialmente. Dado que la serie ya no está en emisión, y que esto es un segundo visionado (ya la seguí en su momento por Telecinco), habrá comentarios que podrían considerarse spoilers sobre el resto de la serie, y no sólo la temporada que se va a comentar, pero intentaré reducirlos al mínimo. Dicho esto, empecemos con la primera temporada.

En el otoño de 1993, no parecía haber demasiado espacio para una serie como "Expediente X" en la televisión estadounidense. Entre las series que debutaban en los canales generalistas en abierto estaban "La doctora Quinn", "Walker, Texas Ranger", "Lois & Clark", "Frasier", "Yo y el mundo" o "Diagnóstico: Asesinato", y "Ley y orden", "El príncipe de Bel-Air" y "Roseanne" eran algunas de las que concentraban la mayor atención por parte de la audiencia. Con ese bagaje, el desconcierto del público al enfrentarse al piloto de "Expediente X" debió ser notable. La atmósfera creada por esos bosques y ese cielo casi permanentemente nublado remitía a "Twin Peaks", que había finalizado dos años antes, y aunque trataba una supuesta abducción extraterrestre, casi todo el episodio estaba estructurado como una investigación policial.

Visto 15 años más tarde, y desde la perspectiva de la serie ya finalizada, el piloto hace un buen trabajo en cuanto al establecimiento de los personajes: Fox Mulder, el agente brillante que tira su carrera por la borda al dedicarse a investigar casos paranormales, lo que le gana el apodo de "Mulder, el siniestro", y que está más que dispuesto a creer en la existencia de alienígenas, poderes psíquicos y fantasmas; y Dana Scully, la agente con formación médica emparejada con él para tratar de dotar de una explicación científica a sus casos, aunque desde el principio es evidente que los jefazos del FBI la destinan a los expedientes X para espiar a Mulder. La dicotomía del creyente-escéptico queda bien clara desde el principio, eso y la evidente química entre sus intérpretes, David Duchovny y Gillian Anderson, que poco podían imaginar entonces la que se les venía encima.

Como toda primera temporada, la de "Expediente X" establece algunos de los temas que irán permeando el resto de la serie. La Conspiración, por supuesto, adquiere relevancia y dota al programa de un elemento serializado que lo distinguió enseguida del resto de propuestas televisivas de la época, bebiendo de los thrillers políticos de los 70 y explotando hábilmente la desconfianza del ciudadano medio hacia el Gobierno (algo que no está tan pasado de moda como podría parecer). Aunque Chris Carter pretendía que fuera la trama el principal motor de las historias, e intentaba evitar que la relación entre Mulder y Scully tomara demasiada importancia, ésta va adoptando cierta forma de vida propia hacia el tramo final de la temporada. Hay momentos en los que la tensión sexual no resuelta es más que evidente (como en "Hielo") y otros en los que esa relación avanza del modo más insospechado (véase la famosa conversación en el coche de "Tooms": "Si hay té helado, es amor. - Es el destino, Mulder. Cerveza"). Lo que sí queda claro es que, con los dos agentes, son más importantes las miradas y su lenguaje corporal que lo que se dicen, y será así a lo largo de toda la serie. Del mismo modo que siempre se mantendrá el debate intelectual y, a la vez, la curiosidad de uno por el otro en ese aspecto, lo que no dejaba de ser novedoso, ya que teníamos una pareja de investigadores cuya atracción provenía de sus discusiones sobre sus diferentes puntos de vista y sus diferentes teorías e ideas sobre los casos que investigaban.

Por lo demás, en esta primera temporada hay algunos capítulos no muy logrados (hasta Carter reconoce que "Espacio" es uno de los peores) y otros bastante inquietantes. En bastantes de los casos, los elementos paranormales no son tan acusados, y tenemos bastantes experimentos secretos que salen mal o cuyos responsables son demasiado ambiciosos. En las historias que tratan sobre avistamientos de OVNIs y el trabajo encubierto del Gobierno con ellos, el componente de thriller suele estar bien logrado, y también suelen regalar algunos personajes peculiares muy bien dibujados y, la mitad de las veces, algo excéntricos (como Max, en "Angel caído"). También es habitual que Mulder y Scully averiguen qué ocurre, pero no puedan intervenir ni sean capaces de evitar algunos de los hechos.

A destacar: Es curioso como Mulder y Scully llegan a muchos de los casos por algún antiguo compañero de alguno de los dos, y también como Mulder tiene mucha tendencia a embarcarse solo en el seguimiento de las pistas que le da Garganta Profunda. Asimismo, la parte de procesamiento de las pruebas, al mejor estilo "CSI", adquiere gran relevancia en estos primeros capítulos. A partir de "Beyond the sea" (1x13), cuando conocemos a la familia de Scully, la temporada sube el nivel y termina con un gran final, "El frasco Erlenmeyer", una buena medida de lo interesantes, e inquietantes, que podían llegar a ser los episodios de la Conspiración.

Así, no: No puede negar que es de 1993/94. El estilismo (sobre todo el de Scully), los móviles tamaño zapatófono, los ordenadores... Y algunos de los episodios, sobre todo los de "posesiones" de los más diversos tipos, tenían tramas algo endebles.

P.D.: El número de "casi famosos" de esta primera temporada es increíble, y es muy divertido verlos aparecer. Los "galácticos" Lorena Gale (Elosha) y Callum Rennie (Leoben) repetirían más tarde en la segunda película (Gale haciendo otra vez de médico), y Donnelly Rhodes (Cottle) como ranchero es un hallazgo. Y los dos chicos de ayer eran un pipiolo Seth Green y Maggie Wheeler, más conocida como Janice, la novia cargante de Chandler en "Friends", que en "Expediente X" hace de policía.

27 agosto 2008

En ocasiones veo caras conocidas

¿Sabríais decirme qué tienen en común, con esta canción, los dos jovenzuelos cuyas fotos se ven más abajo?

Esta chica luego se hizo famosa en un papel que no tenía nada que ver con el del fotograma.

Las hamburguesas no le hicieron crecer mucho, ésa es la verdad, pero esa foto no puede negar a qué época pertenece (¡que viva el grunge!).

En breve habrá más datos (y comentarios frikis marca de la casa) sobre lo que tienen en común todas estas pistas, pero seguro que los más avezados no os dejáisd engañar y ya lo habéis averiguado.

P.D.: Por cierto, que mi deber profesional hacia cierto deporte ya circula por la blogosfera, para los que teníais curiosidad. Está empezando, así que sed buenos.

25 agosto 2008

En caso de emergencia

La Bruja Avería me ha echado el mal de ojo. En un caso así, cuando tu ordenador opta por ponerse en huelga y no te permite dedicarte por entero al telefrikismo, ¿qué haces?

- Es un buen momento para dilucidar cómo de enganchado estás a Internet. ¿Temblores, sudores fríos, salivación incontrolada en cuanto pasas por delante de un ordenador? Deberías hacértelo mirar.

- La lectura es un buen entretenimiento. No, el manual de "Hardware para torpes" para no. En mi caso, Donna Leon y su comisario Brunetti y el cómic "Y, el último hombre", del que voy a la caza y captura de sus sucesivas entregas por las librerías especializadas de medio Madrid.

- Siempre se puede recurrir a los clásicos, o a lo que tengas grabado en DVD por casa que puedas ver en un reproductor normal. Creo que mi sesión de revival va a alcanzar un visionado comparativo de los pilotos de las dos versiones de "Galáctica". Ya os contaré si sobrevivo (a la de 1978, principalmente).

- La parrilla televisiva es una caspa. Pero yo me trago las repeticiones de "Bones" religiosamente (tengo muchas lagunas en mi seguimiento de las andanzas de Booth y Brennan). Eso sí, el zapping puede ser una poderosa arma de tortura psicológica (¿Método Ludovico, decís?).

- Okupar el ordenador de algún colega es una solución en casos extremos, si bien eso sólo demostrará que, efectivamente, tienes mono. ¡¡Pero necesito mi dosis!!

- Paciencia, mucha paciencia. Soy una nube, soy una nube... Ohmmm...

24 agosto 2008

Álbum de recortes olímpicos

1.- Los Juegos Olímpicos de Pekín se acaban. A pesar de lo que se diga, de que son la gran fiesta del deporte y todo eso, lo que son realmente es el mayor espectáculo televisivo del mundo, y como tal han dejado un puñado de imágenes para recordar. Y cada espectador tiene las suyas propias. Desde Barcelona '92 (cómo no) he ido siguiendo con cierta asiduidad los Juegos, así que no iba a perderme éstos (además de que tenía que seguir un deporte en concreto por deber profesional). En mi lista de momentos memorables (que no los más espectaculares) está el encendido del pebetero en la inauguración, el beso en el tapiz de Almudena Cid para marcar su despedida de la gimnasia artística tras sus cuartos Juegos consecutivos (ninguna otra gimnasta lo ha logrado nunca), el trepidante oro del ciclista Samuel Sánchez (y las tres medallas de piragüismo, con emoción hasta el final), las carreras extraterrestres de Usain Bolt (tanto la de 100 como la de 200 metros), cualquiera de los ocho oros de Michael Phelps, los dos remates de Djokovic que Rafa Nadal devolvió, pegado a la pared del fondo de la pista, para pasar a la final y llevarse el oro (y la emocionante semifinal en dobles entre Virginia Ruano y Anabel Medina y Lindsay Davenport y Liezel Huber), la innovación de las nadadoras españolas de sincronizada (que además no suelen fallar en las citas importantes, no como sus compañeros de la natación normal) y, entre otras muchas, la sensacional final de baloncesto entre España y EE.UU. (el último minuto no hace justicia, ni de lejos, a lo que fue ese espectáculo).

2.- Hablando de los Juegos, hay que ver lo poco que se preparan algunos telediarios la información sobre deportes que no son el fútbol, confundiendo a los deportistas y dando datos inexactos, cuando no equivocados, directamente. Recuerdo ahora una información de La Sexta sobre la natación sincronizada, precisamente. Vale que es minoritaria (y hay quien ni siquiera lo considera un deporte, erróneamente), pero para algo en lo que España es una potencia mundial, estaría bien mirarse algo de documentación.

3.- Gran sorpresa me llevé ayer al ver que La 2 programó, en prime time, la final de baloncesto de Los Ángeles '84, aquel partido que España perdió ante unos todavía universitarios Patrick Ewing, Michael Jordan y Chris Mullin. Vaya ejercicio de arqueología televisiva.

4.- Y escapándonos un poco del deporte, sólo dos apuntes. La segunda temporada de "Burn notice" empieza bien, con una Carla (Tricia Helfer) que promete, y resulta que empiezo a ver "Stargate Atlantis" justo cuando Sci Fi la cancela. Eso es don de la oportunidad.

Música de la semana: Ya que estamos deportivos, una curiosidad. Hace ya unos años, la liga ACB le pidió al rapero Nach una canción para el comienzo de temporada, y el alicantino despachó este "Juega" realmente divertido (más si eres fan del baloncesto, claro).

22 agosto 2008

Lost in translation

Es el cuento de nunca acabar, todo esto de doblaje-versión original, y como aparece y desaparece de los blogs teléfilos cual Guadiana, siempre hay tiempo de enzarzarse en largas discusiones que no llevan a ninguna parte. Sin embargo, en toda esta serie de entradas cruzadas que hemos podido leer en estas útimas semanas, ha surgido un punto de vista curioso y, de rebote, otra cosa que a mí me ha sorprendido bastante, y no para bien.

Como bien apuntaba Deckard, en los debates sobre el tema se suelen de dejar de lado los subtítulos, herramienta imprescindible para los fans de la versión original que no dominan el idioma en el que se concibió determinada obra, y un "bastón" interesante para quienes no lo dominan todo lo bien que les gustaría. En ese último caso (el de que entiendes bastante de lo que se dice, pero no todo), a veces se pueden cazar gazapos en los subtítulos (tanto amateurs como profesionales) dignos de ese ilustre "Las aves del César murieron por falta de salud", y derivados de una traducción demasiado literal (o demasiado creativa, según se mire).

Lo más chocante son, a veces, las notas de prensa de las cadenas anunciando sus próximos estrenos. Por ejemplo, Fox va a emitir este otoño "Burn notice", titulada aquí "Último aviso", y ya está empezando a promocionarla dentro de su batería de nuevas series para la temporada. Sin embargo, hay un dato en esa información que no me cuadra. Se dice, acertadamente, que sus protagonistas son Jeffrey Donovan y Gabrielle Anwar y se explica correctamente su punto de partida (Michael Westen es un espía que es "despedido" y ahora quiere averiguar por qué), pero se titula todo esto afirmando que "Último aviso" es el remake del siglo XXI de "Superagente 86". ¿Mande?

Hace poco que terminé de ver la primera temporada y, como no encontré ninguna referencia a Maxwell Smart, KAOS o la agente 99, me he llevado una buena sorpresa. En la sinopsis de la página oficial no hay ninguna mención a ese respecto, tampoco en la Wikipedia (de la que algunos plumillas a veces dependen en demasía), ni en Mundoplus... Desconozco de dónde ha salido semejante idea de que "Último aviso" y Superagente 86" comparten algo más que las iniciales de sus espías protagonistas, aunque sí sé que Fox la incluye en sus notas oficiales sobre sus estrenos del otoño. ¿Maniobra para aprovechar el tirón de la película con Steve Carell y Anne Hathaway?

20 agosto 2008

Una de raciones

1.- ¿Una película de "Verónica Mars"? Por mucho que me alegre volver a ver a nuestra insuperable Vero, creo que es mejor dejar algunas cosas como están. Sobre todo porque no sé si habrá público suficiente para ella. No olvidemos que la serie nunca fue un éxito de audiencia. Y, por favor, dejemos las comparaciones con "X Files: Creer es la clave" al margen. Que sí, que no es gran cosa, pero tampoco creo que sea la estocada de muerte para Mulder y Scully, como decían por ahí.

2.- A rey muerto, rey puesto, y William Petersen deja "CSI" para ser sustituido por Laurence Fishburne. No es una mala elección, y más cuando parece que su personaje tendrá una historia singular por sus potenciales tendencias psicopáticas. Si ahora Telecinco se decidiera de una buena vez a emitir el final de la séptima temporada, el mundo (teléfilo) sería un lugar mejor.

3.- Los críticos yanquis no reciben una copia del piloto de "90210" (no es la única), y saltan todas las alarmas. Como si hubiera alguien esperando ver un "Mad Men" en Beverly Hills en vez de la mezcla extraña entre "Gossip Girl", "The OC" y el "Sensación de vivir" original que probablemente terminará siendo. Y dicha serie nunca fue un dechado de virtudes televisivas, por muy mítica que queramos recordarla ahora. Era un culebrón playero, y punto.

4.- El nuevo hit viral en USAmerica es este Bobba Fett bailando "Flashdance". Está currado, eso no se puede negar.


5.- Como estoy viendo poco más aparte de mis proyectos paralelos, las críticas sesudas se van a quedar para cuando termine mis vacaciones (lo cual está más cerca de lo que me gustaría). No, aún no he visto "El caballero oscuro", y estoy intentando, de hecho, abstraerme de todo el ruido asociado a ella. Lo que es harto difícil. Menos mal que siempre queda Usain Bolt.

18 agosto 2008

Si hoy es martes, esto es Bélgica

La ambientación de una serie o película en un lugar determinado también es un arte, sobre todo si no puedes rodar en el lugar que has elegido para ubicar tu historia. Los decorados de un poblado africano construidos en un estudio de California pueden dar el pego siempre y cuando los planos y las secuencias no pongan a prueba su verosimilitud y su realismo. Seguro que muchos recordáis aquel fragmento de "The Unit" que circuló por toda la blogosfera teléfila, en el que el equipo comandado por Dennis Haysbert se paseaba por una España muy poco creíble, y no hace falta que recordemos aquella Semana Santa fallera de "Misión imposible 2".

Ayer le eché un ojo a "En el punto de mira" (que ni fu ni fa, por cierto), película que cuenta el intento de asesinato al presidente de los EE.UU. desde los diferentes puntos de vista de varios de los implicados. Se supone que todo ocurre durante la apertura de una cumbre internacional de jefes de gobierno en Salamanca y, para ello, se construyó una réplica muy lograda de la plaza mayor de esa ciudad en el estudio mexicano donde se rodaba la película. El caso es que, además de la plaza, los responsables de la película incluyeron guardias civiles y policías nacionales con unos uniformes bastante similares a los reales, y en la marea de banderas españolas entre el público hasta colaron una de Castilla y León. Las tomas aéreas de los alrededores de la plaza bien podrían ser de Salamanca, pero en cuanto empiezan las persecuciones callejeras, se ven de fondo unas iglesias y unas calles muy poco europeas y mucho más sudamericanas, o la ciudad ha cambiado mucho desde la última vez que fui por allí.

En cuestiones de ambientación, las tres películas de Jason Bourne le dan unas cuantas vueltas (y en más cosas) a "En el punto de mira", pero claro, no es lo mismo un decorado que los lugares reales donde transcurre la acción. Tampoco es plan de ponernos muy tiquismiquis porque dudo mucho que el porcentaje del público que sepa que esas iglesias no son salmantinas pase del 5% de toda la gente que vio la película. Algo parecido pasa con las películas ambientadas en determinado periodo histórico. A "Libertarias", una cinta de Vicente Aranda ambientada en la Guerra Civil, se le criticó que los camiones que se veían en algunas escenas eran modelos posteriores a 1936 (ó 1938, no recuerdo bien el año), pero imagino que muy poca gente se daría cuenta de eso. De "Roma" elogiamos mucho su ambientación, pero sólo si hemos estudiado ese periodo concreto de la Historia podremos apreciar el nivel de rigor histórico. Y no es que los despropósitos en este aspecto se puedan disculpar por estos argumentos, que lo mismo cuesta hacer algo bien que mal. Como decía Yoda, hazlo o no lo hagas, pero no lo intentes.

17 agosto 2008

Un truco en la chistera

Michael Westen es algo así como un MacGyver con un toque extra, un tipo con infinidad de recursos que no es que te haga una bomba con un rollo de papel higiénico, pero es capaz de sacarse de la manga una operación de rescate de rehenes con sólo un par de pistolas y un bidón de gasolina y, por supuesto, el concurso de dos personas sin las que "Burn notice" no sería ni la mitad de entretenida de lo que es, Sam y Fiona. Con eso de que fue un espía, Westen es como un mago que siempre guarda un truco en la chistera, alguien que, desde luego, hace palidecer a Michael Scofield en cuanto a trazar planes con poca antelación y conseguir que siempre salgan bien.

El final de la primera temporada poco ha variado la primera impresión que me llevé, sin bien sí se ha fortalecido el trío protagonista. Sam (Bruce Campbell) sigue siendo un punto, pero Fiona y su tremenda eficacia, incluso siendo demasiado amiga de apretar el gatillo, es realmente divertida de ver. El tira y afloja entre ella y Michael aporta un detalle más, otro extra a lo que no deja de ser una serie de acción ambientada en Miami, paradigma del género durante los 80 y la época dorada de "Corrupción en Miami". Están los coches deportivos, las chicas en bikini y las tomas aéreas en la playa, pero el meollo de "Burn notice" viene a ser algo más cotidiano y mundano, incluso en medio de un montón de espías. ¿Qué haces con tu vida cuando no puedes seguir con lo único que sabes hacer?

Por supuesto, la trama del "despido" de Michael apunta a una conspiración de las que tanto nos gustan, y el añadido de Tricia Helfer para la segunda temporada promete más diversión por ese lado. Sin embargo, es suficiente con Michael, Sam y Fi ayudando a tipos a veces realmente patéticos que se meten en unos líos monumentales prácticamente sin darse cuenta. Mención aparte para su protagonista, Jeffrey Donovan, que transmite igualmente la seguridad y el aplomo de un experto espía y la inseguridad y el temor que le provoca enfrentarse a su madre (gran, gran Sharon Gless) y a ciertos asuntillos familiares sin resolver. Y sus explicaciones de cómo salir de todo tipo de peleas, apuros y situaciones a vida o muerte no tienen precio.

Desde luego, la ironía es uno de los puntos a favor de la serie, eso y contar con una curiosa nómina de actores invitados, desde Richard Schiff y Lucy Lawless a un Steven Bauer que parece especializado en los papeles de narco latinoamericano (en realidad, se llama Esteban Echevarría y nació en La Habana, algo tendrá que ver con la parte latina). Además, recuperamos a Gabrielle Anwar, perfecta como ex-terrorista del IRA con cierto feeling por Michael, y que tuvo una de las irrupciones en Hollywood más famosas, por lo breve y por las circunstancias, que se recuerdan, con aquel famoso tango que bailaba con Al Pacino en "Esencia de mujer" (el tango, por cierto, era "Por una cabeza", de Carlos Gardel). Como curiosidad, además, en esa película se puede escuchar "La violetera" mientras Al Pacino y Chris O'Donnell conducen el Ferrari.

Música de la semana: Aprovechando mi revival de "Expediente X", es curioso anotar que Foo Fighters, el grupo que Dave Grohl montó después de el suicidio de Kurt Cobain acabara con Nirvana debe su nombre al término con el que los pilotos americanos de la Segunda Guerra Mundial se referían a cualquier aeronave que describiera movimientos muy rápidos y erráticos en el aire (o a los OVNIs, si sois más de la cuerda de Fríker). Grohl era un gran fan de la serie, y su grupo participó en un disco, "Songs in the key of X", que se editó a mediados de los 90 con canciones inspiradas por la serie (muy pocas de ellas sonaron en algún capítulo). La contribución de los Foo Fighters fue "Down in the park".

16 agosto 2008

¿Qué hay de nuevo, viejo?

En un mes, las cadenas televisivas yanquis darán por comenzada la nueva temporada. Empiezan a calentar motores con sus promociones corporativas y ya hasta se puede consultar el calendario completo de estrenos y regresos a las parrillas, pero por mucho que se esfuercen, es innegable que esta nueva temporada va a arrastrar todavía las consecuencias de la huelga de guionistas del pasado invierno, y va a ser algo atípica. Excepto en algunas cadenas, no va a haber demasiados estrenos en otoño, y otras muchas van a relanzar a las debutantes del año pasado, que llevan fuera de emisión desde diciembre, en los casos más extremos. Series como "Pushing Daisies", "Chuck" o "Life" se van a enfrentar a una segunda temporada que, en realidad, va a ser algo así como una primera reloaded, porque 9 ó 11 capítulos no es que den para mucha expectación después de unas larguísimas vacaciones forzosas.

En las últimas semanas de septiembre hay muchos regresos, por supuesto, pero las novedades con cierto interés (o que a priori han levantado más interés) no es que sean muy abundantes. "True blood" se estrena en HBO el día 7, pero no es que tenga un buzz muy positivo después de las críticas que se le han hecho a su piloto filtrado. Me ha resultado bastante curiosa la batería de CBS para los lunes por la noche, programando del tirón "The Big Bang theory", "Cómo conocí a vuestra madre", "Dos hombres y medio", el estreno de "Worst week" y "CSI: Miami", una mezcla un poco peculiar. "Fringe" no llegará hasta el día 9, una semana después de "90210" y bastante antes que "The Mentalist", una serie que parece una vuelta de tuerca a "Psych" que no acabo de comprender bien.

Tampoco sé qué va a aportar de nuevo el remake de "El coche fantástico", aunque parece que va a tener poco que ver con la película que se emitió en Navidad, y el mismo día, el 10 de septiembre, ABC y CBS estrenan dos versiones de series inglesas, "Life on Mars" y "Eleventh Hour", que es otra más sobre fenómenos paranormales y con un Rufus Sewell que hace mucho que anda medio desaparecido. Hay unas cuantas sitcom nuevas, pero no sé si "Kath & Kim" o "The Ex List" lograrán un éxito algo elusivo para las telecomedias en los últimos años.

Lo realmente peculiar de todo esto es que muchos de los proyectos más arriesgados o potencialmente más interesantes no se estrenarán hasta la midseason, y no sólo serán "Dollhouse" o, tal vez, "Virtuality". Como la huelga también afectó la temporada de pilotos, algunas cadenas, como la ABC, no s han puesto manos a la obra con ellos hasta hace muy poco, con lo que esas series no se emitirán hasta. Va a resultar que la táctica de Fox de convertir enero en el nuevo septiembre terminará siendo la norma.

15 agosto 2008

El Doppelgänger

Si hay una historia clásica en las series fantásticas y de ciencia ficción, ésa es la del "gemelo malvado", un tipo idéntico físicamente a uno de los protagonistas, pero con una personalidad más retorcida y, por supuesto, malvada. Ese gemelo aprovecha su extraordinario parecido físico con el "bueno" para realizar todo tipo de tropelías y manipular en su favor al resto de los protagonistas. Podríamos decir que toda "Jekyll" se basa en ese principio del doppelgänger, como lo llaman los alemanes, aunque en sus utilizaciones más modernas se ha perdido la parte de advertencia que tenía antes este "doble andante". Esa advertencia se basaba en que quien viera a su propio doppelgänger, estaba próximo a su muerte.


El otro día vi precisamente un capítulo de "Stargate Atlantis" que se llama así, y que se centraba en un gemelo malvado del coronel Sheppard que atormenta al resto de la tripulación en sueños. Por supuesto, estaba originado por una entidad alienígena, pero no hace falta que nos adentremos más por ese camino. Tanto la saga de "Stargate" como la de "Star Trek" han utilizado muchas veces este recurso del doppelgänger (en la segunda, creo que el del capitán Kirk y el de Data son de los más recordados), que puede emplearse para crear pequeñas historias de terror y de paranoia, pero también puede servir para cosas más humorísticas, como el gemelo idéntido del agente Mulder que flirtea con Scully en "Small potatoes", en la cuarta temporada de "Expediente X".


Podríamos decir que el doppelgänger es bastante parecido a las realidades alternativas, pero no es así. El gemelo sólo lo es de una persona, no de todo el Universo, y no es posible "viajar" de un gemelo a otro. El quid de la cuestión está en cómo te libras de tu sosias físico, si es que puedes. Los doppelgänger de las historias de fantasmas clásicas son incorpóreos, por lo que no se pueden matar, y a veces el protagonista sólo tiene forma de hacerlo desaparecer cuando toma plena conciencia de que, en realidad, es una parte de sí mismo que debe asumir. Esto podría considerarse un spoiler, pero si habéis visto "El club de la lucha" os haréis una idea de todo esto (si sois de los que interpretáis el final de ese modo, claro).


Al final, el recurso del "gemelo malvado" sirve para enfrentar a los personajes a su lado oscuro, a las aristas de su personalidad que no quieren reconocer y a las que no se quieren enfrentar, incluso aunque su doppelgänger parezca, a simple vista, una versión mejorada de sí mismos, más segura y atractiva.

14 agosto 2008

Wall-E no habla

"Wall-E" es una mezcla entre el robot de "Cortocircuito", R2-D2, Charlie Chaplin y E.T., con más cosas de Chaplin y, como dicen por aquí, Buster Keaton de lo que podría parecer en una película protagonizada por robots. Y esto es una medida de sus logros, de lo bien escrito y realizado que está todo. ¿Que el mensaje ecologista es demasiado evidente? Probablemente, pero no me negaréis que no tiene su punto ver al comandante de la nave, que nunca ha salido de ella, pasarse toda la noche pidiéndole al ordenador que le defina los distintos términos que describen cómo era la Tierra antes de que la basura y la contaminación la dejaran hecha un erial.

Pero, por supuesto, son Wall-E y su amada Eva los que elevan la función. Sobre todo el pequeño robot compactador de basura, que se pasa todo el principio de la película solo, emitiendo únicamente unos ruiditos que, a veces, no pueden negar que su responsable es Ben Burtt, el hombre que hizo "hablar" a R2-D2 (y eso que parece que con el doblaje se cargan parte de sus logros), y teniendo por única compañía una cucaracha y una gastada cinta de "Hello, Dolly!". Toda esa primera parte es un gran homenaje al cine mudo, a su comedia física, a la utilización de la música y el montaje para transmitir emoción (gran empleo también de la versión de Louis Armstrong de "La vie en rose"), y las primeras escenas de Wall-E solo en esa inmensa ciudad vacía podrían haber formado parte de una película apocalíptica sin mayor problema. Por supuesto, tampoco vamos a olvidar el estupendo homenaje a "2001, una odisea del espacio", y no sólo en Auto, que bien parece Hal-9000.

Mención aparte merece "Presto", el corto que se emite antes de la película y que recupera aquellas historias de la época dorada de la Warner, historias locas, sin diálogo, con más gags visuales por minuto de los que nos da tiempo a asimilar, y un conejito tan listo como Bugs Bunny. Y entre las curiosidades de "Wall-E", si él recuerda a veces a Cortocircuito (o a los dos rovers que la NASA tiene en Marte), Eva sigue un estilo Apple que le imprimió su diseñador, responsable de las líneas depuradas del iPod. Y lo que sólo puede escucharse en la versión original es el otro homenaje de la película a la saga de "Alien", al incluir la voz de Sigourney Weaver como el ordenador de la nave.

13 agosto 2008

El problema del cuarto cerrado

En la novela policiaca (o detectivesca) clásica, como si dijéramos, la que tiene por objetivo la resolución del crimen como si de un puzzle, de un enigma intelectual se tratase, hay un caso clásico y muy típico para poner a prueba las dotes deductivas e investigadoras del detective, y la capacidad narradora y urdidora del escritor: el "problema del cuarto cerrado". En ese "problema", el investigador ha de enfrentarse a un asesinato que parece imposible, ya que el cadáver aparece en una habitación, o un entorno, completamente cerrado y en el que no ha podido entrar nadie para cometer el crimen. Los ejemplos más claros que yo recuerdo ahora mismo son "El misterio del cuarto amarillo", de Gaston Leroux, en el que una joven es brutalmente atacada en el interior de un cuarto totalmente cerrado por dentro, y "La banda de lunares", una de las historias de "Las aventuras de Sherlock Holmes", en la que varias personas fallecen en sus dormitorios, sellados y en los que no ha podido entrar nadie.

Por supuesto, la solución tiene que ser imaginativa y original para estar a la altura del desafío planteado, pero es bastante habitual que el cuarto no estuviera totalmente asegurado por dentro, y ese hecho fuera sólo una ilusión, o que se empleara algún tipo de gas o un animal (las serpientes son un clásico) o que la víctima no sea tal y, en realidad, sea el asesino. En mi revival de "Expediente X" vi ayer "Squeeze", un capítulo que presenta un clásico problema del cuarto cerrado, con un hombre que muere dentro de su despacho sin que haya forma de que su asesino haya entrado sin ser visto. La resolución, además de imaginativa, es inquietante porque el culpable es Eugene Victor Tooms, un mutante que puede introducirse por cualquier conducto o abertura, por estrecho que sea, y que mata cada 30 años. El cuarto cerrado se une aquí con los asesinos en serie y con esa pequeña vuelta de tuerca marca de la casa (Tooms necesita cinco hígados humanos para poder hibernar y sobrevivir otras tres décadas) para dejar uno de los "monstruos de la semana" más logrados de la serie.

También algunos de los crímenes del Asesino de las Miniaturas en "CSI" responden a este esquema, como el de la señora que muere en su casa por inhalación de dióxido de carbono, y en "Diez negritos" (o "Y entonces no quedó ninguno", como se llama ahora, que queda más políticamente correcto) más que cuarto cerrado lo que tenemos es una isla y una casa de las que nadie puede salir, y donde nadie puede entrar. Hay muchos otros autores que han urdido rompecabezas de este estilo (los de John Dickson Carr / Carter Dickson son especialmente brillantes), y para quienes tengan más cariño por la literatura hispana que por la anglosajona, el dúo Adolfo Bioy Casares-Jorge Luis Borges ideó también unos puzzles detectivescos realmente ingeniosos.

Lógicamente, estos relatos poco tienen que ver con el género negro, donde lo que importa es la sociedad que "crea" esos asesinos, el retrato de unos personajes que viven diariamente en contacto con el crimen. En las historias policíacas de la llamada Edad de Oro cuenta más el reto intelectual al que se enfrenta el detective protagonista, algo que, por ejemplo, vertebra "Los crímenes de Oxford", tanto el libro de Guillermo Martínez como la película de Álex de la Iglesia.

12 agosto 2008

Donde las promociones ocurren

No siempre los fans se ciñen a hacer vídeos musicales o remezclas de los créditos de su serie favorita en otra. A veces se marcan unas promociones realmente trabajadas que podrían dar el pego por anuncios oficiales de la cadena. Es el caso de esta promoción de "Galáctica" a los Emmy, hecha por un fan, que utiliza como ejemplo los anuncios de la NBA de la última temporada, encabezados por el lema "Where amazing happens". Para que podáis comparar, éste es el anuncio de esa liga de baloncesto previo al comienzo de la campaña 2007/08, y abajo podéis ver, con spoilers hasta el final de la tercera temporada, la segunda promoción de "Galáctica" (la primera es ésta).



Como no todas las promociones oficiales de los canales de televisión apestan, los chicos de Five se marcaron ésta, más simpática, para anunciar la llegada de "Prison Break" a los televisores británicos. ¿Alguien más piensa en Coca-Cola Light?



Por supuesto, los trailers y promociones falsas de la quinta temporada de "Perdidos" ya proliferan cual setas por YouTube, y ésta debe ser una de las más logradas.

11 agosto 2008

Proyectos paralelos

1.- ¿Los Juegos Olímpicos de Pekín cuentan como serie de televisión? La ceremonia de apertura fue más de season finale que de season premiere, porque si para empezar montan tamaño espectáculo, ¿qué haran para cerrar los Juegos? ¿Incendiar toda la Gran Muralla china? Si alguien dudaba que los chinos conseguirían superar lo que parecía insuperable, aquella apertura de Barcelona '92 y sus "¡hola!", ya no hacen falta más pruebas.

2.- Me lo estoy pasando bien con "Stargate Atlantis". Esa subtrama que recorre, al menos, esta cuarta temporada con los Wraith y los replicantes (o como se llamen en español los replicators) hace que haya siempre algún toque más, algo que le dé picante a unos capítulos en los que el doctor MacKey y su nerdismo (perdón por el palabro) es de lo más divertido. Su serie madre nunca fue de mis favoritas, aunque he visto unos cuantos episodios por aquí y por allí, pero los chicos de Atlantis me resultan más logrados. Y Jason Momoa va camino de arrebatarle a Gary Dourdan el puesto de "peinado masculino más cool".

3.- Hay una canción que dice que no hay tiempo perdido peor que el perdido en añorar, y a veces deberíamos resistirnos a la nostalgia y dejar algunas cosas tal y como las recordamos, pero como estoy sufriendo una serie de problemas técnicos cuyo origen bien podría ser un virus cylon, por lo complicado que está resultando solucionarlos, voy a lanzarme a un pequeño revival teléfilo y empezar a ver "Expediente X" de nuevo. En su momento, me tragué las sucesivas repeticiones sin ton ni son que Telecinco hacía de algunos capítulos, pero no he vuelto a ver la serie entera desde que terminó. Así que preparaos para unas cuantas entradas protagonizadas por Mulder y Scully en los próximos meses (son muchas temporadas, esto no se liquida en lo que queda de verano).

4.- Y ya que hablamos de Telecinco, ¿por qué han cortado la séptima temporada de "CSI" a falta de sólo tres episodios? ¿Ya estamos como en los tiempos de "Expediente X", cuyas temporadas se partían por la mitad, o nos las dejaban colgadas a falta de un capítulo para que Fox pudiera sacar en VHS una edición especial con ese episodio y los dos primeros de la siguiente temporada? Lo único que han hecho con esto es fastidiar las audiencias de "Life" al separarla del paraguas de los chicos de Grissom.

5.- Utilizando como enganche mi pequeña inmersión en el mundo de las puertas estelares, he de reconocer que los créditos de "Stargate SG-1" se prestan a mezclarse con una enorme cantidad de series. Para que podáis comparar, éstos son los de la serie de Richard Dean Anderson, y aquí están mezclados con "Galáctica", "Roswell", "Embrujadas" pasadas por el tamiz "Stargate Atlantis", y el spin off también se presta a un simpático mashup con "Firefly". Aunque creo que el más logrado es éste "The SG-1 Team", que me suena que ya enlacé por aquí, pero que bien merece una nueva oportunidad.



Actualización: Algún día habrá que reunir todos los créditos al estilo de "Galáctica" que han proliferado por ahí. Éstos, sobre la tercera temporada de "Doctor Who", merecen un lugar de honor.

10 agosto 2008

Humor, comida y crimen

En agosto, todos los suplementos dominicales, cierto tipo de revistas y casi todas las páginas especiales estivales de los periódicos hacen listas de libros para leer con el calor. Igual son best-sellers que no necesitan más publicidad, que ensayos muy sesudos que, aunque eleven nuestra categoría intelectual, en realidad son de lo menos apropiado para leer en la playa, que títulos por descubrir que se editaron en invierno sin demasiadas alharacas. Pero incluso en la ola de novela histórica (o pseudo-histórica) que estamos viviendo, en todas esas recomendaciones estivales siempre hay espacio para un género que, hasta hace muy poco, en España se tenía en poca consideración: la novela negra.

En parte, que la Semana Negra de Gijón se celebre en julio tiene la "culpa" de que muchas de las recomendaciones de ese género se concentren en verano, pero tampoco vamos a ponernos a discutir con eso. Gracias a ella (y a otros certámenes que han ido surgiendo por ahí), hemos podido descubrir a los que son denominados por los críticos como la Trinidad de la novela negra mediterránea: Manuel Vázquez Montalbán (éste ya lo teníamos descubierto), Andrea Camilleri y Petros Márkaris. ¿Qué tienen común un español, un italiano y un griego? Que sus tres detectives (Carvalho, Montalbano y Jaritos) están unidos por la ironía y el humor con el que se tratan a veces algunos aspectos de sus casos, que en sus aventuras se dedica siempre un espacio de honor a lo que comen (siempre bueno) y que los crímenes que investigan siempre están unidos a alguna parte de la sociedad podrida, y que no les gusta. Las ciudades en las que viven y trabajan son un personaje más de la novela (y en el caso de Márkaris, más que Atenas, yo diría que sus atascos y su calor asfixiante).

Sin embargo, y aunque los tres podrían perfectamente pasar al cine, sólo Pepe Carvalho lo ha hecho, y siempre en series de televisión; una hace ya muchos años, con Eusebio Poncela, y otra más reciente con Juanjo Puigcorbé, que no tuvo demasiado éxito. Los nuevos detectives de la novela negra tienen todos un gran potencial para series o películas, pero todos tocan temas realmente peliagudos. Al Wallander de Henning Mankell (del que sí hay una serie de televisión, la imagen lo prueba) le toca desmontar por completo la idea del estado de bienestar sueco que todos los demás tenemos hecha, y el Brunetti de Donna Leon se las tiene que ver muchas veces con prejuicios, secretos que vienen de décadas atrás y el peso de la burocracia en Venecia. No es que Vila y Chamorro o Petra Delicado y Fermín Garzón no acaben empantanados en esos mismos charcos, que también, pero esas dos parejas autóctonas de investigadores tampoco han tenido mucha suerte en el cine ("El alquimista impaciente" no estaba mal, y la serie que protagonizaron Ana Belén y Santiago Segura no era para tirar cohetes).

Música de la semana: Todo esto de los detectives, la novela negra y las adaptaciones al cine me ha llevado a una asociación bastante evidente: "Verónica Mars". Yo todavía echo de menos a esta detective sagaz, irónica, a veces un poco sobrada pero con su lado vulnerable, uno de los mejores personajes femeninos que nos dejó la televisión yanqui reciente. Ya sé que esta canción, "Veronica", la escribió Elvis Costello creo que para su abuela, pero como sonaba en la segunda temporada de la serie, ahí se queda.

07 agosto 2008

Casi famosos (XI)

Antes de entrar en materia, perdonadme la autorreferencia. Hablando con Alx y Adri surgió aquel papel totalmente imposible de David Duchovny pre-"Expediente X". Ya había dado vida a un agente del gobierno, de la DEA en este caso, en "Twin Peaks", pero costaba reconocerlo porque se pasaba la mitad del tiempo vestido de mujer. La prueba, aquí. Y, ahora, vamos a ello.

Debe ser, ahora mismo, una de las pelirrojas más buscadas de Hollywood gracias a su papel de Joan Holloway, la jefa de secretarias de Sterling Cooper en "Mad Men" , pero Christina Hendricks ya era conocida por los fans de Joss Whedon gracias a Saffron, esa timadora que siempre está liando a Mal en "Firefly". Lógicamente, su vestuario en el western espacial poco tenía que ver con el que luce en la serie de los publicitarios de los 60. A Hendricks también podemos verla en un papel recurrente en "Life", como la futura nueva esposa del padre de Crews.

Primero fue el demonio Cole en "Embrujadas" y luego saltó definitivamente a la fama como el doctor Christian Troy en "Nip/Tuck", y como Victor Von Doom en las dos películas de "Los Cuatro Fantásticos", pero Julian McMahon había empezado a foguearse en su Australia natal, donde su padre había llegado a ser primer ministro. Lógicamente, ese fotograma no puede pertenecer a otra cosa que no sea un culebrón, "Home & Away" en este caso.

Éste no es un "casi famosos", pero es que seguir la carrera post-Scully de Gillian Anderson es realmente divertido. El fotograma corresponde a "Tristram Shandy", un experimento de Michael Wintterbottom de adaptación de un clásico de la literatura inglesa del que siempre se ha dicho que era imposible de rodar. Sus pintas no son tan impactantes como las que llevaba en "Bleak House", o en "El último rey de Escocia", pero nos sirven igual.

La foto es pequeña, pero he dado con ella de casualidad, y es irresistible. Para quienes hayáis visto alguna de las serie de "Stargate" alguna vez, ésa es Amanda Tapping, la coronel Samantha Carter, que tuvo una breve aparición en "Expediente X" antes de acabar muerta en la cama de Skinner. Ya entonces tenía serios problemas con su peinado, eso está claro. Lo mejor de todo es que Mitch Pileggi se reuniría con ella de nuevo en "Stargate Atlantis".

06 agosto 2008

De voces, puertas estelares y murciélagos

1.- Sé que, hasta cierto punto, es un debate estéril, y que meterse en él son ganas de polemizar, pero no me puedo resistir. El doblaje es una adulteración de una obra original, en la que las voces de los actores y el sonido ambiente (que a veces también perdemos con el doblaje) son partes completamente inseparables del tejido de una película o una serie. No podemos decir "qué bien trabaja este actor" si lo vemos con la voz de otro. El doblador será muy bueno, pero no dejan de ser dos personas diferentes.

En su reseña de "X Files: Creer es la clave", Lady Madonna da en el clavo con uno de los problemas más claros del doblaje. En la película, la presentación (o reencuentro) de Mulder y Scully se hace por sus voces. Lo primero que vemos de ellos es su nuca, y la idea es que, con sólo oír sus voces, ya sepamos quiénes son o, como dice Lady, se nos pongan "los pelillos de punta". Pero la dobladora de Gillian Anderson no es la misma en esta película que en la serie, con lo que ese efecto, que se busca a propósito en la versión original, se pierde con el doblaje. Algo parecido pasa con "Jekyll". En la transformación de James Nesbitt de Jackman a Hyde juega un papel muy importante la voz, y no me convenceréis con eso de que igual el doblador es un actor muy bueno y logra transmitir lo mismo que Nesbitt. Es imposible porque, simple y llanamente, no es el mismo actor. Y todo esto viene a cuento de la reedición mejorada de la Guía de Series de Moltisanti, en la que detalla qué series es preferible ver en versión original y cuáles pueden verse dobladas sin problema. Su primer ejemplo, "Galáctica", es de las que pierde mucho doblada. No porque el doblaje sea apestoso (que en este caso no lo es), sino porque es muy cierto que en la serie hay un gran abanico de voces diferentes y muy características, voces cuya tonalidad y las inflexiones que dan los actores son consustanciales a los personajes. El acento inglés de Baltar dice mucho más de él que cualquier gesto o manierismo que haga el actor.

2.- No sé por qué, no tengo buenas vibraciones con "Fringe" y "Dollhouse". No porque vayan a ser malas, sino porque me da la sensación que se la van a pegar. Sin haber visto el piloto de la primera, todo lo que la rodea remite demasiado a una especie de recuperación o puesta al día de "Expediente X", y con todo lo que ha llovido, y todas las series parecidas que han surgido, desde que la creación de Chris Carter terminó, no sé si "Fringe" tendrá algo más aparte del "sello J.J." para conectar con la audiencia. Y dudo de que simplemente con eso tenga garantizado el éxito. Para los telefrikis como nosotros será suficiente, pero para el público general... Y en cuanto a "Dollhouse", habrá que esperar y confiar en Joss Whedon, pero las expectativas son demasiado altas.

El otro proyecto de ciencia ficción de Fox que está despertando mi curiosidad es "Virtuality", una serie bastante ambiciosa sobre los tripulantes de una nave interestelar que manejará tres "realidades" diferentes al mismo tiempo: la del día a día de la nave, la del mundo virtual creado para hacer más llevadero el largo viaje y la de un programa de televisión que sigue a los astronautas. Ron Moore y Michael Taylor ("Galáctica") son los guionistas del piloto y el prpyecto tiene muy buena pinta, aunque no debe ser nada fácil. Si a Fox le convence, tal vez la veamos para la midseason.

3.- Una es así de rara, pero creo que voy a ver la cuarta temporada de "Stargate Atlantis" sin haber visto ninguna de las anteriores. Vi su primer capítulo el otro día y me pareció muy entretenido, con un par de personajes simpáticos y un Joe Flanigan que, a veces, me recordaba a un joven Harrison Ford. O a Han Solo, más bien. Y como le digo siempre a todos los que se quejan de que los efectos especiales de "Galáctica" son cutres, ¿habéis visto "Stargate SG-1"? En "Atlantis", sin que sean para tirar cohetes, están un poco más logrados, pero esas naves... Así, no.

4.- A la gente se le está yendo un poco la pinza con "El caballero oscuro". Desde luego que es un taquillazo como no se veía desde los tiempos de "Titanic", a la que está a punto de alcanzar (y superar), y con el buen precedente de "Batman begins", está muy claro que tiene muy buena pinta y que promete ser algo serio. Pero que esté la primera en la lista de las mejores 250 películas de la historia de Internet Movie Database, por encima de "El padrino" (la tercera), o de "Uno de los nuestros" (la 15ª), me parece excesivo. Lo último que se les ha ocurrido es decir que la película está "maldita" porque, tras la muerte de Heath Ledger, Morgan Freeman sufrió hace unos días un grave accidente de tráfico. Que esto no es "Poltergeist"...

05 agosto 2008

Las visiones de Frank

Lo cierto es que Chris Carter no tuvo demasiado éxito fuera de "Expediente X". Además de a los agentes Mulder y Scully, creó también el spin off "The Lone Gunmen" y "Harsh Realm", que apenas duraron un asalto en las parrillas, y la única serie que aguantó algo más (tres temporadas) fue, probablemente, la más malsana de las tres: "Millennium". Fue también la única que se pudo ver en España, en Canal+ (que repetía los capítulos de estreno en versión original subtitulada de madrugada), y una cuyo final terminó produciéndose en un crossover con un capítulo de la séptima temporada de "Expediente X".

"Millennium" seguía a Frank Black, un antiguo agente del FBI especializado en perfiles psicológicos que tenía visiones que lo conectaban con todo tipo de asesinos. Él veía a través de sus ojos, percibía flashes de los crímenes que cometían, un don que para él era una maldición y que le impulsa a dejar la agencia y mudarse con su mujer y su hija a Seattle. Pero allí lo capta el Grupo Millennium, una misteriosa organización que trabaja para evitar que el mal que se cierne sobre la Tierra, y que se desatará con toda su fuerza con la llegada del siglo XXI, actúe impunemente.

Los recuerdos que guardo de esta serie son bastante inquietantes. Se emitió entre 1996 y 1999, aprovechando una época en la que se pusieron de moda las teorías (y las películas) más o menos apocalípticas sobre la llegada del año 2000, y en ella no faltaban alusiones a esas mismas teorías. Frank se las veía con asesinos realmente crueles, bebiendo de la tendencia marcada por "Se7en" un año antes (que, a su vez, lucía una fotografía oscurantista que debía bastante a "Expediente X"), y su némesis más recurrente, un demonio llamado Legión, debe ser uno de los malos más desasosegantes de la televisión yanqui reciente. Además de que, por supuesto, el Grupo guardaba más de un esqueleto en el armario y termina siendo otra fuerza del mal.

La serie se beneficiaba de tener como protagonista a Lance Henriksen, un actor que da a la perfección el tipo de persona torturada y que tiene una carrera variopinta (y dejémoslo ahí, seamos buenos), y cuyo personaje debía su nombre a Black Francis, el cantante de los Pixies, otro tipo muy peculiar que incluso escribió una canción llamada "Motorway to Roswell". Su contacto en el Grupo, Peter Watts, era Terry O'Quinn, que antes de que J.J. Abrams lo lanzara al estrellato con "Alias" y "Perdidos", era un fijo en las series de Chris Carter (menos en "The Lone Gunmen", salió en todas).

Como decimos, "Millennium" estuvo en antena tres temporadas y su cierre definitivo se dio en el episodio de "Expediente X" del mismo título, en el que Mulder y Scully investigan las "muertes" de varios miembros del Grupo y, para ello, buscan la ayuda de Frank, que está ingresado en un hospital psiquiátrico. El capítulo es recordado entre los shippers, además, por ser el primer beso de Mulder y Scully (el de "Triangle" no cuenta). Es un poco tramposo porque, si la memoria no me falla, es debajo de una rama de muérdago en Nochevieja, justo cuando empieza el año 2000, y lo sigue una de esas míticas frases de Mulder: "El mundo no se ha acabado". A lo que Scully responde: "No, no lo ha hecho".

04 agosto 2008

El peso de los años

ALERTA SPOILERS: Igual está de más incluir este aviso, porque "Expediente X" terminó hace ya seis años, pero por si acaso, debéis saber que aquí no sólo se hablará de su segunda película, sino también del final de la serie. Que mucho me temo que uno y otro están mucho más unidos de lo que podría parecer.

Para que "X Files: Creer es la clave" fuera una mejor película, tendríamos que olvidar que existieron las dos últimas temporadas de la serie. Es tentador, pero el tiempo no da marcha atrás. Si todo se hubiera detenido al final de la séptima temporada, antes de que Mulder sea abducido y Scully acabe embarazada por inmaculada concepción (más o menos), estaríamos hablando de una película diferente. No porque continúe, o cierre, el tema de la colonización alienígena del planeta, planeada en connivencia con el gobierno estadounidense, sino porque el filme es coherente con el tiempo que ha pasado para los dos ex agentes del FBI, un tiempo en el que ninguno investiga ya nada, en el que Mulder es un paria para la agencia y en el que Scully trabaja como médico en un hospital católico, intentando seguir con su vida y dejar atrás aquellos nueve años de conspiraciones extraterrestres, fantasmas, rituales satánicos y, como dice ella, "la oscuridad".

En ese aspecto, es muy cierto que la película, en realidad, va sobre la crisis de fe de Scully, sobre su voluntad por pasar página y mirar hacia adelante, por no darse por vencida. Esa característica fue, también, uno de los motores principales de todo el arco mitológico de la serie; siempre que Mulder no podía más y estaba a punto de arrojar la toalla, ella tiraba de él y lo obligaba a continuar, a presentar batalla y no dejarse amilanar. Simplemente por eso quedaba muy claro que Scully siempre fue el personaje favorito de Chris Carter (y eso que los dos eran unos pupas de premio), y en la película aún queda más claro. Sin embargo, las dos tramas que maneja, la de Scully y su paciente y la de las chicas desaparecidas, no terminan de encajar bien. La segunda, un macguffin más que evidente, podría haber sido perfectamente un episodio de la serie (en algunos de los mejores, el componente sobrenatural era mínimo), pero se la toman menos en serio que el retrato de la relación entre Mulder y Scully (creo que Frank Spotnitz, el co-guionista de la cinta, llegó a decir en una entrevista que la película contaba su "historia de amor").

Es bastante fácil averiguar qué se trae entre manos Leoben con sus secuestros de mujeres en cuanto Scully se pone a googlear una terapia para su paciente, y los dos agentes del FBI que buscan a Mulder para que les eche una mano aportan más bien poco. Lo que sí he de reconocer es que me lo pasé en grande con todos los guiños al pasado de la serie, desde el despacho de Mulder, con su póster de "I want to believe", la foto de su hermana Samantha, las pipas, el balón de baloncesto y los lápices clavados en el techo, hasta el recordatorio a gran parte de los guionistas y directores que pasaron por la serie. En la agenda del móvil de Mulder están casi todos, y dos de los realizadores que se encargaron de más capítulos, Kim Manners y David Nutter, prestan sus apellidos a un hospital y a una tienda de piensos para animales. Eso sí, el mejor cameo (mejor incluso que el del propio Chris Carter esperando en un pasillo del hospital con una urna blanca) es el de Walter Skinner. Ese momento sí que es una vuelta a los expedientes X de siempre, con Mulder metido en un lío, Scully salvándole el pellejo y Skinner, a su vez, salvándoselo a los dos. La entrada de Skinner y Scully en el laboratorio de ese doctor Frankenstein ruso bien vale toda la película.

P.D.: De todas las críticas (malas) que se le han hecho a la película, hay una que no entiendo. Mucha gente se ha metido con ella porque no continúa la Conspiración ni sigue la trama en el punto donde se quedó al final de la serie (recordemos que sólo Mulder y Scully pueden detener la invasión alienígena, prevista para 2012, y por eso se convierten en fugitivos). ¿Para qué? A partir de la mitad de la cuarta temporada, aproximadamente, todo aquello era un lío tal, que ríete tú de esa crítica de que los guionistas de "Perdidos" se lo inventaban todo sobre la marcha. A mí siempre me pareció de lo menos interesante (repito, a partir de esa cuarta temporada), si no fuera porque la relación entre Mulder y Scully iba evolucionando con la Conspiración.

Música de la semana: En 1998, cuando "Expediente X" estaba en la cima de su popularidad, hubo un grupo galés que dedicó una canción, "Mulder and Scully", a nuestros agentes favoritos del FBI. Fue el mayor éxito internacional de Catatonia y, aunque el tema en realidad no iba sobre ellos, sino sobre una relación sentimental tan peculiar como uno de sus casos, en el vídeo sí que aparecían sus "dobles".

Actualización: Un último guiño que se me olvidó incluir antes: la dirección donde está el laboratorio de los "malos", Bellflower Road, hace referencia a Bellefleur, el primer pueblo al que Mulder y Scully se desplazan para investigar un caso en el piloto de la serie. Y, de rebote, en The Guardian, el sitio donde menos lo esperaba, me encuentro esta crítica menos furibunda y hasta elogiosa, diría yo.

01 agosto 2008

Zona libre de spoilers

En la última Comic-Con de San Diego, uno de los temas estrella fueron los spoilers. Los creadores de todas las series que pasaron por allí se empeñaron en defender su derecho a no desvelar nada de las futuras tramas afirmando que, de ese modo, no se estropeaba la diversión de los fans que quieren dejarse sorprender ante los nuevos capítulos y experimentarlos de la manera en la que los concibieron sus responsables. Enfrentarse a ellos sabiendo de antemano quién muere, quien protagoniza la mayor sorpresa y quién se liará con quién "adultera", en cierto modo, nuestra experiencia de los episodios.

Uno de los que más se ha pronunciado sobre la importancia de evitar spoilers es Steven Moffat, el nuevo showrunner de "Doctor Who" que, incluso, dedicó dos capítulos de la cuarta temporada a enfrentar al Doctor con la posibilidad de conocer spoilers sobre su futuro, que venían en forma de un diario azul que a mí me recordó mucho al de John Smith en "Human nature". En esta entrevista, Moffat aboga precisamente por huir de cualquier pista sobre acontecimientos aún por venir, y por eso él no dice esta boca es mía cuando le preguntan por sus ideas para la quinta temporada de la serie.

Otros productores, no recuerdo si eran los de "Perdidos", decían que, actualmente, es muy difícil guardar un giro o una sorpresa de la trama en secreto porque todos tenemos la opción de buscar esa información en Internet. La muerte de un personaje se puede averiguar buscando la ficha de su intérprete en Internet Movie Database, y los sitios de spoilers y teorías proliferan por toda la red. A veces es dificil contener tu emoción al comentar algo que el resto de la gente aún no ha visto, y se escapa algún detallito que no debería, pero siempre hay que andarse con ojo en ese aspecto. Yo conseguí empezar a ver la cuarta temporada de "Galáctica" sin haber leído ni un sólo reportaje previo, ni visto ninguna promoción (o casi ninguna), dejando que lo que tuviera que pasar, que pasara. No es fácil y, a veces, para conseguirlo tienes que convertirte en el equivalente virtual de un ermitaño viviendo solo en la cima de una alta montaña, pero luego la experiencia de ver tu serie favorita es mucho más gratificante.